Por Guadalupe Mestas Izurieta
Cada año, el 17 de junio se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Este día, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1994, busca concienciar sobre la importancia de combatir la desertificación y mitigar los efectos de la sequía. También es el aniversario de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD), que entró en vigor en 1996.
“El fenómeno de la desertificación afecta al 69% del territorio nacional; Anualmente se pierden aproximadamente 650 mil hectáreas por este fenómeno”, dice a RED/ACCION José María Musmeci, vicepresidente de la Fundación Patagonia Natural. “En gran parte se debe a prácticas ganaderas que sobrecargaron las propiedades al punto de generar suelos infértiles. Son procesos antrópicos agravados por cuestiones naturales esporádicas y cada vez más recurrentes por los efectos del cambio climático”, comenta.
Argentina ratificó las conocidas como Convenciones de Río, las tres grandes convenciones ambientales, climáticas, de biodiversidad y de desertificación. Este último fue ratificado en septiembre de 1996. A partir de entonces se inició en nuestro país una serie de trabajos para desarrollar políticas e instrumentos que contribuyan a hacer realidad esos mandatos internacionales a nivel nacional. Sin embargo, desde 2020 hasta ahora nuestro país ha registrado una de las peores sequías de los últimos 60 años, que provocó pérdidas millonarias.
Desde RED/ACCION conversamos con Ana Di Pangracio, subdirectora ejecutiva de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), sobre las herramientas que tiene nuestro país para enfrentar este problema.
—Desde Argentina, ¿cómo se están aplicando los dictados de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación?
—Uno de los principales instrumentos es el Programa de Acción Nacional de Lucha contra la Desertificación, la Degradación de las Tierras y la Mitigación de la Sequía (PAN), que debe ser desarrollado, implementado y luego actualizado a través de un proceso participativo y permite evaluar y monitorear el desempeño de Argentina en estos temas. de desertificación, degradación de la tierra y sequías y coordinar esfuerzos de diferentes agencias gubernamentales en todos los niveles para abordar estos problemas. Este plan incluye una Comisión Nacional Asesora (CAN) con una diversidad de expertos y autoridades, incluyendo la sociedad civil y diversas agencias gubernamentales, y también se sustenta en información producida por el Observatorio Nacional de Degradación de la Tierra y Desertificación.
—¿Qué actividades realiza?
—Incluye programas de trabajo en el territorio, ya sea a nivel provincial, interprovincial o regional. Constituye una red nacional de información sobre desertificación, actividades de educación, capacitación, sensibilización de la comunidad, fortalecimiento del marco institucional y legal a través de nuevas leyes o decretos o resoluciones. También el desarrollo de fondos para hacer realidad estas acciones. También informa cada cuatro años a la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación sobre los avances en el cumplimiento de los compromisos internacionales que ha asumido. Este trabajo también está vinculado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que incluyen objetivos y metas relacionados con la desertificación, la degradación y la sequía.
—¿Qué procesos se podrían mejorar?
—Siempre hay cosas que mejorar. Muchas veces estos espacios son desactivados y reactivados nuevamente dependiendo de la voluntad del responsable de la autoridad ambiental. Por eso, es clave generar conciencia de que esto no puede depender de la voluntad de la autoridad de turno. Estos espacios deben permanecer siempre activos, asegurando canales de participación ciudadana para avanzar en las actividades comprometidas. No se trata sólo de adoptar un determinado documento, sino que debe ser un documento vivo, que se actualice cuando sea necesario y que las acciones allí comprometidas se traduzcan efectivamente en los territorios.
Después es importante que estén en diálogo con otros instrumentos relacionados, que son los de las otras Convenciones de Río. Siempre pedimos que, por ejemplo, las personas que están a cargo de los diferentes temas de desertificación, biodiversidad y clima en el medio ambiente a nivel nacional, provincial y municipal trabajen juntas, intercambien información, estén presentes en las reuniones de cada uno, ya que estas Los temas están sumamente relacionados, y hoy tenemos que entenderlo todo, desde la clave climática.
