El imperio de la salud montado en Colombia por el magnate español dueño de Sanitas

El imperio de la salud montado en Colombia por el magnate español dueño de Sanitas
El imperio de la salud montado en Colombia por el magnate español dueño de Sanitas

Lo que Joseba Grajales tiene en Colombia es un imperio sanitario. La firma que preside, el grupo Keralty, empresa sucesora de Sanitas Internacional, tiene bajo su control las siguientes clínicas: Reina Sofía, Universitaria Colombia, Sebastián de Belalcázar en Cali, Iberoamérica en Barranquilla, Infantil Santa María del Lago, la de Chía , varios centros médicos en Medellín, así como centros de emergencia y centros de servicios médicos. Además, la Fundación Universitaria Sanitas (Unisanitas) ofrece a estudiantes de pregrado y posgrado enfocados en el área de medicina de la salud y programas de enfermería.

La fortuna de Joseba Grajales no se logró a través de la salud sino de la energía. Hace cincuenta años creó la empresa Emce, pionera en energías renovables. Cuenta la leyenda que todo empezó en un taller de las afueras de Vitoria-Gasteiz, dieron sus primeros pasos con la creación de la empresa de motores Guascor en 1976 y el Grupo Auxiliar Metalúrgico en 1973, una pequeña empresa de aerogeneradores que germinó hasta convertirse en Gamesa. , que en 2017 pasó a llamarse Siemens Gamesa después de que el gigante industrial alemán comprara la mayor parte de la empresa.

Ha creado y vendido empresas de gran prestigio por valor de más de 700 millones de euros. Todos sus esfuerzos se centraron en crear en 2012 el Grupo Fénix, que se dedica a explotar yacimientos de gas en tres continentes. Los negocios de Grajales le situaron en el puesto 266 de la lista de los hombres más ricos de España.

Paralelamente, creó el grupo Keralty, propietario de la EPS Sanitas. La historia de Sanitas en Colombia se remonta a varias décadas. Un grupo de médicos españoles desembarcó en Colombia en 1980. Era el gobierno de Julio César Turbay y la salud pública en Colombia estaba completamente estancada. Se convirtieron en una alternativa y se convirtieron en la primera EPS del país. La Revista Semana, en 2019, afirmó que el grupo Keralty, que acabó absorbiendo a Sanitas, está presente en siete países: Colombia, Perú, México, Venezuela, Estados Unidos, Brasil y Filipinas. Su prestigio en el país le permitió crear un torneo de tenis e incluso apoyar una escuela para tenistas femeninas, además de una revista mensual. También brindó su apoyo a 24 grupos de investigación. Joseba Grajales preside el consejo de administración desde 2016.

Sin embargo, las grietas de Sanitas quedaron al descubierto durante la pandemia. El senador del Pacto Histórico Wilson Arias comparó al grupo vasco Keralty con “una máquina de muerte” y que eso se habría visto en la atención durante la pandemia. Incluso a principios de este año, la Superintendencia de Salud multó a Sanitas con 350 millones de pesos por incumplimiento durante el COVID-19. El fallo refiere que “Según la investigación administrativa, para los meses de abril y mayo de 2021, Supersalud realizó tres solicitudes dirigidas a la regional Caribe de la EPS para informar, entre otros, los mecanismos utilizados para garantizar el suministro de “las bases de datos están depurado, actualizado y oportuno en el distrito de Barranquilla, a fin de generar una gestión óptima de la programación de usuarios por parte de las instituciones vacunadoras, en el marco de la pandemia Covid-19”.

Y concluye: “Luego de evidenciarse que no hubo respuesta de la EPS a esas tres comunicaciones donde se daban instrucciones y órdenes específicas, la Superintendencia inició el proceso administrativo sancionador respectivo y en diciembre de 2022 resolvió la investigación del caso con la imposición de una multa. por 350 salarios mínimos legales mensuales vigentes en las EPS”.

En debate en el Congreso, Arias se refirió, con datos, a los problemas que tenía Sanitas: según la UTL del Senador, la EPS no detecta el 50% de los casos de cáncer de mama, en el 58% no identifica a los pacientes por la presión arterial, y hay problemas a la hora de evaluar a las mujeres embarazadas.

La Contraloría también impuso una sanción a la EPS por prácticas anticompetitivas. En concreto, la sanción de la Superintendencia de Industria y Comercio, respaldada por el Consejo de Estado, fue por “acordar negar la prestación de servicios de salud incluidos en el Plan Obligatorio de Salud (POS), ocultar o falsificar información, e impedir la debida transparencia en el mercado de servicios de salud.

La investigación de la contraloría reveló que el grupo vasco había obtenido las siguientes cifras: 8,7 billones de pesos de ingresos en 2022, es decir, un 20,8% más de lo que recibió en 2021. Las ganancias de esta entidad alcanzaron los 295.367 millones de pesos. Por su parte, los ingresos de Colsanitas, del grupo Keralty, se estiman en 2 mil 500 millones de pesos. Sin embargo, los vascos tienen una deuda de 899 mil millones de pesos con la Asociación de Clínicas y Hospitales. Los detractores del gobierno olvidaron que Cruz Verde, en enero de 2024, anunció que no podría entregar medicamentos a 30.000 afiliados porque Sanitas les debe 400 mil millones de pesos.

Frente a la deuda, Gustavo Petro afirmó que le parece inconcebible que, mientras Sanitas dice que está perdiendo dinero en Colombia, no deje de hacer clínicas en Brasil, México, Perú y Estados Unidos. Además, dentro de la junta directiva del grupo vasco hay personalidades de la clase política tradicional del país, que estarían en confrontación con el actual gobierno, son Mónica de Greiff, María Claudia Lacouture, ministra de Comercio, Industria y Turismo del Gobierno de Juan Manuel Santos, quien también es presidente de la Cámara de Comercio Colombiano-Americana. Esta es una junta directiva que estaba antes de la pandemia. En ese entonces, el subdirector de contabilidad de Sanitas era Raúl Cardona, un político liberal que era alcalde de Envigado y quien el 22 de noviembre de 2018 había sido detenido en el Aeropuerto Olaya Herrera junto a otros funcionarios de su administración, acusados ​​de actos de malversación. conmoción cerebral, celebración de contratos sin cumplimiento de requisitos legales y tráfico de influencias. Cuatro días después fue puesto en libertad. Aún es investigado por presuntamente haber despedido a varios funcionarios de Envigado que decidieron no pagarle dinero al exconcejal Lindon Jhonson Galeano Avello, quien los presionó para que le entregaran entre el 10 y el 20% de su salario a cambio de conservar sus puestos. Todo ello consta en la acusación formulada por la Fiscalía.

Bastaba con ingresar al sitio web de la propia Colsanitas en 2022 para ver quiénes integraban su directorio. Luis Guillermo Vélez Cabrera, quien como Superintendente de Sociedades de Juan Manuel Santos fue duramente criticado por su papel en el caso Interbolsa, el fondo donde defraudaron a 492 personas, perdiendo 254 mil millones de pesos. Vélez Cabrera intentó minimizar el caso y en entrevista con W Radio afirmó lo siguiente: “La información que existe sobre el fondo de primas es información que hasta ahora es información especulativa”. Incluso confundió a las víctimas al decirles, en su momento, que tenían que ir a reclamar sus ahorros a Curazao, ya que el dinero estaba allí en ese paraíso fiscal, maniobra que ayudó al gobierno de Santos a evadir responsabilidades.

Las espaldas de Joseba Grajales están bien cubiertas en Colombia, con contactos en las más altas esferas. En el País Vasco también están bien protegidos. Según el diario español El Salto, cualquier esfuerzo que haga Petro para investigar al Grupo Keralty chocará contra un muro: “el Gobierno colombiano ha entendido que Keralty tiene las puertas giratorias más cualificadas para la casta política del oasis vasco, así como de inyecciones de millonarias cantidades de dinero público procedentes de las instituciones de Euskadi y de la Unión Europea.

Al grupo Keralty se han sumado altos cargos del Departamento de Salud del Gobierno Vasco. Allí llegaron dos ex ministros de Sanidad –Jon Azua y Jon Darpón–, dos ex viceministros del mismo área –José Andrés Gorricho y Fátima Ansotegui– y una ex directora de calidad de Osakidetza –María Teresa Bacigalupe–“.

Wilson Arias también presentó una denuncia ante el CNE afirmando que los vascos de Keralty financiaron las campañas de partidos que buscan hundir la reforma sanitaria, estos son el Centro Democrático, la Alianza Social Independiente (ASI), el Partido de la U, el Partido Liberal y el Conservador. Fiesta. La denuncia dice que estos grupos recibieron más de 600 millones de pesos de Keralty y otras empresas extranjeras propietarias de servicios de salud en el país. La cuestión es que Coomeva es del multimillonario Richard Burke y Coomeva de otro magnate de la salud, Ernie Sadau.

Se especula que Joseba Grajales no se quedará de brazos cruzados y, tras la intervención del gobierno de Petro en la empresa, demandará a su gobierno. Los próximos días traerán la verdad.

 
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