Luego de que trascendió que hubo cánticos contra el gobierno nacional en misas que se celebraron en las iglesias de San Cristóbal y Constitución, en Buenos Aires, días atrás, el vicario general y moderador de la curia eclesiástica de Salta, monseñor Dante Bernacki, expresó que es necesario hacer un “mea culpa” ante estas situaciones.
“Es como si no nos miráramos en el espejo. El tema de los curas de pueblo y demás en Buenos Aires, hacer misa con imágenes políticas y demás fomenta todo eso. Perdonen la expresión, lo voy a decir tajantemente pero la culpa no la tiene el cerdo, sino el comer. Entonces, si das un espacio y tomas la misa, es lo más sagrado. Eso fue una profanación”, dijo Bernacki.
Y añadió que este no es un tema por el que la Iglesia tenga que disculparse, sino que va más allá. “Creo que se debe hacer un acto de reparación. Fue un absoluto extravío, pero, como digo, también fue a menudo alentado por ciertos sectores de la Iglesia”, afirmó.
“Esto es parte de la miseria humana, de utilizar lo sagrado, que tiene que ver con la reconciliación, con la unidad, etc., para fomentar la división. No tiene sentido. Es realmente la contradicción más absoluta. La Iglesia, la Eucaristía es para unirnos, no para dividirnos”, subrayó.
Además, se refirió a los próceres de la patria, en el marco de las festividades que se presentan esta semana. “Realmente hemos pagado muy mal a nuestros padres fundadores. Lo dieron todo y sin embargo, a raíz de las grietas es donde está el núcleo de esto y las grietas persisten”, afirmó.
Y recordó que cuando el general San Martín, luego de su exilio, intentó regresar a la Argentina, se dio cuenta de que estaba dividida entre unitaria y federal. “Encontró una lucha fratricida entre hermanos. Regresó a Francia y murió. Lo último que le quedó a Belgrano fue su reloj. Pagó al médico que lo atendió y murió en la extrema pobreza. Incluso donó lo que le correspondía para las campañas a favor de las escuelas. Celebramos hoy a Martín Miguel de Güemes, un hombre con gran carisma y liderazgo, quien fue alcanzado por una bala traicionera. No hemos aprendido de la historia”, afirmó.
En La Puna hay unión
Bernacki viajó hace unos días a La Puna para la fiesta patronal en honor a San Antonio de Padua. Además, desde hace 16 años acompaña la procesión religiosa minera en honor al Señor y la Virgen del Milagro que recorre esa zona.
Expresó que le impresiona mucho ver a la gente de La Puna. “Por encima de todas las diferencias y opiniones que uno tenga, o partido al que pertenezca, saben luchar uniéndose entre ellos por el bien de la comunidad. Creo que eso es lo que nos falta a los argentinos. Cuanto tiempo ha pasado con el Congreso, los diputados, senadores, la Ley Base y el pueblo hoy sufre. No se trata de ofrecer una solución dentro de tres años. Hoy moriste de hambre, hoy moriste de hambre”, enfatizó.
“Comunicarse con el otro y no seguir abriendo grietas”
Monseñor Dante Bernacki también se refirió a la importancia de escuchar. “La burocracia lo único que hace es dañar, duele más. Ojalá aprendamos a escuchar un poco más a los que tenemos al lado, devolverles la hermandad y que dejemos de ver al otro como enemigo y lo veamos como prójimo”, afirmó.
Y agregó: “para extender una mano también tengo que comulgar con la necesidad del otro en lugar de seguir abriendo grietas. Todo el mundo sabe que una familia, una sociedad dividida, fracasa. Hermanos estemos unidos porque esa es la primera ley dijo Martín Fierro”.
Además, dijo que recientemente fue a una tienda a comprar un regalo para el Día del Padre para una persona que aprecia y que los comerciantes estaban desesperados por las bajas ventas. “La gente en este momento está pensando en pasar el día, en comer, en tomar medicamentos. Escucho a jubilados que toman medicamentos y no comen o comen y no toman medicamentos”, dijo.
Y habló de una sensación. “Hablamos más o menos de la macroeconomía, que avanza, con mucha esperanza, pero dejamos de lado la micro. Cada día es muy difícil para la gente ir al supermercado, conseguir combustible, pagar el billete de autobús. Creo que el peso de todo esto está cayendo sobre los más pobres”, afirmó.
Dijo que han destinado ayudas enfocándose en la zona del relleno sanitario San Javier, el asentamiento San Justo, Villa Primavera y Los Sauces. “La gente es muy generosa. Lo más lindo es que ellos también se ayudan y no es una limosna por limosna o un bienestar barato o demagógico, sino darles los recursos, todo lo necesario para que ellos mismos puedan salir adelante. Es promoción social”, concluyó.
