Arte para niños • Trabajadores – .

Arte para niños • Trabajadores – .
Arte para niños • Trabajadores – .

Tres significativos encuentros concluyeron este fin de semana en la capital cubana: el V Encuentro Internacional de Artes para Niños Corazón Feliz; el IX Festival de Danza Tránsitos Habana; y –uno de los eventos más importantes del año en el país– el XXI Congreso Mundial de la Asociación Internacional de Teatro y Artes Escénicas para Niños y Jóvenes, Assitej.

Tenían algo en común que se manifestaba en sus múltiples confluencias: el compromiso por mejorar la programación diseñada especialmente para los niños y jóvenes de Cuba.

El intercambio de experiencias es vital. Y muchos de los participantes cubanos en estos eventos han tomado nota del potencial de nuestra escena, a partir de las propuestas de investigadores y artistas de otras naciones. En ese sentido, el Congreso de Assitej tuvo un destacado segmento teórico.

Pero tal vez ésta sea un área más cerrada, marcada por las especificidades de un enfoque académico. Lo que interesa al público es lo que aporta esta teoría a la programación teatral, musical y de danza para niños y adolescentes.

Y el despliegue que ha acompañado a los tres festivales ha sido arrollador: espectáculos de primer nivel que han contribuido a claras jerarquías artísticas.

El contexto es significativo. El país enfrenta una situación económica compleja, que afecta la dinámica social.

Defender el teatro, la danza y la música en tiempos de crisis no es un capricho, no es una excentricidad, como afirman algunos ideólogos del pragmatismo extremo.

Estamos hablando de un arte hasta cierto punto vulnerable al impacto del mercado… y sin embargo es imprescindible en la consolidación de una riqueza simbólica. Este flujo apoya la noción de identidad nacional que garantiza la soberanía.

Los niños y jóvenes son un público muy necesitado de referentes valiosos, en una batalla cultural que se desarrolla especialmente en los espacios más o menos virtuales facilitados por las tecnologías.

Ojalá más niños fueran al teatro. Y ojalá pudieran acceder, la mayoría de las veces, a buenas propuestas. Eso debería ser siempre un incentivo para los creadores.

 
For Latest Updates Follow us on Google News
 

PREV Junior de Barranquilla sufrió en casa en la Copa Libertadores 2024
NEXT Carole Mundell, astrónoma: “La mitad del universo conocido tiene más de 1.000 grados y no sabemos por qué”