Por Lautaro Silvera
Ñacurutú Tambor es una comunidad musical que combina varios géneros como candombe, reggaetón, funk, cumbia y murga, adaptados con guitarra, canciones y ocho baterías. Juan Pablo Pérez, cantante y compositor del grupo, describe su música como experimental y totalmente rítmica. “Básicamente son canciones que compuse y fueron plasmadas en un formato un tanto extraño, que están dentro de un esquema de guitarra de 7 cuerdas y 8 baterías que son las protagonistas en todo momento. Ha sido como un laboratorio para mí, donde hay candombe, ritmos afro, funk, cumbia y murga matecito. Todo adaptado específicamente con canciones bien cantables”, explicó el músico.
El origen de este proyecto se remonta a muchos años atrás, donde en el contexto de una fiesta de fin de año se interpretaron diferentes canciones del repertorio popular a base de ritmos de batería. La propuesta caló tan bien que rápidamente cuajó y tomó forma. Quizás sin imaginarlo, así se creó lo que hoy se conoce como Ñacurutú Tambor, que ya cuenta con un disco con siete temas listos para escuchar en Spotify.
“En una búsqueda hace un tiempo encontré un material de Hugo Fatorusso, donde toca solo con un teclado de 5 octavas, canta y tiene 3 o 4 baterías, y todo sonó súper completo. Así dije ‘la guitarra tiene casi el mismo registro que el teclado; Intentémoslo’, y salió. Empezamos poco a poco, fue un armando que me llevó mucho tiempo madurar. Empezamos haciendo algunos covers, hasta que luego fui agregando temas propios, así como poco a poco, y hoy ya tenemos un repertorio muy extenso”, remarcó Juan Pablo Pérez, explicando un poco sobre el origen de este proyecto musical ensamble.
La parte rítmica es vital en Ñacurutú Tambor, donde ocho tambores comunitarios se ensamblan a la perfección, y hace creer que cualquier canción puede encajar perfectamente en este tren rítmico. “Estuvimos trabajando en adaptaciones a otros ritmos del disco, y por suerte tenemos muchas canciones, unas treinta. Pero en nuestra primera grabación elegimos siete canciones. Por ejemplo, empezamos con una especie de reguetón el primero, Criosho. Luego está el candombe, los ritmos afro, el funk, la cumbia y la murga matecito, que es un ritmo de aquí, muy nuestro. “Todo adaptado específicamente con temas bien cantables”, afirmó el cantante y guitarrista de Ñacurutú.
El grupo utiliza una técnica africana de tres voces para liderar el conjunto, asignando roles específicos a cada instrumento y voz para mantener la cohesión y la complejidad rítmica. Por cierto, Juan Pablo Pérez explicó cómo se empieza a organizar semejante propuesta rítmica: “Tengo la canción más o menos amasada, con los arreglos. La forma en que trabajamos con el conjunto es con una antigua técnica africana, que es a tres voces. El candombe, por ejemplo, se toca a tres voces: el piano, el niño y el repique, donde uno se encarga de una cosa distinta. Durante muchos años empezábamos las semanas ensayando todos los lunes a partir de las 9 de la mañana, durante tres horas. Al principio era todo un laboratorio, pero los niños son muy diligentes. Todo ha hecho que este proceso de trabajo dé como resultado un sonido súper compacto y bien amasado”, recordó el músico y guitarrista de Ñacurutú.
Ñacurutú Tambor lanzó recientemente su primer disco, y se preparan para participar en el festival Guale Emergente este domingo 16 de junio en el Teatro del Puerto, donde desde las 6 p.m. habrá música en vivo de Las Flores de Machiavelo, Blueslevard, La Carona. , y el cierre de Ñacurutú Tambor.
