El periodismo entrerriano resiste por su compromiso social – .

El periodismo entrerriano resiste por su compromiso social – .
El periodismo entrerriano resiste por su compromiso social – .

Sebastián Galligo

Especial para ANÁLISIS

En medio de una crisis sin precedentes para la profesión como consecuencia de la situación económica, la falta de credibilidad se profundizó por la “grieta” de los últimos años basada en ideas radicalizadas y atravesada por el impacto de grandes cambios tecnológicos que ponen al oficio con “ poderes “externos” que son cada vez más recurrentes con la aparición de recortes de noticias, muchas veces de dudosa procedencia; El periodismo entrerriano mantiene un estrecho vínculo con la sociedad de su lugar de origen y eso establece una relación inquebrantable.

Afortunadamente vivimos en una provincia demográficamente equilibrada que nos permite desarrollar la profesión con sentido de pertenencia de Costa a Costa y de Norte a Sur.

Entre Ríos es una provincia que no concentra a toda su población en una, dos o tres ciudades. Esto determina que cada ciudad tenga hechos y situaciones que merecen ser contadas. En estas tierras han surgido grandes poetas, políticos, deportistas y artistas que enorgullecen a nuestro pueblo. Tanto es así que aquí se nombra primero la ciudad y luego la provincia. “Soy de Paraná, Entre Ríos; Soy de Guale (diminutivo con el que se disputan Gualeguaychú y Gualeguay), donde es el Carnaval del País y donde nació Lisandro Martínez, el jugador de la Selección; Soy de Federal donde se baila Chamamé; Soy Paceño, de la tierra de Tría”.
Ese sentido de pertenencia no es ajeno al comunicador. Y la credibilidad en estos tiempos es el valor más importante que tiene un periodista.

En Entre Ríos el periodismo establece un vínculo con la realidad, pero al mismo tiempo la profundiza a través de un compromiso que no termina en amplificar un reclamo, una injusticia, un pedido de solidaridad o la satisfacción de resaltar un logro.

La historia no termina en una historia televisiva, radiofónica, gráfica o de redes sociales. El periodista entrerriano “sigue la historia”, no es indiferente al problema de un vecino y se compromete a tal punto que dedica gran parte de su tiempo a solucionar el problema.

El protagonista deja de ser fuente y pasa a formar parte de su rutina. Y ese “puente” entre personas o acontecimientos se convierte en causa.
El caso más elocuente fue durante la pandemia. Calificados de esenciales, los periodistas salieron a la calle con una sociedad “guardada”. Y en ese contexto el periodista tuvo un papel fundamental. En Concordia, Gualeguaychú, Tala, Villaguay, muchos periodistas dedicaron gran parte de sus horas a explicar lo que muchas veces “omitió” el Gobierno para no pagar el costo político de anunciar un cierre. Y ese relato o forma de “comunicar” no hizo más que fortalecer ese vínculo con todos los actores sociales. Conferencias sin concretos para decirnos “cuidarnos”, “charlas por Zoom” y promociones en las redes desde sus casas privilegiadas replicando la campaña “Yo me quedo en casa”.

Los trabajadores de la prensa ocuparon ese lugar y recibieron diariamente todo tipo de consultas a través de Whatsapp, Facebook, Instagram. Estos contactos existieron gracias a esa relación que se fue construyendo a lo largo de la carrera.

“Hasta qué hora puedo abrir y cómo tengo que viajar” y así… Y lo más impactante: en varias ocasiones tuvo que llenar formularios o visibilizar el problema de algunos sectores sociales que no tenían acceso (informática). o telefónicamente) para poder inscribirse para cobrar el IFE.

Muchos periodistas, especialmente los de la calle, conocen la realidad mejor que nadie. Porque en cuestión de segundos ven el contraste de una sociedad cada vez más desigual.

Ese papel también tiene su costo. El lector, el espectador, el oyente exige porque encuentra respuestas o soluciones.

La crisis actual “pega fuerte” y el contexto pone de relieve una de las grandes deudas, que es la eterna falta de apoyo del sector privado. El crecimiento y desarrollo de cualquier actividad debe ir inevitablemente acompañado de la libertad de expresión, una comunicación rigurosa y de calidad. ¿Cuántas empresas importantes de la provincia invierten en medios o en autogestión? Muchos lo reconocen bajo el capó y entienden que es una inversión. Pero no dan el paso.

La periodista entrerriana resiste, abrumada y perturbada muchas veces al presenciar el dolor, pero también eufórica al contar las victorias y librar las batallas.

Feliz día a los trabajadores entrerrianos que tienen empatía, credibilidad y compromiso, las herramientas para seguir resistiendo.

 
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