La última actuación de Ben Vautier ha sido la más radical. El artista francés de origen italiano se suicidó ayer, pocas horas después de que falleciera su esposa Jacqueline a causa de un derrame cerebral. El autor, de 88 años, falleció en Niza, la ciudad … donde ha desarrollado buena parte de su carrera creativa, caracterizada por la falta de distinción entre arte y vida. Ben, como se le conocía, fue uno de los últimos y más originales miembros del movimiento Fluxus.
Los aforismos escritos en letras blancas sobre fondo negro son su seña de identidad. Frases cortas y contundentes como ‘¿Para qué sirve el arte?’ o ‘No tengo nada que explicarte’ mostró su pensamiento, aparentemente sencillo, pero sujeto a una interpretación de la creación plástica que la concibe no como un fin, sino como un medio para explorar el inconsciente, cuestionar nuestra imaginación y desafiar al espectador. Estas piezas, de amplia distribución, llegaron al MoMa de Nueva York.
‘Nada y todo’, el título de su primera exposición en 1960, ya mostraba la dirección de un artista que mezclaba ideología combativa, poesía férrea y el recurso a la apropiación, porque, en su opinión, todo lo que firmaba podía convertirse en obra. Esta línea de trabajo, denominada Mail Arte, sedujo a George Maciunas, el padre del movimiento Fluxus, quien lo animó a sumarse a la formación. Al igual que Ben, sus acólitos renunciaron al trabajo convencional y exigieron un arte total, una forma de expresión interdisciplinaria, vinculada a la expresión cotidiana, a través de la cual promover una forma de vida marcada por la libertad de elección.
Los poemas caligrafiados con cierta estética infantil fueron parte sustancial de una abundante y diversa producción que incluyó pintura, escultura, fotografías, libros e incursiones cinematográficas. En los años ochenta, Ben fue uno de los instigadores de la figuración libre francesa, una corriente estáticamente asociada a la transvanguardia italiana o al neoexpresionismo americano. La transgresión de cánones, la discordancia cromática y el uso de materiales heterogéneos caracterizan esta reacción a la sobriedad minimalista.
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