¿Cómo continúa el viaje del mendocino que se dirigió a Alaska en moto? – .

Claudio Fallat es el primer mendocino que se atreve a realizar la cruce viajar en motocicleta a Alaska. La experiencia iniciada en abril durará meses y, si bien ya fue realizada por otros argentinos, ninguno lo hizo desde la provincia cuyana.

Claudio está cumpliendo su sueño, tal como lo había contado MDZ en febrero cuando confirmó que haría el viaje En solitario. “Es un sueño que tengo desde hace un par de años”, dice el aventurero que empezó a viajar en motocicleta a los 42 años.

Hoy, a sus 51 años, se encuentra en medio de ese proyecto que ideó durante tanto tiempo. Como ella había señalado en su momento, una viaje Ir solo requiere valentía y aceptar que puede haber riesgos e inconvenientes, pero también da satisfacción cuando te atreves y lo haces realidad.

Fallat es el dueño de la fábrica de bocadillos Las 3F y no es la primera vez que incursiona en una cruce de este estilo pero el primero que implica atravesar muchos países y miles de kilómetros. Se trata, nada más y nada menos, de recorrer sobre dos ruedas unos 45.000 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta.

Claudio en Colombia. Foto cortesía.

El viaje de ida no estaba del todo planificado, Claudio inició su cruce sabiendo que partía desde Mendoza con destino a Alaska, sin haber definido con precisión los destinos donde haría escala. Recién llegado a Costa Rica, el aventurero salió de Mendoza a finales de abril, atravesando el norte de Chile donde cruzó hacia Perú. Del país andino pasó a Ecuador y sus diferentes lugares incluyendo la Amazonía ecuatoriana, Colombia con sus selvas y ciudades como Medellín. De allí cruzó a Centroamérica, pasó por Panamá y llegó a Costa Rica donde se encuentra actualmente y desde donde continuará el viaje.

“Él viaje Ha sido muy bonito y positivo. Pero bueno, yo también tuve algunas cosas malas. Al salir de Perú me rompieron la cámara 360, uno de los lentes, tenía que grabar en 180°. Eso fue en una playa, en la frontera con Ecuador, en el norte de Perú. Estaba parado con las bolsas, todo y vi unas playas interesantes de arena blanca y agua tibia. Fui a filmar un minuto y cuando regresé me di cuenta que me habían roto la cámara”, dice Claudio de Costa Rica.

Foto cortesía.

“También entrando a Ecuador iba a parar en un hotel en el pueblo de Tulcán y cuando estoy llegando paso por el centro, la parte histórica es muy linda pero iba como al puerto. Vi que la zona no era muy buena y le pedí a un policía que me dijo que me diera vuelta porque me podían robar. Todas las noches hay tiroteos, bandas se reúnen y no hay forma de combatirlas. Eso me dijo un policía y ya era tarde”, relata Claudio, quien luego de regresar al centro y pasar la noche en un hotel decidió continuar su ruta por el lado de Quito para “estar un poco más seguro”.

En Colombia decidió ingresar durante el día para evitar conflictos en zonas de narcotráfico. “Era todo sinuoso, arriba, abajo, curva, contracurva, entonces había que caminar despacio y para colmo tuve un día lluvioso”, dice sobre el lugar. Claudio tuvo que hacer escala en Popayán, distrito que califica de tranquilo.

Foto cortesía.

“Al día siguiente, después de caminar 30 kilómetros, ya estaba en Pasto, en plena selva y de repente veo una escena impactante. Había cuatro mujeres con señales de STOP. Fui tranquilo, siempre con precaución, puse dos marchas menos y me dijeron que parara insistentemente. Pero no tenían nada que vender, como es habitual en esas rutas. Entonces, mi primer instinto fue alejarme y no detenerme. Fingí parar, puse segunda y aceleré. Fue un momento aterrador y después de 50 kilómetros me encontré con un pequeño pueblo y la gente me miraba feo. Esa zona estaba llena de policías y del Ejército”, dice Claudio y agrega que un policía le dijo que continuara su cruce tratando de no parar.

Ya en Costa Rica el recibimiento fue con mucha lluvia. “Nunca había visto llover tanto a la vez”, dice el mendocino que asegura que montar en motocicleta entonces es peligroso. “Al llegar a San José empezó la lluvia muy fuerte. Me detengo al costado del camino, pongo mi pata en el motocicleta bajar, con tanta mala suerte que un camión se acercaba muy cerca del motocicleta. El camino era inclinado, el motocicleta como haciendo equilibrio y al pasar el camión se cayó y giró porque había una zanja y quedó con las ruedas hacia arriba”, lamenta el motociclista que intentará reparar los daños que fueron menores, salvo una pérdida de gasolina que No sabe dónde está.

Foto cortesía.

Costa Rica, dice, “es demasiado cara. Voy a hacer playas en el Caribe, el Pacífico, los volcanes y seguiré hasta Nicaragua”. Salvo los inconvenientes mencionados, Claudio afirma que “estoy muy feliz por esto viaje Lo que he podido hacer gracias a la fábrica 3f. He conocido personas maravillosas que incluso me han regalado su casa”.

“Hasta ahora he recorrido más o menos 11.000 kilómetros”, afirma el viajero que ya se encuentra a mitad de camino “con la misma idea de ir a Alaska”. Desde ese destino, el regreso será por Los Ángeles donde tomarás toda la Ruta 66 hasta Chicago. Luego Miami y continúa bajando hasta Mendoza pero esta vez por el lado este, bordeando el Océano Atlántico, pasando por Venezuela y Brasil.

 
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