Taylor Swift, en tres actos – Otras vistas –.

Taylor Swift, en tres actos – Otras vistas –.
Taylor Swift, en tres actos – Otras vistas –.
01/06/202431/05/2024
La cantante estadounidense Taylor Swift durante la primera de sus dos actuaciones en el Estadio Santiago Bernabéu, dentro de su gira ‘The Eras Tour’. PRENSA EUROPA/Ricardo Rubio

Los tímpanos de Ruido Bernabeu siguen sufriendo el zumbido que le provocaron las ovaciones que recibió Taylor Swift esta semana en Madrid. La ciudad se recupera de un huracán que volverá a escena en Lyon (Francia) este domingo. Los neurodivergentes, los gays y las “chicas geniales” crían sus bolsas de mano a media asta en toda la península. Todavía hay quien observa la escena con horror: ¿cómo es posible que tanta gente haya perdido la cabeza ante la rubia capitalista del momento con su feminismo para el 1% y canciones que no destacan del resto del pop?

La explicación de por qué Taylor Swift es más famosa que Jesús podría resumirse como se puede resumir todo en la vida: una buena estrategia de marketing, mucho dinero y algo de suerte. Nada nuevo bajo el sol. Para entender este delirio colectivo quizás sea más interesante contar su historia, el folklore que ha creado tras casi 20 años de carrera.

Primer acto: génesis de una celebridad mesiánica

En el otoño de 2008, cuando todavía no tenía 19 años, una Taylor prepúber apareció en el programa de Ellen Degeneres. El show de Elena, para promocionar su segundo álbum. El presentador le preguntó sobre Joe Jonas, su primer novio famoso: era un chico de Disney. El entonces artista country confesó con lástima, ante un público conmovido, que ya no estaban juntos. Pero su ternura se convirtió en shock cuando añadió que la había dejado tras una llamada telefónica de 27 segundos.

El conjunto quedó en silencio. La sorpresa no vino de la forma en que un adolescente con apego evitativo rompió con su novia de un par de meses, sino de la osadía de la inocente chica de contarlo en la televisión y, por supuesto, en su discoteca. Es el mito fundacional de la amor americano, la chica que no cuenta su vida, sino que la canta. Y así tu ex podrá darte pistas en las historias de instagram.

Segundo acto: el ángel caído

Una pelea con el rapero Kanye West y la socialité Kim Kardashian en 2016 obligó al hasta entonces amor americano a exiliarse de la vida pública durante un año, durante el cual no lanzó ningún disco ni apareció en los medios. Resucitó, más adulta, menos ingenua y muy consciente de sí misma con su disco Reputaciónun álbum de venganza contra toda la industria musical y mediática, que había colaborado en la campaña de acoso y derribo orquestada por el clan Kardashian.

Desde entonces, ha adquirido un compromiso político más explícito. En 2017 ganó el juicio contra David Mueller por agredirla sexualmente tocándole el culo sin consentimiento. Exigió un dólar simbólico, ya que su objetivo era visibilizar las injusticias testimoniales que sufren las sobrevivientes de violencia sexual. En 2019 se declaró votante demócrata, presionó a Trump para que su gobierno protegiera la diversidad sexual y en 2020 pidió financiación para el movimiento. Las vidas de los negros son importantes.

Todo ello convirtió a la cantante en un referente del activismo en el mundo del famosos. Una imagen de empoderamiento femenino, un ejemplo para las niñas. O al menos eso es lo que llevan meses repitiendo acríticamente los principales medios de comunicación. Inevitablemente, esto ha levantado sospechas y críticas, algunas más acertadas que otras.

Tercer acto: la muerte de Taylor Swift

El silencio administrativo de la artista respecto a la causa palestina resuena por encima de los aplausos que le brindan en los estadios. También se la ha visto con Brittany Mahomes, ferviente defensora de su cuñado Jackson Mahomes, condenado por agresión sexual. Desde hace un tiempo, la única preocupación palpable de Miss Capitalismo es el dinero, y con cada nuevo álbum lanza cinco versiones diferentes para maximizar las ganancias.

Estas son algunas de las críticas que destacan quienes observan con horror las masas convocadas por una rubia de Pensilvania. Y al menos en parte tienen razón. Pero no parecen empatizar con el hechizo de sus fans: los veloces– durante casi dos décadas de evolución artística.

Si Taylor Swift tiene tanto éxito es por su capacidad para encarnar lo mejor y lo peor, y los que participamos -participamos- de esta historia lo sabemos muy bien. Los principales elogios y culpas provienen de ella misma. fandoma veces por motivos políticos, otras veces porque simplemente no nos gusta una canción.

Y, sin embargo, escuchamos cada nuevo álbum con la solemnidad de una homilía y somos testigos del Gira de las eras como si el fuera Urbi et Orbi. Porque el celebridad Es inseparable del artista. Se desarrollan en una conjunción contradictoria, pero consciente de sí misma.

La realidad es que Taylor Swift ha muerto. Taylor Swift sigue muerta. Y la hemos matado. El poder de veloces Es lo mismo que el del resto de comunidades de fans: la capacidad de pensar en contra del santo de la devoción.

 
For Latest Updates Follow us on Google News