Sergio Galleguillo llega en gira de aniversario, con un espectáculo que propone temas festivos y también la calma de los románticos.
“Estamos recorriendo la Gira 25 años, el espectáculo que estamos llevando a los teatros. La gira comenzó en Salta y continúa en Tucumán. Es una forma de acercarse a la gente de otra manera, y no sólo en las fiestas, con harina y albahaca”.
Sergio Galleguillo se refiere al espectáculo que hoy, a las 21, sube al escenario del teatro Mercedes Sosa (San Martín 479).
“Estamos presentando el proyecto de toda la música de estos 25 años plasmada en un espectáculo”, añade.
– Pero la fiesta va a ser igual que un festival. ¿Cómo vas a lograr que el público se quede quieto en sus asientos?
–Es inevitable, porque cuando empieza la parte festiva, es muy fuerte. Pero también tenemos canciones para escuchar, que gustan mucho al público, como “Margaritas”, “De noche y albahaca”. Son canciones que no se cantan mucho en los festivales y que son propicias para el teatro. Va a ser una puesta en escena muy bonita, y por supuesto, los 25 años de alegría que vamos a recorrer en el Mercedes Sosa. Va a ser inolvidable.
– ¿Cuándo fue la última vez que viniste?
– La última vez fue durante una pandemia, cuando se recibió mucho menos público. Se podía tocar sólo para la mitad del aforo de las salas y cada tres butacas. Por eso ahora vamos con todas las expectativas que, como siempre, podemos cumplir en el teatro.
– ¿Cuánta gente te acompaña arriba y detrás del escenario?
– Arriba, toda la banda y los bailarines, somos 23 en total. En el escenario hay nueve músicos y cuatro bailarines, además de asistentes, ingenieros de sonido y un conductor. Somos como una gran familia que viaja y trabaja mucho.
Sergio Galleguillo llega a Tucumán con su fiesta chayera.
– ¿Cómo es la gira?
– Salta, Tucumán, Catamarca y Córdoba. Terminamos en Buenos Aires. Pero luego nos vamos a Quilmes, entre otras fechas; Vamos a caminar a todas partes.
– ¿Dónde estrenaste este programa?
– En el Gran Rex, el año pasado.
– ¿Recuerdas algo especial de tus shows en la provincia?
– Tengo lindos recuerdos de cada vez que fui a Tucumán, que tiene algo mágico. Recuerdo cuando tuve récord en Trancas, en la Fiesta del Caballo, en Burruyacu o en Atahualpa. Son festivales que me impactaron muchísimo porque la gente está presente, comprometida en todo momento. Recuerdo una vez en Lules, la única vez que nevó. Canté bajo la nieve y la gente, impresionantemente, no se movió. Los tucumanos tienen eso especial, me acompañan en masa.
– Llevas la chaya en todos los escenarios.
– En La Rioja pertenecemos a Nuevo Cuyo. Antes éramos parte del Noroeste Argentino. Ahora no sabemos a dónde pertenecemos (risas). Haces una fiesta muy grande, como la Pachamama en Amaicha, como la gente de los valles… Pero llevar nuestra música a Tucumán capital y a todos los lugares donde fui – Simoca, Monteros, de la Patria, maravillosos – y cantar canciones como “El camión de Germán” o “Pañuelos agitando” significa que siempre nos volvemos a encontrar en el mismo ambiente festivo.
– Has venido muchas veces a la provincia…
–Hubo una época en la que iba todos los fines de semana a Tucumán. Si eran 23 festivales, yo fui a 20. Por eso le tengo tanto cariño a los tucumanos, y por eso es mutuo. Y que cada vez vengan más familias y más niños a los espectáculos, eso me estimula a seguir creciendo en esa provincia, para que mi música nunca deje de sonar y dar alegría.
