El general Pedro Sánchez encabezó la Operación Esperanza, un esfuerzo conjunto liderado por pobladores y varios grupos de indígenas que conocían el territorio para encontrar a los cuatro hermanos Mucutuy que cayeron en una avioneta, mientras estaban acompañados por su madre y otros adultos.
Durante las operaciones de rescate, el general oró fervientemente: “En oración pedí perdón a Dios y a los niños, les dije que me perdonaran por ser mortal e imperfecto, pero que había hecho todo lo posible”.
Asimismo, afirmó que: “Yo creía que todos estaban muertos, que todos los ocupantes estaban muertos. El día 15, cuando encontramos los cuerpos de los adultos, pero los niños no estaban, fue un misterio, un choque fuerte entre lo que se esperaba y lo que se encontró”.
Al reflexionar sobre el milagroso rescate, Sánchez comentó: “Dios tiene grandes planes para ellos. Tuvimos una misa en honor a su madre y, mirando su foto, sentí que lo habíamos cumplido. Pude visitar a los niños de Bienestar Familiar y jugamos al escondite, lo que me permitió conectar con ellos de una manera especial”.