un concierto para entender el mundo desde el ‘metal’

un concierto para entender el mundo desde el ‘metal’
un concierto para entender el mundo desde el ‘metal’

Estar presente en un concierto de Megadeth es una acción política. No se trata de tomar partido, como es habitual en nuestra turbulenta polarización nacional: significa entender que cuando Dave Mustaine canta ‘Peace sells but who’s buy’, hay un hilo conductor entre la política bélica estadounidense que el artista buscaba describir en el Disco homónimo de 1986 (durante el periodo Reagan) y la existencia de cada colombiano que hoy lo escucha y que ha vivido en medio de la guerra y la promesa de paz.

Este es el nivel de conexión de los fans del grupo originario de Los Ángeles con la dinámica de cada uno de sus conciertos. Pero lejos de que sus críticas sean un escenario deprimente, cada noche es una fiesta. Este domingo 21 de abril fue la primera de dos fiestas Megadeth seguidas en el Movistar Arena.

Cuesta creer tal relación: Esta es la sexta vez que Megadeth se presenta en Bogotá en 24 años y primera vez en la comodidad de este entorno (que no es un tema menor).

Quizás el gracias entre lágrimas que Dave Mustaine reconoció al público bogotano casi al final del concierto: “Ustedes son una audiencia jodidamente genial”.dijo, luego de llevarse las manos a la cara, como si contuviera sus emociones, y el público iluminara las luces de manera sincronizada. miles de celulares, algunos amarillos, otros azules y otros rojosformando la bandera de Colombia (este gesto no fue parte del espectáculo, pero fue coordinado por la fan club Club de fans colombiano de Megadeth).

(Lea también: entrevista a Dave Mustaine, ‘Dios me tiene vivo por una razón.’)

Ustedes son una audiencia jodidamente genial.

También, quizás de esa relación profunda, surjan detalles con este público, como haber interpretado una canción que nunca antes había sonado en el país -él mismo lo recordó al ceder: “ésta aquí nunca la habíamos tocado”-. en referencia a ‘Devil’s Island’, también original del disco ‘Peace Sells’, y que de la gira sólo actuó en el concierto anterior, en Sao Paulo.

​Fueron un total de 16 canciones en Bogotá de la mano de Mustaine (en guitarra y voz principal), James LoMenzo al bajo, Dirk Verbeuren a la batería y Teemu Mäntysaari a la guitarra. Como siempre Mustaine con su colección de guitarras ‘Flying V’.

Dave Mustaine, líder de Megadeth, a sus 62 años.

Foto:Andrea Moreno. TIEMPO

Son 24 años y contando.

La historia de Megadeth con la capital colombiana comenzó en el año 2000, cuando se presentó en el Parque Simón Bolívar, siendo una de las primeras bandas internacionales en aprovechar ese escenario, aún en precario estado (Metallica lo había inaugurado un año antes); Luego vinieron: el 23 de noviembre de 2011, en el Palacio de los Deportes; 2 de septiembre de 2012, en el teatro Royal Centre; 19 de octubre de 2013, nuevamente en el Parque Simón Bolívar; 6 de mayo de 2014, repitiendo en el Royal Center, y luego un largo parón hasta 2024, 10 años después.

​Este domingo, Megadeth recibió al público con iluminación y sonido de alta calidad. En otras ocasiones, este ha sido un problema notable. Pero esta vez lo tenía todo, hasta el punto de que dejaba entrever la sencillez del montaje de la gira ‘Crush The World’ que les trajo: un fondo estático y dos pantallas, nada de fuegos artificiales ni animaciones por ordenador. Apenas, la presencia en una canción de Vic Rattlehead, la mascota huesuda que les acompaña desde 1985, cuando editaron el disco ‘Killing Is My Business… and Business Is Good!’. Y eso fue suficiente para el público.

Teemu Mäntysaari, guitarrista principal de Megadeth

Foto:Andrea Moreno. TIEMPO

En esta ocasión, el primer tema fue ‘The Sick, the Dying…and the Dead!’, con el que abrieron toda la gira.

Luego siguieron en los primeros 40 minutos: ‘​Dread and the Fugitive Mind’, ‘Skin o’ My Teeth’, ‘Wake Up Dead’,
y ‘En mi hora más oscura’.

En cada solo, Teem Mäntysaari demostró por qué había sido llamado a esta banda en 2023. Son notorias su afinación y su combinación con Mustaine, lo que disipó cualquier rumor, como el que desató un gesto entre ambos artistas en el concierto de su gira. .

El público también comentó sobre la sólida forma de tocar la batería de Dirk Verbeuren.

Un momento mágico fue cuando comenzaron a interpretar ‘Angry Again’, de 1993 (una época distinta a los discos iniciales de los 80), que es muy recordado por formar parte de la banda sonora de la película ‘Last Action Hero’, la cinematografía de Arnold Schwarzenegger.

A partir de ahí, la energía nunca disminuyó y la electricidad entre la audiencia fue clara.

También la carga política, con lo apocalíptico ‘Cuenta regresiva a la extinción’, del disco homónimo de 1992, que supuso una joya en un momento en el que las bandas de metal intentaban virar hacia una onda menos firmada y con mayor salida entre un público que ya empezaba a seguir los sonidos del ‘grunge’. Este álbum fue una declaración de principios: decir “seguiremos haciendo el mismo arte”.

Le siguieron: ‘Sweating Bullets’ (del mismo disco), ‘Hangar 18’, ‘Trust’ y otro punto culminante: ‘Tornado of Souls’.

Pero fue en el partido francés ‘A tout le monde’ cuando las cosas se pusieron emocionales. En la oscuridad, la bandera de las lucecitas, en un canto que es una especie de epitafio:

A todo el mundo
Todo un mes amigos
Je vous aime
Me voy
Estas son las últimas palabras
alguna vez hablaré
Y me liberarán

El público cantó en francés con Mustaine. El público conocía la letra y lo seguía frase a frase. Mustaine estaba realmente emocionado.

Para el último segmento, llegó el regalo de ‘La Isla del Diablo’ y luego dos bombas para cualquier fan de Megadeth: ‘Sinfonía de destrucción’ y ‘La paz vende’. Fue aquí donde hubo otro gesto coordinado por el grupo de fanáticos, que también repartieron dos versiones de una sábana blanca, una con el símbolo “$” y otra con el símbolo de la paz, ese círculo de la campaña por el desarme nuclear de 1958.

Megadeth en concierto: el público levanta símbolos de paz y dinero, para acompañar en vivo la canción ‘Peace Sells’.

Foto:Carlos Solano. TIEMPO

Tras un breve descanso, la banda volvió a los escenarios y se despidió con la última bomba política: ‘Holy Wars… The Punishment Due’, original de 1990, que canta sobre los conflictos religiosos en el mundo. Mustaine se inspiró en esta canción mientras investigaba el conflicto en Irlanda del Norte.

​Luego, cuando comenzaron los aplausos, la banda se saludó con un fuerte abrazo y luego Dave Mustaine –un músico que parece no envejecer, a sus 62 años, y lo demuestra abriéndose la camisa– se quedó solo en el escenario durante un rato. unos minutos, recibiendo el cariño del público.

Una extraña receta de ‘thrash’ metal y camareros

La presentación de Megadeth, este 21 de abril, duró aproximadamente una hora y media a partir de las 21:15 horas. Antes, como banda telonera, actuó la bogotana Guerra perpetuaque demostró un gran nivel (tiene 18 años de existencia) y acaparó parte de la atención del público, hasta el punto de convocar con éxito a una licuadora de ‘pogo’ (actividad física similar al baile, pero en metal), como en los mejores Momentos de la jornada fuerte del festival Rock al Parque.

El público que acudió a disfrutar de Megadeth, en el Movistar Arena.

Foto:Andrea Moreno. TIEMPO

“¡Oye, qué bien suenan!” comentó un espectador que había venido a Bogotá a ver Megadeth sobre el cuarteto de Bogotá.

Todo ello provocó contrastes con la propia naturaleza del escenario del Movistar Arena: mientras estas batidoras empezaban a crecer y a repartir empujones sincronizados, los camareros -que eran decenas, muy elegantemente uniformados- se paseaban entre todo el público vendiendo comida y bebida. No es algo común en un concierto de metal, por lo que provocó risas entre algunos asistentes. ¿Pero por qué no sucedió antes? ¿Por qué los escenarios no vieron ese potencial en el público ‘metalero’? Quedan dos días de Megadeth, uno con casa llena y otro con pocas entradas disponibles, este lunes.

 
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