El FMI consideró que el Gobierno argentino debe “ampliar el apoyo político” para implementar reformas macroeconómicas, y al mismo tiempo insistió en que el ajuste no debe recaer “desproporcionadamente en las familias trabajadoras”. Así lo afirmó este jueves la portavoz de la organización, Julie Kozack, durante una rueda de prensa que ofreció en Washington.
“Como hemos dicho muchas veces en el pasado, sigue siendo esencial trabajar para ampliar el apoyo político a la estabilización y reforma macroeconómica”, dijo el funcionario, cuando se le preguntó sobre las políticas del presidente Javier Milei.
También consideró necesario “dar mayor prioridad a reformas a nivel micro que puedan desbloquear barreras de entrada que puedan promover el empleo formal en el país y atraer inversión privada”. Por otro lado, Kozack aseguró que el staff del Fondo Monetario se reunirá “próximamente” para analizar la aprobación de la última auditoría del programa económico del país, que permitiría el desembolso de 800 millones de dólares.
“Este acuerdo refleja la fuerte implicación y la implementación decisiva por parte de las autoridades. Todos los objetivos clave del programa se cumplieron con creces”, subrayó el portavoz.
Sin embargo, consideró que “el camino que le espera a la Argentina sigue siendo desafiante. Aprovechar estos primeros logros significa que las políticas tendrán que evolucionar en áreas que ya hemos discutido”.
Kozack aseguró que la agencia continúa “monitoreando la delicada situación social de Argentina y hemos estado enfatizando la necesidad de aumentar la asistencia social para apoyar a los pobres y asegurar que la carga del ajuste no recaiga desproporcionadamente sobre las familias trabajadoras”.
Por ello, indicó que “será necesaria una calibración adicional basada en la evolución de los indicadores sociales y de pobreza”.
Bajo consumo
Las transacciones con tarjetas de crédito en mayo alcanzaron los $7.877.139 millones, un 170,8% más que en el mismo mes del año pasado, pero unos 100 puntos por debajo de la inflación acumulada, lo que muestra una fuerte contracción del consumo. Este dato complica el relato oficial que sugiere que lo peor de la crisis habría ocurrido durante los meses de marzo y abril. Si se compara con abril de este año, las ventas con tarjetas de crédito aumentaron 9,2%, superando en este caso la inflación esperada para el período. .
La construcción perdió 52 mil empleos
La recesión está teniendo un impacto muy fuerte en el empleo en algunas áreas clave de la actividad económica, como la construcción de una caída del empleo. Según datos del INDEC del primer cuatrimestre del año, ya se han perdido 52.400 empleos en la construcción, lo que lleva ocho meses consecutivos.
En noviembre la construcción ocupó 444.000 puestos de trabajo formales, mientras que en abril se redujeron a 391.640. De esta forma, el empleo en este sector estratégico cayó casi un 12%.
Según especialistas del sector, también se habrían perdido un número similar de puestos de trabajo entre el personal no registrado, que suele ser elevado en esta actividad, en lo que corresponde a tareas específicas de repuestos e instalaciones.
La construcción es el sector industrial que más cayó durante este gobierno, sobre todo por la decisión de poner un freno total a las obras públicas para intentar equilibrar las cuentas fiscales. En abril pasado, la actividad de la construcción cayó un 37,2%, según el INDEC.
Sin embargo, se produjo una ligera recuperación respecto a marzo, lo que enciende cierta luz de esperanza de que la recesión esté un paso más cerca de tocar fondo. Un dato preocupante es que dos de cada diez empresas constructoras prevén reducir plantilla en los próximos meses. Y entre los que trabajan en obras públicas, la mitad considera que tendrán que reducir plantilla.
En agosto de 2023 había 466.000 trabajadores de la construcción. Esto indica que en ocho meses se perdieron casi 75 mil puestos.
