Brasilia (EFE).- El Banco Central de Brasil mantuvo el tipo de interés básico en el 10,50 % anual ante el aumento de la inflación y pese a las presiones del Gobierno, una decisión que rompe el ciclo de siete recortes consecutivos iniciado en agosto del año pasado .
Los miembros del Comité de Política Monetaria de la institución tomaron la decisión por unanimidad y en un comunicado resaltaron el escenario global “incierto” y los precios que tienden a volver a subir.
Intereses con un proceso desinflacionario “más lento”
Según el Banco Central, la situación actual se caracteriza por un proceso desinflacionario “más lento”, que requiere “serenidad y moderación”, después de que la inflación interanual se situara en mayo en el 3,93%, un aumento frente al 3,93%. 69% abril.
Además, la institución dejó un mensaje al Ejecutivo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, afirmando que sigue “cuidadosamente” la política fiscal y que debe ser “creíble” y estar comprometida con la sostenibilidad de la deuda para ayudar a mantener los precios bajo control. .
Banco central con un compromiso firme
En cuanto a los próximos pasos, el Banco Central dijo que los cambios futuros en la tasa de interés estarán dictados por su “compromiso firme” con la convergencia de la inflación hacia la meta, que permite que el índice alcance un máximo del 4,5%.
La decisión se produce en medio de las críticas de Lula al presidente del banco, Roberto Campos Neto, a quien acusó en una entrevista radial el martes de querer “dañar” al país manteniendo las tasas de interés en un nivel alto.
Lula también dijo que Campos Neto tiene un “lado político” por su cercanía con el gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, aliado del expresidente Jair Bolsonaro y posible candidato presidencial.
La tensión entre Lula y Campos Neto no es nueva; Desde que el líder brasileño asumió el cargo en enero de 2023, ha pedido una reducción más rápida de las tasas de interés para impulsar la economía.
Hasta agosto pasado, cuando comenzaron los recortes, la institución monetaria mantuvo las tasas en 13,75% anual durante casi un año para enfrentar la inflación resultante de la apertura económica tras la pandemia de covid-19.
Ya en la reunión de mayo, los miembros de la dirección del Banco Central optaron por un recorte de 0,25 puntos porcentuales, en lugar de 0,50, ante un escenario económico complicado.
