En Tucumán desarrollan un medicamento para tratar el Parkinson

En Tucumán desarrollan un medicamento para tratar el Parkinson
En Tucumán desarrollan un medicamento para tratar el Parkinson

Un consorcio de investigadores tucumanos desarrolló una nueva molécula en la lucha contra la enfermedad y fue patentada en Estados Unidos

La investigación iniciada hace 14 años por científicos de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) continúa avanzando hacia la creación de un medicamento que ayudaría a tratar el Parkinson.

Ayer, en el salón de actos del rectorado, la doctora Rosana Chehín presentó los avances del proyecto pegaso, que con el apoyo de la inversión pública y privada está cada vez más cerca de su objetivo. Pegasus (o DAD 9) es el nombre con el que se patentó la molécula creada en un laboratorio que serviría para combatir la enfermedad neuronal que afecta al sistema nervioso.

El proyecto se desarrolla en conjunto con investigadores de Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad de Buenos Aires (UBA) donde se realizaron las primeras pruebas que convencieron al ingeniero Claude Burgio, fundador de la empresa Sky Bio, para invertir en el proyecto.

El presidente del Conicet, Daniel Salamone, que participó ayer en el encuentro vía Zoom, destacó a todos los científicos que participaron en el proyecto y agregó: “este es el camino que queremos seguir, el de ayudar a las personas. “Este es un trabajo de muchos años y llevará aún más tiempo completarlo, pero este progreso da esperanza de que este es el camino”. Al mismo tiempo, valoró la inversión realizada por Sky Bio: “es sumamente difícil vincular el financiamiento de la investigación pública y privada, como sea que aquí pasó eso”.

Del encuentro también participó el profesor de la UBA, Óscar Varelade la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, cuyo equipo trabajó junto al de Chehín.

Proyecto en fase tres

Desde Washington DC, Charbel Moussa, profesor de la Universidad de Medicina de Georgetown, explicó que con la inversión realizada por Sky Bio pudieron continuar y profundizar el trabajo iniciado por el Immca y la UBA. Su traductor señaló que en Estados Unidos delinearon cinco pasos a seguir y que el proyecto ya está en la fase 3.

En primera instancia, los científicos de Georgetown produjeron la molécula Pegasus a mayor escala. El segundo paso fue ampliar el tipo de célula en modelos de animales pequeños. “Estos resultados fueron validados tanto por Georgetown como por la empresa Pronexus. Luego se ampliaron los estudios con la colaboración de la empresa Eurofins”, explicó.

“Ahora estamos terminando la fase tres y estamos planificando cómo abordar la fase cuatro, que se probará en animales más grandes, como perros”, explicó Moussa. Finalmente, si los resultados son positivos, el proyecto abordará la fase 5, que consistirá en encapsular el fármaco y probarlo clínicamente en personas.

Una de las palabras más esperadas fue la del ingeniero Burgio, quien aportó el capital económico para que la investigación nacida en nuestra provincia pudiera despegar. “Trabajamos juntos verbalmente durante siete años, sin firmar nada, simplemente buscando algo que nos ayudara a luchar contra el Parkinson. Creo que un desarrollo abre el camino a otro y ese es el camino”, resumió el empresario francés que hablaba bien español.

Repercusiones

“No existe en el mundo que, juntos, la academia y los investigadores de Tucumán y Buenos Aires, con el aporte de un ingeniero francés, hayan llegado a esto, por eso nos llena de orgullo: es la conjunción de Grandes equipos que están buscando una molécula que sirva para salvar vidas y ayudar a quienes padecen esta enfermedad”, destacó. luis medina ruizMinistro de salud.

“Tanto la UNT, Salud como el Conicet participaron en la investigación básica que luego dio lugar a la posibilidad de postulación gracias al aporte monetario de una empresa francesa que confió en nuestros investigadores y detectó el potencial de este proyecto. La UBA e investigadores de Estados Unidos se sumaron a la investigación y continuarán con la fase clínica en animales y luego en humanos para que finalmente tengamos un medicamento que nos ayude a abordar esta enfermedad”, anotó. Sergio Paganirector de la UNT.

“Animo a nuestros científicos a seguir trabajando en la investigación básica, porque es dura y sacrificada, muchas veces no tiene el resultado esperado e incluso puede tardar decenas de años en aplicarse; Pero si no hay investigación básica nunca habrá investigación aplicada, por eso tenemos que sostener la investigación en el país, porque tenemos lo más caro que es el capital humano. Tenemos que seguir comprometidos con nuestros investigadores”, concluyó Pagani.

 
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