Después de cinco meses consecutivos de desaceleración inflacionaria, junio comenzó con fuertes aumentos. Desde el sábado 1 se registró en los surtidores salteños el sexto aumento de lo que va de 2024 en los combustibles, que en lo que va del año se encarecieron, en promedio, un 62%.
Después de cinco meses consecutivos de desaceleración inflacionaria, junio comenzó con fuertes aumentos. Desde el sábado 1 se registró en los surtidores salteños el sexto aumento de lo que va de 2024 en los combustibles, que en lo que va del año se encarecieron, en promedio, un 62%.
El miércoles pasado el Ministerio de Energía de la Nación Oficializó nuevas subidas en el comercio mayorista de electricidad y gas, que se dejará sentir tanto en las facturas de los usuarios residenciales del segmento N1 (renta alta), comercios, pymes e industrias, como en las facturas de los hogares N3 (renta media) y N2 (renta baja) debido al paulatino eliminación de subsidios. . Las subidas de tarifas, que están vigentes desde el primer día de junio, cargarán aún más las pesadas facturas de ambos servicios, que han aplicado subidas de hasta el 450% desde las fechas de vencimiento de marzo y abril.
Debido al retiro de los subsidios al transporte -que sólo se mantienen para los servicios del área metropolitana de Buenos Aires- el pasaje del bus urbano cuesta hoy $690 en la región metropolitana de Salta, luego de acumular subas tarifarias desde enero, cuando valía $110 . del 527%.
Alimentos, educación, vestimenta, alquiler, teléfono, TV Cable, impuestos, seguros, también siguen teniendo aumentos y repercusiones en los bolsillos castigados que los alejan cada vez más de las canastas de alimentos y servicios. Las caídas de las ventas, la asfixia de las pymes y las jubilaciones que ya no alcanzan para pagar los remedios son otros indicadores claros de la creciente distancia que separa las variables macroeconómicas que la Casa Rosada destaca de la prometida luz al final del túnel.
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