Los hábitats espaciales inflables son un concepto relativamente nuevo en el ámbito de la exploración espacial. Aunque estas posibilidades ya se plantean desde los años 60, cuando la carrera espacial inicial estaba en su apogeo, sólo han empezado a tenerse realmente en cuenta cuando diversos pioneros de la industria espacial privada han entrado en juego y han conseguido reducir los costes de los proyectos.
Una de las muchas ventajas de estos hábitats es que pueden lanzarse empaquetados y desplegarse ya en el espacio, por lo que el tamaño inicial es mucho menor y, por tanto, los costes mencionados también. Una de las empresas que está trabajando en tecnologías de hábitats inflables es Max Space. La empresa es bastante nueva en la industria espacial privada, pero sus fundadores no.
El globo gigante que podría ser nuestra primera casa viajera en Marte.
Espacio máximo
Uno de ellos es Aaron Kemmer, que también estuvo detrás de la start-up espacial Made In Space y el segundo es Maxim De Jong, colaborador de Bigelow Aerospace. Hay que tener en cuenta que, esta vez, el objetivo es mucho mayor que en sus proyectos anteriores. Y se trata de crear un hábitat con un volumen presurizado de más de 10.000 m³.
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El proyecto tiene como objetivo enviar al espacio un hábitat con un volumen presurizado de más de 10.000 m³.
Un volumen así sería más que suficiente para establecer hábitats humanos permanentes no sólo en el espacio, sino también en las superficies de otros planetas. Se puede, por tanto, generar una estación espacial de una forma mucho más sencilla y económica que las que se han enviado al espacio hasta la fecha. El proyecto se basa en una arquitectura ampliable con elementos estructurales desacoplados.
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Gracias a ello, el hábitat se puede lanzar con un solo cohete espacial y además es escalable. Esto implica que, según sus creadores, es posible poner en órbita el volumen de toda la Estación Espacial Internacional en una sola misión y a un coste mucho menor. La estructura del hábitat hinchable está fabricada en un material de grado balístico y, tal y como afirman sus fabricantes, mucho más resistente que las estructuras metálicas actuales.
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La compañía Max Space afirma que el hábitat tiene una masa menor que cualquier otra arquitectura presurizada, pero por ahora no ofrecen más detalles al respecto. Según las previsiones, se espera que el primer hábitat de este tipo viaje al espacio en 2026, cuando está previsto el primer vuelo de prueba de la tecnología con la ayuda de un cohete SpaceX.
Para condiciones extremas
El globo está fabricado con un material de grado balístico mucho más resistente que las estructuras metálicas actuales.
Max Space planea producir hábitats de este tipo de tamaños muy diferentes para adaptarse a diferentes circunstancias. Hay muchos usos potenciales para este tipo de proyectos en el futuro, que pueden ir desde estaciones orbitales hasta la instalación de posibles bases en la superficie de la Luna o incluso en Marte.
El globo gigante que podría ser nuestra primera casa viajera en Marte.
Espacio máximo
Si quieres conocer más sobre estos nuevos hábitats hinchables y todo lo que son capaces de conseguir, sólo tienes que echar un vistazo al vídeo que acompaña este artículo.
