Un submarino de Estados Unidos llegó este jueves 13 de junio a la bahía de Guantánamo, en Cuba, en lo que parece ser una demostración de fuerza en respuesta a la visita de una flota rusa a la Isla.
Según los medios A B CSe trataría del USS Helena, un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear que llegó a aguas del Caribe un día después de que la flota rusa, que incluye una fragata, un submarino de propulsión nuclear, un buque cisterna y un remolcador de rescate, arribara a la Bahía de La Habana.
El Comando Sur de Estados Unidos indicó en sus redes sociales que la parada del USS Helena en aguas de Guantánamo fue parte de una visita “de rutina”.
En días anteriores, funcionarios del Pentágono negaron que la presencia de buques rusos en Cuba representara alguna amenaza para el país, pues se trataba sólo de un ejercicio de rutina.
“Esto no es una sorpresa. Los hemos visto hacer este tipo de escalas portuarias antes (…) Por supuesto que lo tomamos en serio, pero estos ejercicios no representan una amenaza para Estados Unidos”, dijo Sabrina Singh, portavoz de dicha agencia, al ser consultada sobre los movimientos. Rusos.
Sin embargo, los datos de navegación mostraron que Estados Unidos y Canadá estaban monitoreando la actividad de la flota de Vladimir Putin, movilizando también varios de sus barcos mientras los rusos navegaban hacia la Isla.
El Pentágono también reconoció que no sería una gran sorpresa empezar a ver más actividad rusa cerca de Estados Unidos, pero destacó que estos ejercicios se llevan a cabo en aguas internacionales.
Asimismo, la agencia no descartó la posibilidad de que buques rusos estén estacionados en todo el país durante el verano y posiblemente el invierno.
Algunos analistas perciben la situación como tensa, ya que los movimientos de la flota rusa se anunciaron sólo una semana después de que el presidente Joe Biden autorizara a Ucrania a utilizar armas proporcionadas por Estados Unidos para atacar territorio dentro de Rusia y proteger Járkov, la segunda ciudad más grande de Rusia. Ucrania.
Tras el anuncio, Putin sugirió que su ejército podría responder con “medidas asimétricas” en otras partes del mundo, refiriéndose a terceros países que han brindado apoyo a Ucrania.
