Estas son las primeras señales del nuevo rumbo económico de Argentina

Estas son las primeras señales del nuevo rumbo económico de Argentina
Estas son las primeras señales del nuevo rumbo económico de Argentina

Hace 50 años que nuestro país no tiene un motor de crecimiento. Lo único que creció fue el Estado y, para financiar este Leviatán, los sucesivos gobiernos recurrieron a impuestos confiscatorios, emisión monetaria, deuda en dólares, confiscación de depósitos bancarios y ahorros para el retiro. Argentina fue, durante décadas, un país sin rumbo, sin nada que impulsara su economía. Esto comenzó a cambiar en los últimos meses.

Las medidas tomadas por el gobierno desde el inicio de la administración liberal sentaron las bases para una macroeconomía estable y la reducción de la inflación. El superávit fiscal es la base del programa. Produjo no sólo una fuerte caída de la inflación, sino también un fuerte reordenamiento de la cuenta de capital del país y superávits gemelos (fiscal, comercial y de cuenta corriente).

Estas duras medidas iniciales comenzaron a producir resultados, y la Ley Base los mejorará. El mes de mayo tuvo una serie de indicadores económicos, entre ellos ventas minoristas, ventas de automóviles, envíos de cemento, inflación del 4,2% y otros indicadores que permiten ser optimistas, a lo que se suma una fuerte recuperación de los salarios reales. En abril. Para muchos todavía no se nota debido a la fuerte caída que ha tenido la economía en los últimos meses, pero la reactivación ha comenzado. La Ley Base no hace más que consolidar este proceso.

La aprobación de la ley es un enorme triunfo para un gobierno que tiene sólo 7 senadores, 38 diputados y que no hizo concesiones económicas significativas. Juntos con Ley BaseSe iniciarán negociaciones sobre un nuevo programa con el FMI que, según se rumorea, implicará desembolsos cercanos al 8.000 millones de dólares que, sumado a fondos o garantías que otros multilaterales podrían aportar, alcanzaría la cifra de entre 12.000 y 15.000 millones de dólares y permitiría elevar el tipo de cambio.

El RIGI atraerá decenas de miles de millones de dólares en inversiones durante esta década, principalmente en los sectores del petróleo, el gas y la minería. Detrás de estos proyectos habrá miles de pymes que serán proveedoras de muchos ámbitos. Esta ley es un pilar fundamental para que, en unos años, las exportaciones argentinas puedan duplicarse y generar los dólares necesarios para una macroeconomía estable. Por el lado laboral, la ley trae beneficios que reducen los costos laborales para las empresas.

Sin embargo, la reactivación de la microeconomía viene por otra dirección. La caída de la inflación y la estabilidad del tipo de cambio están trayendo un retorno al crédito, al mismo tiempo que el gobierno confía en poder reducir impuestos y regulaciones en los próximos años. Por otro lado, para abaratar el costo argentino también es necesaria una mejora de la infraestructura mediante un shock de inversiones privadas. Los salarios todavía tienen margen para aumentar sin causar presiones inflacionarias significativas, aunque este realineamiento hará que la caída de la inflación del 4% a niveles inferiores al 1% sea un poco más lenta.

Con la aprobación de la ley, podemos esperar una fuerte caída del riesgo país, que podría reducirse aún más cuando haya un nuevo programa con el FMI y se aclare la salida del cepo.

Sin duda, con la ley se acelerará el crecimiento económico, beneficiando a todos los argentinos. Lo peor de la crisis ya pasó y todo indica que Argentina podría aprovechar la enorme oportunidad histórica que tiene para hacer las cosas bien y poner fin a casi dos décadas de estancamiento económico.

Con la ley básica se despejó la principal duda sobre el gobierno liberal, que era su capacidad para llevar a cabo reformas significativas.

#Argentina

 
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