En un mercado tan saturado y complicado como el de la cosmética, hay una marca española que está marcando su propio camino, nacida de una ONG, Árboles 4 Humanidad.
Aunque en el siglo XXI las marcas de cosmético (y las empresas en general) deben posicionarse claramente en términos de compromiso sostenible; este compromiso suele ser difícil de detectar para el consumidor. Sin embargo, la sostenibilidad puede resultar muy atractiva, como demuestra la española Glessy, que huye de la frivolidad y basa su posicionamiento en colores atrevidos y mensajes provocadores dirigidos a aquellas personas que buscan una belleza duradera y sostenible desde dentro hacia afuera.
Fundada y dirigida por Marina Léon y Fernando Cervigón, esta nueva marca de cosmética nace del corazón de Árboles 4 Humanidada ONG que se encarga de diversos proyectos en el área ambiental y del que también son fundadores. La idea era crear un proyecto que pudiera apoyar financieramente a Trees 4 Humanity y generar sinergias, para que ambas marcas trabajen por los mismos objetivos y con la misma visión: recuperar la biodiversidad, reforestar zonas degradadas, buscar alternativas a los microplásticos, luchar contra la sequía. …
Basándose en su propia experiencia, sus fundadores buscaron ofrecer cosméticos libres de químicos y tóxicos y respetuosos con nuestro cuerpo, el planeta y las personas que viven en él.
Prioridades y compromisos
Una de las prioridades de Glessy es generar oportunidades laborales para más de 1.500 mujeres en riesgo de exclusión, mujeres que son el pilar de sus familias en varias regiones de África. En concreto, estas mujeres llevan a cabo un innovador proyecto de reforestación en el que se eliminan los plásticos mediante un novedoso sistema de macetas biodegradables en Uganda y Kenia.
El compromiso de Glessy para salvar ecosistemas No sólo es económico (ya que parte de los beneficios se destinan), sino que además trabajan activamente para compensar las emisiones mediante el cálculo de la huella de carbono. Esto se hace desde la producción hasta el envío, con el fin de utilizar los procesos de menor impacto en cada fase para convertirse en carbono neutral. Glessy se ha marcado el objetivo de reforestar 40.000 árboles de aquí a 2024 en distintos puntos del planeta (desde Cantabria hasta Uganda o Kenia).
Al involucrarse directamente en los proyectos, la marca logra optimizar los recursos y mejorar la calidad del impacto sobre el terreno. Glessy se identifica con la cosmética consciente y busca demostrar que los ingredientes naturales no son sólo un lujo, sino que son compatibles con la expresión de la cosmética moderna, sin ser exclusivos de los perfiles más activistas.
Es un compromiso rotundo con el planeta, ingredientes orgánicos de alta calidad y compromiso social. Tres principios fundamentales para una marca que combina la sostenibilidad con un diseño disruptivo, con nombres hooligan, colores llamativos y frases divertidas (como “Sexy as F*uck”, “Glow Tonic”, “Don’t be a Sugar Mama” o “ Bailando ¿Qué pasa?) con el que pretenden cambiar las reglas del juego.
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