Un salto que no se veía desde hacía mucho tiempo. Eso es lo que ocurrió en el mercado inmobiliario en abril, cuando las estadísticas notariales registraron un incremento en la compraventa de viviendas del 25,2% respecto al año anterior. En concreto, ese mes cambiaron de dueño 61.683 viviendas. España no había superado la barrera de las 60.000 operaciones desde junio de 2023 y no experimentaba un incremento tan grande del negocio inmobiliario desde enero de 2022. Pero entonces el contexto era muy diferente: el mercado se comparaba con meses de anemia por el efecto de la covid -19 (enero de 2021, por ejemplo, fue un periodo de nuevos confinamientos por lo que se conoce como tercera ola de la pandemia).
En esta ocasión lo que ha jugado a su favor es la estacionalidad. Como la Pascua cayó en marzo, las operaciones se desaceleraron ese mes y posiblemente muchas empresas se pospusieron hasta abril. Además, coincide que en 2023 las vacaciones sí cayeron en el cuarto mes, por lo que la comparación con el año anterior ahora es favorable para el crecimiento. Si se ignoran los vaivenes de la pandemia y su recuperación, por ejemplo, se puede encontrar un incremento porcentual similar en marzo de 2017, cuando ocurrió algo similar (el año anterior el mercado había sufrido el paréntesis festivo y ese año no lo hizo). entonces). .
En cualquier caso, las estadísticas notariales, que se diferencian de las oficiales del INE porque toman datos de los registros de la propiedad, vienen mostrando una cierta reactivación del mercado desde principios de año. Esta empezó a descender a finales de 2022, tras el repunte del fin de la pandemia (luego jugaron a su favor la demanda que había quedado atrapada en los confinamientos, el ahorro forzoso que experimentaron muchos hogares y unos tipos de interés muy favorables) y coincidiendo con con un endurecimiento en la concesión de crédito, tras la subida de los tipos de interés oficiales para combatir la inflación.
El signo del mercado volvió a ser positivo el pasado mes de enero, según cifras notariales. Muchos expertos consideran esta serie una especie de indicador adelantado de lo que, con un par de meses de retraso, muestran después las estadísticas oficiales, que todavía no reflejan esa mejoría. En cualquier caso, sí parece que el mercado está cerca de encontrar su equilibrio y normalizarse tras años de altibajos provocados por la crisis pandémica. Además, se espera que este jueves el Banco Central Europeo inicie la senda de bajada de tipos de interés, que desde 2022 ha provocado un aumento sin precedentes del coste del crédito.
Esto debería alentar a un mercado hipotecario que sufrió incluso más el año pasado que las transacciones mismas. Ahora, en consecuencia, muestra un mayor rebote. Las 30.147 hipotecas para adquisición de vivienda comunicadas por los notarios españoles en abril suponen un crecimiento interanual del 37,8%. En este caso, tenemos que esperar hasta el verano de 2021 para encontrar un precedente similar. Los datos también indican que el importe medio de los préstamos aumentó un 0,9% interanual, hasta alcanzar una media de 147.543 euros.
Este último dato podría ser una señal de que los bancos han comenzado a mover su oferta, dada la inflexión esperada de la política monetaria, para atraer más clientes. En 2023, los prestatarios tendieron a pedir cantidades más pequeñas al banco y recurrir a los ahorros en la medida de lo posible, una forma de contener los pagos mensuales de los préstamos. Y ello a pesar de que los precios de la vivienda han seguido aumentando durante todo el periodo, tanto cuando el volumen de contratación bajaba como ahora que vuelve a subir. En abril, el precio medio de las operaciones firmadas ante notario se situó en 1.669 euros el metro cuadrado, un 5% más que un año antes. La continua subida de precios agrava el problema de accesibilidad a la vivienda que España tiene desde hace tiempo.
Cantabria (32,6%), Baleares (27,7%) y La Rioja (22,1%) lideraron el crecimiento regional del precio de la vivienda, que, por el contrario, se abarató en País Vasco, Asturias, Aragón, Castilla-La Mancha. y Navarra. Baleares, con 3.786 euros el metro cuadrado, se mantuvo como el territorio con las viviendas más caras, seguida de Madrid y País Vasco. En cuanto a la actividad, el volumen de ventas se disparó en La Rioja (un 51% más que en el mismo mes de 2023), Extremadura (48,2%) y Castilla y León (37,8%). En Baleares el mercado se contrajo un 3,1%.
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