El voraz consumo energético de la IA revoluciona el mercado eléctrico

La luz que utilizan los centros de datos es enorme y rompe el sector energético; Si España quiere aprovechar el ‘boom’ deberá invertir miles de millones en la red.

La inteligencia artificial (IA) y los centros de procesamiento de datos (CPD, o centros de datos) que la hacen posible, se encuentran con un cuello de botella: el consumo eléctrico que necesitan para funcionar. Es tan gigantesco que lo trastoca todo.el mercado mundial de la electricidad.

Gigantes tecnológicos como Amazon, Google, Microsoft y Meta (Facebook, Instagram y WhatsApp) están arrasando con la mayoría de los contratos de suministro eléctrico (PPA) a largo plazo que llegan al mercado (ver información adjunta).

Irlanda, que ha liderado Europa en centros de datos, ha comenzado a restringir su desarrollo, ante el desbordamiento del consumo eléctrico en estas instalaciones, que consumen ya casi el 20% de toda la electricidad del país.

Estos son sólo algunos ejemplos de una revolución que ha cogido a todos por sorpresa y supera cualquier estimación. Aunque se sabe desde hace años que los CPD son devoradores de energía, el consumo está creciendo exponencialmente debido a la presión de la IA. Si a esto le sumamos las llamadas granjas de criptomonedas, o minería, -grandes instalaciones para procesar datos de estas monedas digitales-, se genera un cóctel Molotov para el sector energético.

¿Transición o revolución?

Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), el consumo mundial de electricidad para dar servicio a los centros de datos y sus negocios paralelos (IA, criptomonedas y redes de telecomunicaciones relacionadas) se ha duplicado en siete años, sumando casi 900 teravatios hora (TWh) por año. Es el triple de lo que consume España.

Esta revolución llega en un momento crucial para el sector. La transición energética que han emprendido la mayoría de los países desarrollados se ha centrado en la descarbonización de la economía, eliminando los combustibles fósiles en favor del aumento del consumo eléctrico.

Electrificar la economía

Esto es lo que se ha llamado la “electrificación de la economía”, especialmente mediante la introducción de más energías renovables en el sistema. Los centros de datos y la inteligencia artificial son una de las salidas ideales para la enorme producción que se espera de las energías renovables y los nuevos sistemas, como el almacenamiento en baterías. A España se le hace la boca agua sólo de pensarlo. Empresas energéticas como Iberdrola, Endesa, EDP, Acciona Energía, Grenergy o Repsol, por citar algunas, están ansiosas por firmar alianzas con gigantes tecnológicos como Amazon, Google o Meta, siempre con los centros de datos como telón de fondo. Grupos como Merlin han puesto en marcha proyectos llave en mano para acoger CPDs (ver información adjunta). Y gobiernos regionales como Madrid y Cataluña compiten entre sí para atraer este tipo de instalaciones.

El centro español

Hay miles de millones de euros en juego. Con Irlanda restringiendo proyectos, España ahora está luchando con otros países para convertirse en el nuevo centro de centros de datos europeo. En los últimos años se han ubicado varias instalaciones en España. Pero hay más ambición. Según datos de la Asociación Española de Centros de Datos (Spain DC), se espera que España reciba inversiones de 8.000 millones de euros hasta 2026 en CPDs. Se espera que la capacidad crezca un 20% este año debido al impulso de los proyectos en Madrid y Barcelona, ​​que compiten por las instalaciones con Londres, París, Frankfurt y Ámsterdam.

Madrid concentra ahora más del 70% del sector de centros de datos en España y se espera que reciba unas inversiones de unos 6.000 millones, mientras que otros 1.300 millones podrían llegar a Barcelona.

Redes, el cuello de botella

El desafío es cómo proporcionarles energía. El problema en España no es la capacidad de generar luz. De hecho, ahora tiene mucho. Tanto es así que hay horas del día con tanto superávit que los precios del mercado mayorista están en cero o incluso en negativo. El problema es que la luz se genera donde menos se consume, y viceversa.

Sólo con redes se puede llevar la luz de una provincia a otra. Madrid apenas produce luz (sólo 939 gigavatios hora, GWh, en 2023). Pero es uno de los mayores consumidores (27.000 GWh). También es notable el desequilibrio en Cataluña (38.000 GWh de producción frente a 44.000 de consumo). Los CPD y la IA exacerbarán los desequilibrios, que sólo pueden resolverse con más redes. En Aélec, la patronal de Iberdrola, Endesa y EDP, explican que “los centros de datos van a necesitar una mayor capacidad de acceso y conexión a la red”, además de “una firmeza” en el flujo de electricidad que garantice su operación. .

Aélec exige al Gobierno que tome medidas para “promover las inversiones necesarias” en la red (ahora limitadas), “desarrollando mecanismos regulatorios” para remunerarla adecuadamente. Según PwC, se necesitan más de 5.000 millones de inversiones al año.

el pastel se perderá

El pastel a repartirse en Europa es enorme y si España no tiene dónde enchufar los CPD perderá su porción. Según la Comisión Europea, en la UE los CPD consumirán 100 TWh al año en 2030. Se trata de un negocio de 50 mil millones hasta entonces. España aspira al menos a un 2-3% (2-3 TWh). Sería el 1% del consumo del país, o más del 10% del consumo de Madrid.

 
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