07:33 a.m.
Los habitantes de Morales, Cauca, vivieron una larga noche luego de intercambios de disparos y ráfagas que se prolongaron durante horas. Los enfrentamientos se produjeron entre la Fuerza Pública y el bloque Jaime Martínez de la EMC, quienes intentaron atacar la comisaría local.
Los intercambios de disparos se registraron en pleno centro del municipio, poniendo en mayor riesgo la vida de los habitantes y provocando total zozobra y miedo en plena noche.
Según trascendió, los disidentes iniciaron el ataque disparando directamente contra las instalaciones que albergan unidades tanto de la Policía como del Ejército, debido a la creciente crisis de violencia en la región. Según datos preliminares, no se reportaron heridos entre las unidades de la Policía y el Ejército, ni entre los civiles, que quedaron atrapados en el fuego cruzado, aunque la zozobra persistió durante horas.
Por otro lado, en la localidad de Robles, en Jamundí, también se vivieron momentos de tensión durante la tarde del martes, cuando dos artefactos explosivos fueron lanzados contra la comisaría. Uno de los dispositivos detonó en el aire, mientras que el segundo no logró activarse. La administración municipal de Jamundí emitió una alerta informándoles que estén alerta ante nuevos acosos.
La situación en Robles es especialmente tensa, dado que el municipio ha sido escenario recurrente de violencia que ha alterado el orden público en varias ocasiones. El pasado 7 de junio, la detonación de un coche bomba marcó otro triste episodio de violencia en esta zona. La comunidad local permanece en alerta mientras las autoridades continúan patrullando.
Alias Mordisco y sus disidentes en esta zona han adoptado diversas estrategias de ataque, incluido el uso de drones para detonar artefactos explosivos como la instalación de coches bomba. La capacidad de ataque del grupo armado sigue siendo una preocupación constante tanto para las autoridades como para la población local.
Las Fuerzas Militares y Policía han intensificado su presencia en el Cauca en las últimas semanas. A pesar de estos esfuerzos, el acoso persiste, lo que revela la complejidad del conflicto y los desafíos que enfrenta la región.
Líderes comunitarios han denunciado que estos grupos armados imponen el control de la zona, ordenando además cargas de vacunación y toques de queda que restringen la movilidad de los habitantes.
