Un fenómeno criminal que se expande

Con el paso de las horas, la conmoción y el dolor se extienden en el Barrio Comercial, franja sur de la ciudad de Córdoba. El alevoso asesinato de Olga Villarreal (72), quien fue asesinada en su casa con feroces golpes en la cabeza presuntamente con un palo o un tubo, continúa generando zozobra en el barrio.

Primero, porque era una vecina que residía allí desde hacía mucho tiempo.

En segundo lugar, porque la detención de una sobrina suya de 58 años, como presunta asesina, dejó perplejos a muchos. Aunque no a todos.

La mujer fue capturada en las últimas horas por investigaciones de la Dirección General de Investigación Criminal de la Policía luego de una fructífera tarea de recolección de pruebas y testimonios.

El sospechoso será enviado a prisión bajo el grave cargo de homicidio con ocasión de robo.

Para las investigaciones, María Alejandra Tabares (58) habría utilizado la confianza que tenía con la víctima y terminó traicionándola: le robó dinero y luego la mató al ser descubierta o quizás para encubrir todo, según sospecha judicial. .

No se descarta que las acusaciones penales se agraven posteriormente.

Lo ocurrido en Comercial es el último capítulo de un doloroso fenómeno criminal que continúa propagándose en Córdoba en los últimos tiempos: asesinatos cometidos en el contexto de robos por personas cercanas a sus víctimas.

En otras palabras: de la confianza pasamos a la traición, el robo y la muerte entre cuatro paredes.

Este doloroso y preocupante fenómeno social no es nuevo. Ya empezó hace un par de años, pero se ha ido fortaleciendo en Córdoba.

En lo que va de 2024, ya se han registrado al menos cinco episodios delictivos de este tipo en la provincia, especialmente en la Capital, siempre según las hipótesis judiciales de estos casos.

Estos episodios suelen tener similitudes: las víctimas vivían solas y eran, por lo general, adultas.

Conmoción en el Barrio Comercial de Córdoba por el crimen de una vecina en su domicilio. (Javier Ferreyra)

traiciones a muerte

Dejando de lado lo ocurrido en el barrio Comercial con el jubilado, los otros cuatro episodios fueron:

La víctima fue encontrada en su domicilio del barrio Ampliación Residencial América, en Córdoba Capital. (Javier Ferreyra)

Envuelto en sábanas. El 24 de marzo, Héctor Nievas (68) fue encontrado asesinado en su casa del barrio Ampliación Residencial América de Córdoba. Vivía solo. Alguien entró sigilosamente, lo mató con un martillo y envolvió su cuerpo en sábanas. Robó dinero y el coche. Por el crimen fue detenido un mecánico local que lo frecuentaba. El fiscal Raúl Garzón lo acusó de homicidio con ocasión de robo.

Prisionero. Un joven es acusado de matar y esconder en un congelador a la persona a la que le daba refugio. (Policía)

En un congelador. El pasado 10 de abril el cuerpo de Mario Antonio Albornoz (53) fue encontrado dentro del congelador de su casa en el barrio Alto Alberdi de la Capital. El asesino lo mató a golpes y le robó dinero. En las últimas horas, finalmente el sospechoso fue capturado. Fabián Ricardo Páez ocupó una de las habitaciones de la casa que funcionaba como pensión. El fiscal Guillermo González lo acusa de homicidio simple y robo.

El pasado sábado, en la colonia José Ignacio Díaz III Sección, un hombre apareció sin vida en el interior de su vivienda que también funcionaba como un precario kiosco. Juan de Urdinola 4746. Foto: Pedro Castillo/La Voz
El pasado sábado, en la colonia José Ignacio Díaz III Sección, un hombre apareció sin vida en el interior de su vivienda que también funcionaba como un precario kiosco. Juan de Urdinola 4746. Foto: Pedro Castillo/La Voz

Con golpes. El 27 de abril, Pablo Moyano (69) fue encontrado asesinado a puñaladas en su domicilio del barrio José Ignacio Díaz 3ª Sección de Córdoba. Estaba jubilado y tenía un quiosco. Una joven y su novio fueron detenidos en Santa Fe, de donde habían escapado. Para Justice, ella solía frecuentar la casa del hombre y se había ganado su confianza. Se sospecha que, en ese contexto, la muchacha acudió con su novio, agredieron a Moyano y lo mataron de una puñalada en el corazón. Para la fiscal Eugenia Pérez Moreno, hay pruebas de sobra.

Conmoción en Villa La Bolsa: investigan la muerte de un tarotista identificado como Pablo Giménez Casado. (La voz)
Conmoción en Villa La Bolsa: investigan la muerte de un tarotista identificado como Pablo Giménez Casado. (La voz)

Golpes en la cabina. El 14 de mayo fue asesinado a golpes Pablo Giménez Casado (43), quien se ganaba la vida gestionando cabañas en Villa La Bolsa y que también era tarotista. Las investigaciones no tardaron en poner bajo la lupa a un vecino muy cercano que solía frecuentarlo. El joven fue detenido y acusado de asesinato. El fiscal Alejandro Peralta Ottonello sospecha que este vecino, valiéndose de la confianza de la víctima, entró, mató y robó. Lucas Martín Cejas fue acusado de homicidio criminis causae, delito que, de ser declarado culpable, prevé la pena de prisión perpetua.

Caso bajo sospecha. A todo esto, una abuela (Elida Bustos) fue asesinada a puñaladas en su casa de Ampliación Rosedal, en febrero. Su nieto ya confesó. El joven padecía trastornos psiquiátricos y es adicto a las drogas. “Él siempre le robaba dinero”, dijeron sus familiares. El peritaje psiquiátrico determinó que no es penalmente responsable.

romper la confianza

“¡Uf! Muchos de estos casos se están viendo. Hay jóvenes que utilizan la confianza ganada durante años con ciertos adultos y les roban. Muchas veces es para comprar drogas. De hecho, están drogados”, confió un investigador.

Muchas veces el crimen no está planeado. El agresor ataca por impulso y mata con lo primero que encuentra.

“Aunque pensaron en robar y en cómo robarlo, no planearon el homicidio. Matan con lo primero que encuentran a mano: un cuchillo, un palo o golpean. Luego viene la cruda escena: taparlo con una sábana, esconderlo debajo de la cama o en el congelador. Se lavan la sangre… Pero siempre cometen errores y acaban cayendo… Siempre”, confió otro investigador.

Los investigadores destacan que quienes matan en este tipo de episodios lo hacen muchas veces porque obtuvieron información sobre el dinero que guardaba la víctima (o creían que había una cantidad atesorada) y, impulsados ​​por una deuda o una adicción, no dudan traicionar a esa persona. persona que, confiando, había aprendido a abrirle la puerta.

Ya ha sucedido que algunos delitos ocurrieron cuando la víctima descubrió que esa persona, en quien confiaba, le había robado.

María Alejandra Tabares (58) está acusada de haber asesinado a su tía en el barrio Comercial luego de supuestamente robarle dinero en varias ocasiones. Tabares incluso vivía en el mismo barrio.

Familiares de la víctima ya dijeron a la policía que la abuela estaba preocupada porque días atrás le habían robado las llaves de su casa. Incluso se quejó de que le faltaba dinero.

“Los seres humanos somos capaces de cualquier cosa. Incluso matar por la espalda a alguien que le había dado un plato de comida o un vaso de agua o le había ayudado con unos mangos porque era de confianza”, dice un funcionario judicial.

 
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