Fecha de publicación: 2024-06-04 10:52:22
El *5 de junio de 1651, el Capitán Diego de Ospina y Maldonado* organizó oficialmente la parroquia de San Sebastián de La Plata. Sin embargo, antes de esta fundación oficial, el pueblo había sido testigo de tres intentos extraoficiales de fundación de la corona española, que incluyeron insurrecciones, extracción de plata y enfrentamientos con los indígenas paeces, pijaos y yalcones.
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En estos 373 años hablaremos de lo divino y humano de nuestro municipio. Lo que quiero comentar es para no prestarse a malas interpretaciones.
En cuanto a música, marchas e himnos, soy un ignorante sobre el tema. Sólo recuerdo el solfeo del profesor Lamilla en el colegio de varones y el himno de La Plata: ‘Cantemos a La Plata, con todo el corazón, la gloria de su linaje, de su historia y de su valor’. Este himno, compuesto por Isabel Valenzuela el 5 de junio de 1951, es un poema lírico que celebra la historia y la identidad de La Plata. Cada verso es un canto de emoción, tejido con palabras que evocan la belleza del paisaje y la valentía de nuestro pueblo. La melodía fluye como un río, cargada de recuerdos y esperanzas, creando una sinfonía de amor y orgullo. Es un canto que levanta el corazón de los Plateños; Cada línea es parte de la memoria colectiva. Las campanas, los fundadores y las luchas se entrelazan en esta canción, un homenaje a quienes forjaron nuestra historia con determinación y valentía.
Durante mi etapa como presidente de la directiva de la Sampedrina para la conmemoración de los 25 años del festival, conocí al Maestro José Ignacio Olave, profesor, compositor, director e intérprete musical. Había escrito en el pentagrama la interpretación musical e instrumental de nuestro himno. La última vez que nos vimos, en 2014, lo llevaba en su maletín. Sin embargo, ningún Intendente le prestó la debida atención ni colaboración para grabar este himno que los plateños mayores agradecimos con el corazón y el alma.
Así es, este himno es un profundo despertar del sentido de pertenencia y amor a la patria. Transporta al oyente a través de colinas, prados y el río plateado. En esta solemne y conmovedora armonía están presentes los fundadores Diego de Ospina y Sebastián Quintero. El himno es un tesoro lírico e histórico, un vínculo entre generaciones”.
“Noches Plateñas” es una hermosa canción del maestro *Jorge Villamil Cordovez*, uno de los creadores más destacados de la música andina colombiana. Este vals evoca la magia y la belleza de las noches de la región, llenas de perfumes, estrellas y quimeras del municipio de La Plata. La descripción poética nos transporta al ambiente nocturno, donde se entrelazan estrellas, sueños y flores. La canción es considerada una de las mejor elaboradas y más complejas del compositor, ya que logra transmitir la nostalgia, la belleza y la identidad de la región. La mención de las brisas y de San Sebastián evoca la presencia de la naturaleza y la protección.
Noches Plateñas nos invita a recordar y apreciar la magia de esta tierra tradicional y llena de historia. Aunque no cumple con todos los parámetros de un himno oficial, su profundo significado y conexión con la tierra y la cultura lo hacen digno de tal honor. En definitiva, aunque no está escrito como un himno oficial, “Noches Plateñas” tiene todos los ingredientes para ser considerado una especie de himno. Su belleza lírica y su conexión con la tierra y la gente lo hacen especial y memorable.
Estrofa IV del Himno de La Plata, Huila.
“Juremos ante el altar defender tus derechos porque un plateño nunca puede faltar a su deber”.
