La inédita operación de endeudamiento de Uruguay por la que terminó colocando US$ 1.800 millones en moneda local

La inédita operación de endeudamiento de Uruguay por la que terminó colocando US$ 1.800 millones en moneda local
La inédita operación de endeudamiento de Uruguay por la que terminó colocando US$ 1.800 millones en moneda local

Editorial El País
El gobierno salió ayer a mercados internacionales buscar financiación en moneda local y también reperfilar la deuda que venció en el corto plazo, con un operación sin precedentes.

¿Como era? Es la primera vez que Uruguay emite dos bonos en moneda local a nivel global –uno en Unidades indexadas (UI) a la inflación y otro en pesos (que fue una reapertura) simultáneamente (lo que en la jerga financiera se llama doble tramo).

El País había adelantado que lo más probable era que el Gobierno saliera con una emisión de deuda en UI, lo que pasó ayer.

Ayer por la mañana el gobierno anunció la emisión de un bonificación global en la interfaz de usuario con vencimiento global en 2045 (amortizable en tres pagos anuales en 2043, 2044 y 2045) y la reapertura de un bono global en pesos que vence en 2033.

A esto se sumó la posibilidad de recomprar deuda que está en manos de inversionistas y que vence en el corto plazo.

Específicamente, el inversores Podrían comprar los bonos globales utilizando como pago: efectivo, bonos globales en UI con vencimientos en 2027 y 2028 y/o títulos de deuda emitidos localmente (Notas de tesoría en la interfaz de usuario o Cartas de Regulación Monetaria del Banco Central) con vencimiento en 2024 y 2025.

Esta es también la primera vez que una emisión global permite el uso de valores emitidos localmente como forma de pago.

Según un comunicado difundido anoche por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) la operación tenía tres objetivos: “continuar con el programa de financiamiento del gobierno para el presente año; apoyar el proceso de desdolarización de la deuda del gobierno; continuar desarrollando el mercado secundario de bonos en moneda local, estableciendo un nuevo bono de referencia (benchmark) en UI a un plazo de 20 años y aumentando la liquidez del bono de referencia en pesos nominales”.

Ministerio de Economía y Finanzas

Foto: Fernando Ponzetto.

¿Qué pasó? Durante la mañana y parte de la tarde, los bancos colocadores que participaron en este operativo –Valores HSBC (EE.UU. Inc.), Itaú BBA USA Securities Inc. y Santander Capital Markets LLC– estaban recibiendo demanda de los inversores.

Luego el gobierno indica una referencia de la tasa de interés al que podría salir el nuevo bono en UI y que lleva a los inversores a recalibrar sus órdenes. Si hay mucha demanda, el gobierno puede “endurecer” la tasa (es decir, ofrecer pagar un poco menos) y habrá inversores que seguirán, otros exigirán menos de lo previsto inicialmente y otros se bajarán.

Una vez definida la tasa de rentabilidad final (era del 3,4% para el bono global en UI para 2045), la cartera de órdenes se consolida con los inversores que finalmente acceden a comprar el título de deuda.

Este libro estaba compuesto por 58 cuentas de inversión de EE.UU, Europa, Asia, América Latina y Uruguay. La mayoría de ellos son fondos de inversión que tienen a Uruguay en su radar desde hace mucho tiempo y en el caso del país, la mayoría de ellos son AFAP.

“La demanda total de ambos bonos (incluida la demanda de títulos de UI globales a corto plazo) alcanzó un máximo de 2.600 millones de dólares equivalentes”, según el MEF.

Con esto, alrededor de las 16.45 de ayer, el gobierno tenía las cartas sobre la mesa y decidió emitir el bono en UI al 2045 por el equivalente a US$ 1.500 millones y, a su vez, reabrir el bono en pesos al 2033. de 300 millones de dólares (a una tasa de rendimiento del 9,15%). Así, Uruguay colocó deuda por 1.800 millones de dólares.

De los US$ 1.500 millones equivalentes al bono en UI, US$ 1.250 millones fueron efectivo y los otros US$ 250 millones se utilizaron para el intercambio con bonos globales en una interfaz de usuario menos madura.

“La operación implicó concesiones estimadas bajas en tasas de retorno (en relación con tipos de referencia en el mercado secundario el día anterior al anuncio de transmisión). En el caso del nuevo bono global en UI, la concesión estimada fue de nueve puntos básicos (0,09%), y una concesión casi nula en el tasa de rendimiento nominal reapertura del bono global en pesos”, indicó el comunicado del MEF.

Esto significa cuánto más se pagó respecto a lo que marcan las tasas de referencia en el mercado donde se compran y venden bonos ya emitidos, y eso fue mínimo.

El gobierno destacó que “la tasa de rendimiento de 9,15% obtenida en la reapertura del bono global en pesos para 2033 fue inferior a la obtenida cuando se emitió por primera vez este bono global en julio de 2023 (9,75%). ”.

“El reducción sostenida de la inflación Y en el expectativas de inflación en el último año, junto con las mejoras en la calificación crediticia, fueron factores fundamentales para explicar la mejora en los términos de financiamiento”, agregó.

A su vez, la inclusión del títulos nacionales como instrumentos elegibles (por primera vez en una operación global) “buscaban dar mayor flexibilidad financiera para los inversores y mejorar el volumen demandado por los bonos emitidos, buscando así mejores condiciones de financiamiento para el gobierno”.

En resumen, el gobierno obtiene financiamiento por el equivalente a US$ 1.550 millones en moneda local (después de la crisis de 2002, busca tener el dinero en “efectivo” para cubrir pagos de deuda durante 13 meses), liquida vencimientos de deuda de corto plazo por poco menos de US$ 250 millones y además establece un nuevo bono de referencia en UI y le da liquidez al bono en pesos (lo que permite mayores opciones a los inversionistas que quieran comprarlo o venderlo).

 
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