Aunque los coches eléctricos son, desde hace varios años, la gran promesa de la sostenibilidad, actualmente nos encontramos en un punto muerto. El litio es el gran obstáculo para esta posibilidad, aunque eso podría estar a punto de cambiar gracias a un revolucionario pila de combustible que no requiere catalizador. Este podría ser un paso muy importante en el desarrollo de un motor de hidrógeno de bajo coste.
La movilidad sostenible y el reto del litio
Las baterías actuales de coches eléctricos utilizan un ánodo (electrodo con carga negativa) que emite electrones hacia un cátodo (electrodo con carga positiva). Estos electrones circulan a través del agua almacenada en las celdas de la batería para separar el hidrógeno del oxígeno mediante electrólisis.
El elemento clave en todo este proceso es el platino.que sirve como catalizador para iniciar las reacciones químicas que impulsan los vehículos eléctricos.
Aunque esta tecnología ha supuesto una reducción de los costes de producción de los coches eléctricos en los últimos años, siguen siendo muy elevados. La causa de este problema es principalmente el platino utilizado como catalizador.
El platino es uno de los metales PGM utilizados para esta función y resulta ser un metal muy raro y muy caro de extraer. También hay que tener en cuenta el impacto medioambiental que supone la obtención de platino para baterías.
La pila de combustible que soluciona el problema del litio
Una investigación realizada conjuntamente por Estados Unidos, Japón e Israel ha encontrado una solución elegante al problema que nos ocupa. Utilizando una fina capa de plata en lugar de platino, se ha logrado una eficiencia cercana al 100% en la producción de energía para motores eléctricos.
La plata es un material mucho más fácil y económico de obtener, y Reduciría en gran medida el coste de producción de los motores eléctricos.. Además, se trata de una tecnología mucho más sencilla que se puede adoptar en cualquier fábrica de automóviles.
Esto podría ayudar a cumplir el objetivo de sustituir todos los motores de combustión interna para 2035.
Esta nueva generación de baterías utilizaría un recubrimiento de plata y paladio donde anteriormente se utilizaban metales PGM. En lugar de pilas de agua, se utilizarían pilas de vacío que permitirían una circulación de electrones mucho más eficiente que las tradicionales de iones de litio.
También hay que tener en cuenta el reciclaje de las baterías de litio, que permite recuperar una pequeña porción de material de dispositivos electrónicos y baterías solares. Sin embargo, esta fracción no es suficiente para satisfacer la demanda actual del mercado.
Con esta nueva tecnología, gran parte del material utilizado podría recuperarse mediante el reciclaje para complementar la producción y satisfacer eficientemente la demanda.
El programa Zeus y la electrificación de la UE
Se espera que para 2050 las reservas mundiales de litio se hayan agotado, lo que conduciría a una crisis ecológica, social y económica global. Por eso la Unión Europea se ha comprometido a invertir el 2% de su PIB en electrificación sostenible durante los próximos 10 años.
Este innovador motor eléctrico que no requiere platino ni catalizadores es una parte importante de este ambicioso proyecto. Estamos ante la posibilidad de que, en un futuro próximo, grandes marcas como Toyota y Tesla produzcan coches eléctricos baratos a gran escala. Con el tiempo, se producirían coches eléctricos baratos y sostenibles en todo el mundo.
Pero este descubrimiento no sólo promete revolucionar la industria del automóvil. El recubrimiento de plata podría implementarse en las baterías de todas las tecnologías que se utilizan actualmente (móviles, paneles solares, maquinaria industrial, etc.).
En definitiva, podemos establecer que las siguientes son las grandes ventajas de la plata en baterías nuevas:
- Menor costo de producción
- Fabricación sencilla
- Alta eficiencia energética
- Menos impacto ecológico
- Sin riesgo de monopolios
- Mayor capacidad de reciclaje
- Posibilidad de sustituir la batería de litio en todos los productos.
Conclusión
Vivimos en una era de grandes cambios sociales, culturales y económicos. Esperamos que, en los próximos años, cada vez más países se sumen a este proyecto de nuevos motores eléctricos que ayudarán a reducir la huella de carbono y mejorar la calidad de vida en el mundo.
