Se jubila Inca, el perro “agente” más antiguo del Servicio Penitenciario de Córdoba

Él Servicio Penitenciario de Córdoba oficialmente despedido Incauna perro pastor alemán que se retira de sus funciones después de 8 años de trabajo, para irse a vivir con su guía, el asistente de Primera, Rubén Fernández.

Para cada empleado, el retiro de estos perros genera mucha emoción, debido a los años y experiencias compartidas con estos “agentes”.

El perro, que formaba parte de la sección canina del Grupo Especial Antinarcóticos e Incautaciones (GEAR) del Servicio Penitenciario de Córdobafue el encargado de buscar y detectar sustancias prohibidas y elementos electrónicos no autorizados, para evitar su ingreso a los diferentes centros de detención de la provincia, informó el Gobierno en un comunicado.

El retiro se produjo en el marco del Día del Agente Penitenciario y también del acto de toma de posesión de la nueva jefa del Servicio Penitenciario, Carolina Verónica Funes.

Vídeo: la despedida del Inca

Además de Inca, Dos agentes caninos de la misma raza se retiraron y también vivirán con sus respectivos compañeros.

En detalle, este es Milo, un macho que prestó sus servicios de detección durante 7 años junto a su guía, el Primer Ayudante, Pablo Ismael Córdoba.

Al mismo tiempo, Yusco, otro hombre que sirvió como seguridad de intervención en conflictos durante 8 años, se jubiló. Su compañero es el Auxiliar de Segunda Promoción, Cristian Barrionuevo.

La carrera de Inca en la SPC

Inca tiene 10 años y lleva 8 años trabajando en el Equipo de Detección de Sustancias Prohibidas y Elementos Electrónicos No Autorizados del GEAR.

El perro Inca se retira de la Policía de Córdoba. (Provincia)

La perrita fue seleccionada desde cachorro, precisamente cuando tenía 45 días, para ser entrenada por Rubén, quien fue su compañero durante toda su vida.

El GEAR cuenta con una dotación especial que actualmente cuenta con 29 perros que nacen, se crían y se entrenan en un mismo espacio. El entrenamiento de los agentes caninos se realiza con base en la Ley Sarmiento de Protección Animal.

Respecto al adiestramiento, Rubén precisó: “Se adapta al comportamiento y comportamientos que tiene cada uno de los perros. No todos los perros nacen para la misma tarea y aprovechamos sus particularidades”.

Desde pequeña, Inca destacó principalmente en tareas de búsqueda y detección. Por ello, los entrenadores y su guía se dedicaron, en los años de entrenamiento del perro, a potenciar estas habilidades.

El perro Inca se retira de la Policía de Córdoba. (Provincia)
El perro Inca se retira de la Policía de Córdoba. (Provincia)

Al mismo tiempo, el vínculo entre los compañeros y sus perros es fundamental para su entrenamiento efectivo y exitoso: “La relación se genera desde los primeros pasos que dan los perros y con el tiempo se vuelve cada vez más fuerte”, destacó Fernández.

A continuación, su guía compartió: “La confianza que tengo con Inca es tan profunda que incluso me cuesta expresarla con palabras, lo considero incomparable con cualquier otro vínculo”.

A los 2 años Inca inició sus labores en GEAR, donde participó en innumerables operaciones y noches enteras de trabajo con su guía para garantizar los objetivos de seguridad de su equipo.

En ese sentido, Rubén recordó un particular operativo en el que junto a Inca viajaron al interior de la provincia de Córdoba.

Allí, el perro se perdió entre una gran multitud de personas. Luego de un breve momento de incertidumbre, Inca regresó sola a manos de su compañero Rubén, sin perder la calma y demostrando el rigor del adiestramiento de la división canina del Servicio Penitenciario.

El retiro inca

Lo habitual para un agente canino es jubilarse entre los 7 y 10 años, momento en el que el perro alcanza sus primeros estadios de vejez. Una vez alcanzan esta edad, los animales son trasladados a los hogares de sus compañeros que los guiaron desde sus primeros días de vida.

En este sentido, Rubén expresó: “El retiro implica un cambio muy grande para la vida de Inca. Después de realizar numerosas misiones, pasará a vivir en casa conmigo, donde finalmente podrá estar tranquila y relajada”.

Sin embargo, el retiro de la perrita de 10 años desafía a su compañera: “Dejar de trabajar con Inca es como si me estuvieran quitando una parte de mí. Pero entiendo que por fin ha llegado el descanso que tanto se merece. Quizás ahora paso menos tiempo con ella, pero en mi casa nunca faltará el amor y el cariño”.

 
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