Las grandes empresas que se beneficiaron durante la crisis provocada por la guerra en Ucrania están empezando a moderar sus márgenes de negocio. Los datos publicados este viernes por el Banco de España muestran que, en el segundo semestre de 2023, las empresas suministradoras de energía tuvieron un ligero descenso en este indicador, rompiendo así la tendencia alcista que se había observado en el último año y medio. La tarifa aún está muy por encima de los niveles prepandemia, pero coincide con la abrupta bajada del coste de la electricidad, por lo que es muy probable que los márgenes sigan ajustándose durante 2024.
Desde el segundo semestre del año pasado se observa una tendencia a la baja en los precios del gas y la electricidad como consecuencia del aumento de la producción de energías renovables, la optimización de los procesos de distribución y el acceso a recursos más baratos en el mercado global. No en vano, España ha sido el segundo país de la Unión Europea donde más cayó el precio de la electricidad entre julio y diciembre de 2023 respecto al primer semestre de ese año -un 30%, según datos de Eurostat-. Esto ha provocado que los márgenes de ventas de los subsectores vinculados a la producción y distribución de combustibles, que habían mostrado fuertes aumentos durante la crisis energética, continúen una tendencia decreciente desde finales de 2022, en línea también con la normalización de los precios del petróleo. . Ya en noviembre el barril de Brent alcanzó los 82 dólares, un valor anterior al ataque de Hamás a Israel un mes antes.
En el caso de la cadena agroalimentaria, los márgenes aumentaron ligeramente, pero con una evolución heterogénea en sus distintos subsectores. Las ventas en agricultura aumentaron con fuerza (si bien hay que tener en cuenta que se excluye a los autónomos, con alta presencia en este sector), pero los márgenes en el comercio alimentario encadenan descensos desde 2021, sin que se reviertan las contracciones experimentadas . durante la crisis energética. La industria alimentaria en su conjunto también se mantiene en niveles muy inferiores, aunque en el último semestre de 2023 empezó a mejorar sus números. Hay otro sector industrial que se ha desplomado: las empresas vinculadas a la producción de piezas de automóviles y otros medios de transporte.
Por el lado del sector servicios, las noticias también son positivas. Aquellas empresas vinculadas al turismo y al transporte registraron un ligero incremento que coincide con la tendencia de relativa estabilidad en la que operan, luego de haber recuperado el nivel prepandemia, mientras que el resto –como el comercio mayorista, la reparación de vehículos, las agencias de información y comunicación, actividades inmobiliarias o compañías financieras y de seguros—han mejorado mucho. Es posible que estas empresas sigan presentando cifras en alza al menos durante el primer semestre de 2024 como consecuencia del aumento de precios. Desde principios de año, este grupo del IPC viene mostrando incrementos interanuales que en el caso de hoteles, hostales y servicios de alojamiento ya representaron en marzo un 9% más respecto al año anterior, según el INE.
El indicador de márgenes empresariales muestra la relación entre el beneficio operativo bruto de las grandes empresas y sus ventas. Por lo tanto, un aumento no necesariamente representa una tendencia al alza en las ganancias registradas por las organizaciones. El parámetro es útil para analizar otras variables y, por ejemplo, saber si el aumento se debe a la optimización de recursos por parte de la empresa; a factores externos, como el aumento de los tipos de interés; o a una transferencia del incremento de los costos de producción a bienes y servicios.
La espiral inflacionaria de los últimos años fue uno de los motivos que impulsaron la creación del observatorio del Banco de España, creado el año pasado por el Ministerio de Economía y el Ministerio de Hacienda. La inflación comenzó a repuntar en 2021 con la reactivación de la demanda tras la pandemia y el atasco en las cadenas de suministro; y la situación empeoró a partir de febrero de 2022 con la guerra en Ucrania. La persistencia de los precios elevados en el tiempo motivó entonces la decisión de seguir la evolución de los márgenes, para discernir si los aumentos de precios se debían a mayores excedentes empresariales o a un aumento de los costes debido a factores exógenos.
En ediciones anteriores, el observatorio, así como los datos publicados por la propia Agencia Tributaria, mostraban una transferencia de costes a los precios de venta finales por parte de aquellos sectores con mayor poder de mercado y demanda inelástica —es decir, poco sensible a cambios en el precio, como el de la energía. Pero en este caso la tendencia se ha invertido, como esperaban los economistas en un contexto de moderación de precios. La relajación del Índice de Precios de Consumo (IPC) ha permitido a su vez a otras empresas, duramente castigadas desde la irrupción de la covid, recuperar los márgenes previos a 2019. Es el caso de la industria -excluidos los sectores energético y alimentario-, impulsada al alza en algunos sectores como la fabricación de bienes de equipo o las empresas químicas.
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