Golden Goose: Las zapatillas ‘sucias’ que gustan a Taylor Swift y que nacieron en un garaje de Venecia se hacen públicas

Golden Goose: Las zapatillas ‘sucias’ que gustan a Taylor Swift y que nacieron en un garaje de Venecia se hacen públicas
Golden Goose: Las zapatillas ‘sucias’ que gustan a Taylor Swift y que nacieron en un garaje de Venecia se hacen públicas

Cuando hace poco más de dos décadas, los empresarios Alessandro Gallo y Francesca Rinaldo bautizaron a su criatura Golden Goose, no imaginaban lo acertado que resultaría ese nombre. Sus zapatillas de deporte, sucias y descuidadas, rápidamente se convirtieron en calzado de culto y el 21 de junio llegarán a la Bolsa de Milán con una valoración de mil millones de dólares.

Las zapatillas surgieron lejos de las capitales de la moda, en un pequeño garaje veneciano reconvertido en estudio, y en poco tiempo revolucionaron el mercado. Sus creadores consiguieron que miles de usuarios a ambos lados del Atlántico, entre ellos numerosos famosos, pagaran entre 400 y 600 euros por lucir unas zapatillas nuevas que parecen ya desgastadas de fábrica e incluso remendadas.

Cuando los primeros Golden vieron la luz, en el año 2000, el concepto era nuevo, con él consiguieron distanciarse de los gustos de la mayoría y conquistaron un hueco en el exclusivo sector del lujo. Estas famosas zapatillas, hechas a mano, con su característica estrella incompleta cosida a mano e inspiradas en el estilo.patinadorhan experimentado una expansión meteórica.

La compañía, propiedad del gigante del capital riesgo Permira, anunció esta semana el rango de precio de sus acciones: entre 9,5 y 10,5 euros. De esta forma, su capitalización se situará en la horquilla entre los 1.700 y los 1.900 millones. Los propietarios, que colocarán en Bolsa el 30% del capital social actual, esperan recaudar con la operación unos 558 millones de euros. Supondrá el mayor debut en la Bolsa de Milán desde mayo del año pasado, cuando la empresa que gestiona la lotería italiana, Lottomatica, recaudó 600 millones. La marca prevé utilizar los ingresos para pagar parte de su deuda de 480 millones de euros. Para convencer a los inversores, la empresa les ofrece el caramelo de un crecimiento ambicioso. El objetivo es facturar 1.000 millones de euros en 2029, frente a los 587 millones de 2023.

Golden Goose cuenta con doscientas tiendas repartidas en 85 países y cuenta con 1,5 millones de clientes recurrentes, entre los que se encuentran celebridades como Taylor Swift. Sus diseños únicos, sin equivalentes en la competencia, y su modelo de cocreación, que ofrece al consumidor la opción de personalizar el producto, configuran su fórmula de éxito.

Una fórmula propia

Paola Cillo, profesora de la Universidad Bocconi de Milán, cree que la marca ha tenido éxito al ofrecer a los clientes una plataforma para expresarse. “Las marcas de moda, especialmente las de alta gama, están ligadas a un concepto un tanto anticuado de imponer un estilo, una forma de vestir, que muchas veces es la visión del diseñador que interpreta la marca en ese momento. “La fuerza de Golden Goose reside en ofrecer a los consumidores la posibilidad de utilizar la marca, su ropa y sus zapatillas para afirmar su singularidad”, señala. El experto destaca que su oferta es muy diferente a la del resto de marcas de alta gama. “Obviamente, el producto es hermoso y está bien hecho, como muchas creaciones. hecho en Italia, pero está claro que ese no es el elemento distintivo de Golden Goose, al no ser de ninguna marca de alta gama. El elemento distintivo es lo inherente a la marca, la estrella rota, que muestra la perfección de la imperfección, y habla de la belleza de ser único”, señala.

Taller Golden Goose en Milán (Italia).Claudia Greco (Reuters/Contacto)

Otro de los puntos fuertes de la marca ha sido su capacidad para anticiparse a las tendencias del mercado, que han hecho del calzado deportivo un complemento cada vez más presente en el armario, también en contextos que antaño requerían vestimenta más formal. . El profesor Cillo señala estudios de la consultora Bain & Company que indican que, de 2010 a 2022, el mercado del calzado deportivo creció a un ritmo anual constante del 20%, y se ha convertido en el segmento líder del calzado durante los últimos 14 años. “El crecimiento de Golden Goose ciertamente ha estado ligado a su intuición de centrar sus esfuerzos en el deporte, su principal identificador. Además, la firma ha transformado el concepto de ‘verse bien’ en el concepto de ‘sentirse bien’, explica Cillo.

Las finanzas de la firma de calzado, que a lo largo de su historia prácticamente no han hecho más que subir, resultan especialmente atractivas para los fondos de inversión, que han ido entrando y saliendo uno tras otro del capital de la empresa. La mayoría ha conseguido rentabilizar su inversión y en menos de cinco años.

La primera en apostar por las zapatillas con aspecto usado fue Dgpa Capital, que en 2013 se hizo con el 75% de la empresa. Los socios fundadores mantuvieron una participación del 25% en la empresa, valorada entonces en 45 millones. La velocidad del crecimiento se aceleró con el paso de los años, lo que atrajo la atención de otros fondos de inversión. En 2018, el fondo estadounidense Carlyle ofreció 400 millones de euros por la empresa.

A partir de ahí comienza un periodo de fuerte expansión internacional para el grupo. La diversificación hacia otros productos como ropa y complementos ya estaba en marcha, pero el calzado siguió siendo el principal activo de la marca y representó cerca del 90% de la facturación total. Durante este período los fundadores abandonan la empresa.

En 2020, el fondo Permira puso sobre la mesa un cheque por casi 1.300 millones para adquirir la firma. Los analistas se muestran generalmente optimistas sobre el futuro del mercado de valores. Sin embargo, algunos señalan ciertos puntos débiles de la marca, y recuerdan que la diversificación de productos que ofrece aún es baja, aunque está creciendo y su principal oferta, el calzado deportivo, representa gran parte de sus ingresos. Por otro lado, sería difícil pensar en un crecimiento muy elevado, ya que, como señala Fitch Ratings, para Golden Goose vender más podría ser contraproducente y comprometer “el posicionamiento de la marca, que se basa en el concepto de escasez, artesanía y un número limitado de modelos. Cillo también pone sobre la mesa otros desafíos: mejorar la gobernanza de la empresa y educar a los inversores sobre la volatilidad en el negocio del lujo.

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