Con la reventa de Nutresa por unidades de negocio, los Gilinski apuestan a triplicar su inversión

Con la reventa de Nutresa por unidades de negocio, los Gilinski apuestan a triplicar su inversión
Con la reventa de Nutresa por unidades de negocio, los Gilinski apuestan a triplicar su inversión

Cuando la familia Gilinski se propuso conquistar Grupo Nutresa el 10 de noviembre de 2021, a través de una oferta pública de acciones (opa) en la que propusieron pagar $7,71 por acción en ese momento, casi 50 por ciento más que el precio registrado en la bolsa de valores en ese momento. En aquel momento, era clara la intención de fortalecer la organización para convertirse en la primera multinacional de origen colombiano, según afirmaron los inversores, algo que harían realidad con el apoyo y la experiencia en el sector alimentario de su socio árabe, el Holding Internacional. Co. (IHC).

Sin embargo, luego dos ofertas públicas de adquisición más (marzo y mayo de 2022), que dejaron a los Gilinski con alrededor del 32 por ciento de las acciones de Nutresa; una serie de disputas internas con otros socios de la empresa (Sura y Argos) por el control de su directorio, que amenazaban con llegar a los tribunales, y un Acuerdo Marco (15 de junio de 2023) que puso fin a la participación de Sura en Nutresa y generó la salida de inversionistas vallecaucanos de la estructura accionaria de Suramericana de Inversiones, la posibilidad de que Nutresa se convierta en la primera ‘multinacional criolla’ se disipó con el anuncio realizado esta semana de que las unidades de negocios que integran dicha organización se venderán por separado.

Según confirmó EL TIEMPO con fuentes del mercado, Los Gilinski venderán las ocho unidades de negocio por separado en transacciones que esperan cerrar este año. De hecho, ya están analizando algunas propuestas de inversionistas de Estados Unidos, Europa, México y Brasil, lo que les hace suponer que podrían recibir alrededor de 12 mil millones de dólares. 3,5 veces más de lo que pagaron por todo el grupo, del que hoy tienen el 99,4 por ciento.

Al interés por los activos de dicha organización se sumó esta semana algunas empresas de alimentos de origen español que solicitan información sobre los negocios de Nutresa en venta.luego de que se conociera la intención de los Gilinski de segmentar el recién adquirido grupo, según confirmó a esta editorial una firma especializada en facilitar este tipo de procesos en el país.

La empresa de galletas Noel, con más de 100 años de operaciones, es otro de los segmentos clave dentro de la estructura empresarial de Grupo Nutresa.

Foto:Guillermo Ossa

que esta a la venta

Y lo que está a la venta no es sólo una organización con más de 100 años de tradición en el país, si tenemos en cuenta que la semilla de lo que hoy es Nutresa se sembró en 1920 con la creación de la Empresa Nacional de Chocolates de la Cruz Roja.

Hoy, esta organización empresarial cuenta con ocho unidades de negocio en los segmentos de chocolates, galletas, helados, carnes, café, pastas, bebidas frías (Tresmontes Lucchetti) y alimentos de consumo, con marcas como Starbucks y El Corral, entre otras.

Son más de 63 marcas las que comercializa a través de estas unidades en 18 países, desde Estados Unidos hasta Chile, en los que tiene instalada una red de 46 plantas productivas, la mayoría de estas (29) en Colombia.donde también tienen su centro de operaciones y genera cerca del 60 por ciento de sus ventas totales.

Sólo el año pasado, en medio de turbulencias económicas, Grupo Nutresa vendió cerca de 19 mil millones de pesos, mientras que las ganancias sumaron más de 720.000 millones. La empresa, a través de sus unidades de negocios, tiene una participación de mercado consolidada del 50,2 por ciento en el país, señala un informe.

Cambio de estrategia

La inminente venta de Nutresa, además de despertar el interés de inversionistas como Nestlé, Mondeléz y Univeler, entre otros, disparó el valor de su acción, que dada su concentración ha perdido liquidez en la Bolsa de Valores (BVC). Sin embargo, El título de la empresa alcanzó esta semana un máximo de 65.000 pesos, superando ampliamente el valor pagado en la reciente OPA. Sólo en la última sesión de negociación de la semana el título de la empresa subió casi un 17 por ciento. en medio de la expectativa generada por el anuncio de sus mayores accionistas de segmentar la organización para sacar el mejor provecho de su inversión.

¿Pero qué oportunidad ven hoy los dueños de Nutresa que quizás no atendieron en su momento en el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA)?

Para algunos expertos en fusiones, compras y ventas de empresas en el país, en el mundo empresarial todo es una oportunidad, aunque en esta operación en particular puede haber incluso aspectos culturales muy propios de la idiosincrasia antioqueña.

“Aquí hay varias consideraciones importantes. Uno de ellos es una cuestión cultural y es que el GEA tenía una noción de cohesión empresarial y no estaba en su idea separar aquellas operaciones que generaban valor social integradas en una sola organización. y con un gobierno corporativo especial que los empoderó en todos los ámbitos”, explicó.

Pero no fue lo que terminaron viendo los Gilinski, según la fuente que confirmó a EL TIEMPO la intención de vender Nutresa.

“Hoy las empresas multinacionales tienen sus negocios muy enfocados, las que hacen galletas no les interesa estar en el negocio de la carne, por ejemplo, entonces la manera de maximizar valor no es mirar a Nutresa como un holding sino como una empresa microsegmentada en su vertical. Entonces lo que termina pasando es que las empresas que operan en determinados negocios compran lo que realmente les interesa y potencian sus mercados y lo que finalmente lleva es maximizar el valor de la estructura”, comentó.

Mauricio Rodríguez Múnera, experto en Liderazgo y Alta Dirección y profesor de varias universidades, señala que: “Gilinski tuvo la capacidad de identificar una excelente empresa con una acción muy subvaluada y la audacia de comprarla en un momento de gran incertidumbre por la turbulencia política, social y económica que vive Colombia desde el estallido social”.

Sin embargo, no cree que estos activos puedan venderse por 3 o 4 veces el precio que pagó por la organización, aunque no duda de que él y sus socios árabes obtendrán enormes beneficios.

Jaime y Gabriel Gilinski (padre e hijo) durante una de las primeras juntas de accionistas de Grupo Sura, cuando adquirieron, mediante ofertas públicas de adquisición, más del 32 por ciento de esa organización.

Foto:Cortesía

Impacto en el país

Opiniones compartidas por otros expertos consultados, para quienes no cabe duda de que los inversionistas vieron una oportunidad de mercado en una empresa que, como muchas otras en el país, están subvaluadas, por lo que aprovecharon el momento para ingresar.

“Sin duda los Gilinski compraron un negocio muy barato y ahora van a salir a vender rápido, segmentado y cuando la empresa haya adquirido un valor relevante, estrategia que les dejará buenas ganancias”, dijo el experto en adquisiciones y fusiones consultado, quien agregó que esta operación llevará a reflexionar sobre cómo un mercado tan ilíquido como el colombiano puede afectar el valor de un activo que termina comprándose en el mercado de capitales muy barato.

También se destaca que si los inversionistas de estas unidades de negocios son diferentes, el resultado será una cultura corporativa diferente y esto traerá una mejora importante al aparato empresarial colombiano en términos de gobierno corporativo y en la forma de ganar eficiencias.

“Para efectos del mercado colombiano hay algo interesante, porque así como las OPA fueron los negocios de 2022 y 2023, la venta de estas unidades serán los grandes negocios de 2024 y 2025 y eso lleva a un posicionamiento empresarial muy interesante. del Grupo Gilinski. Bueno, lo deja en una posición de efectivo muy interesante. No se puede ignorar que son inversionistas muy inteligentes, astutos, y sin duda habrá algún negocio local, regional o internacional que luego les llame la atención”, afirmó la fuente.

Rodríguez Múnera, por su parte, sostiene que en Colombia hay varias empresas cuyo precio de mercado es inferior a su valor en libros, lo cual es muy atractivo, considerando que son firmas muy sólidas y muy bien administradas.

“Es posible que en los próximos años veamos a más inversores con el apetito de riesgo de Gilinski comprando acciones baratas, apostando por una Colombia próspera en la era post-Petro”, señaló el experto.

 
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