El 23 de mayo, las autoridades realizaron un allanamiento en la residencia de Luis Alejandro Pihuagasospechoso de ser uno de los “socios fundadores” de Coxtex SA, empresa involucrada en la emisión de facturas falsas para justificar desembolsos millonarios del Polo de trabajadores.
Pihuaga, a pesar de aparecer como canadiense según su cédula, aparenta ser completamente argentino. La operación en un PH de Floresta no sólo confirmó la relación de Pichuaga con Coxtex, sino que también expuso un estilo de vida mucho más modesto de lo que sugeriría la fachada del edificio.
Compartiendo una pequeña habitación con su familia, su situación contrasta con las operaciones financieras que se investigan. Según los informes, pichuaga Parecía descuidado y vivía en condiciones humildes, lo que añade una capa de complejidad al perfil del sospechoso.
Además de Pichuaga, la investigación se ha extendido a otras entidades y personas, entre ellas Mariana Soledad Vega, también asociada a Coxtex. Vega, que enfrenta vulnerabilidades similares, compareció ante el tribunal en su nombre para solicitar asistencia legal, aunque aún no ha testificado.
El caso, que está bajo la órbita del juez Sebastián Casanello y el fiscal Gerardo Pollicita, se originó con denuncias por extorsión a beneficiarios de planes sociales y ha llevado a revelar un fraude millonario contra el Estado. En este contexto, se descubrió que Coxtex y otras empresas emitieron billetes de trucha por un total de 25 millones de pesos, supuestamente por ventas de bienes y computadoras.
Esta red incluye varias otras empresas, algunas de ellas creadas con fines desconocidos, que mueven grandes sumas de efectivo sin justificar su origen. La investigación también se ha centrado en determinados notarios y abogados que, supuestamente, facilitaron la creación de estas empresas fantasma, complicando aún más el caso.
