Por Waldo Mendiluza
Por supuesto, es algo especial acudir a unos Juegos Olímpicos con la posibilidad de subir al podio, pero el mero hecho de poder representar a tu país es una experiencia importante para cualquier deportista, el monarca estival de Barcelona-1992 y mundial. poseedor del récord, dijo a Prensa Latina. con 2,45 metros, marca establecida hace casi 31 años.
El Soto, como le llaman cariñosamente en la isla, se encuentra en París invitado junto a otras glorias del deporte universal, en activo y retirados, a un acto promocional organizado por el gigante de la indumentaria deportiva Adidas.
Según el también seis veces campeón del mundo (cuatro bajo techo y dos al aire libre), los Juegos Olímpicos pueden ser considerados la máxima expresión del deporte y les granjean un orgullo infinito.
Aunque el natural de Limonar, Matanzas, dejó de competir hace 56 años, hablar del tema de la fiesta bajo los cinco aros resulta evidentemente agradable y familiar para él.
Por eso acepta entrar en un terreno complicado, el de los pronósticos, en particular la marca necesaria para conquistar la gloria olímpica en el salto de altura en París-2024, cita prevista del 26 de julio al 11 de agosto.
Decir la marca exacta es difícil, porque en los Juegos Olímpicos hay mucha presión y depende de las estrategias, sobre todo cuando hay varios saltadores con opciones; En el contexto actual, creo que el podio más alto podría ser de 2,36 o 2,37 metros, afirmó.
Respecto a las posibilidades del cubano Luis Enrique Zayas en la Ciudad Luz, Sotomayor estimó que mejorar un par de centímetros su mejor salto (2,33) estaría entre los candidatos a medalla.
Inevitable es la cuestión del récord mundial logrado en Salamanca, España, el 27 de julio de 1993, un resultado que ahora mismo parece de otro planeta.
Cuando logré mi primer récord universal, 2,43 en 1988 en la propia Salamanca, no imaginaba -explicó- que casi 36 años después continuaría con este honor, porque desde el salto inicial de dos metros, en 1912 por el estadounidense George Horine, por lo general las marcas no duran mucho.
El Soto se superó dos veces, en julio de 1989 con el 2.44 de San Juan, Puerto Rico, y el galáctico 2.45.
Algunos atletas han intentado romperlo, pero sinceramente no puedo predecir quién y cuándo lo superarán, confesó.
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