liberal o de izquierdas, pero leal – .

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Gustavo Petro es impaciente, quiere resultados en el corto plazo y confía en un círculo muy reducido de colaboradores. El presidente de Colombia ha llevado al extremo la idea de que los ministros son mechas. Sin haber cumplido aún dos años en el poder, tras las dos grandes crisis de gabinete con las que rompió la coalición de Gobierno y numerosos recambios a cuentagotas, el presidente ya ha nombrado a más de una treintena de ministros. Tras la salida de Germán Umaña de la cartera de Comercio, Industria y Turismo, solo quedan 5 de los 18 ministros originales del primer presidente de izquierda de la Colombia contemporánea. Más allá de sus distintos orígenes, perfiles y trayectorias, Susana Muhamad (Medio Ambiente), Gloría Inés Ramírez (Trabajo), Catalina Velasco (Vivienda), Néstor Osuna (Justicia) e Iván Velásquez (Defensa) son los últimos sobrevivientes de ese primer gabinete que trajo uniendo diferentes corrientes políticas. Tienen en común que no se han enfrentado a un presidente que premia la lealtad.

Muhamad, a pocos meses de acoger en Cali la conferencia mundial de biodiversidad, y Ramírez, que ha impulsado la probable aprobación de la reforma de las pensiones en el Congreso, encarnan dos grandes logros del Gobierno y proceden de la izquierda militante. Velasco y Osuna, con menos visibilidad, son las últimas figuras liberales que quedan tras la fractura de la diversa coalición con la que el presidente inició su mandato. Y Velásquez, que hasta ahora ha contado con el apoyo irrestricto del presidente, debe hacer frente a la preocupante crisis de seguridad, que lo ha puesto en el blanco de la oposición.

Susana Muhamad, la anfitriona de la COP16

Susana Muhamad en el centro de Bogotá, en agosto de 2022.camilo rozo

Gustavo Petro quiere pasar a la historia como un líder ambientalista. Ante su insistente llamado a abordar con sentido de urgencia existencial la crisis climática que enfrenta el planeta, brilla con luz propia en el gabinete su ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad (Bogotá, 47 años), una de las personas que lo conoce mejor y quién ha trabajado más cerca de él. Ella es la encargada de aterrizar su visión de uno de los países con mayor biodiversidad del planeta, con una porción considerable de selva amazónica, y ya fue secretaria de esa misma cartera cuando el actual presidente fue alcalde de Bogotá, entre 2012 y 2015. Como abuelo palestino, este politólogo de la Universidad de Los Andes, en Bogotá, con maestría en Desarrollo Sostenible de la Universidad de Stellenbosch en Sudáfrica, también ha acompañado al presidente en sus tres candidaturas presidenciales.

En gran medida, será la anfitriona de la enorme Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, COP16, que se celebrará en Cali en octubre, bajo el lema de “hacer las paces con la naturaleza”. El gran escaparate internacional de la vertiente más ecologista del presidente, que se suma a la conferencia climática del próximo año en Brasil para reforzar la posición de los dos grandes países amazónicos.

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Los observadores coinciden en que el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible ha elevado su perfil en el Gobierno de Petro, bajo el liderazgo de Muhamad. “Su peso político es profundo”, afirma el analista Andrés Mejía Vergnaud. “Es una persona que con el corazón, el alma y la carrera está con el proyecto político de Petro, suscribe esa ideología y representa el tipo de demografía joven y urbana que fue tan importante en su llegada tanto a la Alcaldía como a la Presidencia”. Uno de sus principales logros ha sido reducir la deforestación, pero ese progreso está en riesgo debido a la creciente agresividad de las disidencias de la extinta guerrilla de las FARC, hasta el punto de que la propia ministra ha activado todas las alertas.

Gloria Inés Ramírez, la sindicalista conciliadora

Gloria Inés Ramírez en su consultorio, en septiembre de 2022.Diego Cuevas

Gloria Inés Ramírez (Filadelfia, Caldas, 67 años), la primera ministra comunista de Colombia, lidera una reforma previsional que está llamada a convertirse en un hito legislativo para el Gobierno. Licenciada en Física y Matemáticas por la Universidad Tecnológica de Pereira, se define como maestra de escuela, dirigente sindical, mujer de izquierda y feminista. También tiene una especialización en derechos laborales y una maestría en desarrollo social y educativo. Además de senadora por el izquierdista Polo Democrático entre 2006 y 2014, fue presidenta de la Federación Colombiana de Educadores (FECODE) y directora de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT), el sindicato más grande del país.

Aunque la reforma laboral que aspira el Ejecutivo sigue estancada, la pensión que pretende reestructurar el defectuoso sistema colombiano ya fue aprobada en el penúltimo debate. Es el que tiene el camino más claro de la tríada de reformas sociales de Petro, que completa la ya hundida reforma sanitaria. Locales y extraños reconocen el espíritu conciliador y dialógico de Ramírez, que contrasta, por ejemplo, con la disposición de Carolina Corcho y Guillermo Alfonso Jaramillo, los dos ministros de Salud que no lograron aprobar en el Congreso la reforma sanitaria del Gobierno.

“El ministro ha sido bastante eficaz a la hora de impulsar la reforma de las pensiones”, afirma Yann Basset, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad del Rosario. “Proviene de una izquierda bastante afirmada, pero al mismo tiempo tiene experiencia en la negociación, lo que al final ha sido muy útil para el Gobierno en esta situación”, añade. “Gloria Inés Ramírez representa a los sindicatos, que siguen siendo un factor político de suma importancia para el Gobierno y tomaron aún mayor importancia con los hechos del 1 de mayo”, agrega el analista Andrés Mejía Vergnaud, en referencia a las marchas en apoyo al Presidente. Petro, que sólo fueron posibles gracias a la movilización sindical.

Catalina Velasco, el pararrayos contra los cacaos de la construcción

Catalina Velasco en agosto de 2022.

El responsable de Política de Vivienda ha mostrado una gran resistencia a las críticas del gabinete. Cercana al presidente Gustavo Petro a través de su esposo Eduardo Noriega, uno de los políticos que ha trabajado junto al presidente durante años, Catalina Velasco (Bogotá, 52 años) llegó al cargo con la bendición de la bancada del Partido Liberal y el encargo de dar un giro a uno de los ámbitos fundamentales para la economía y que entrega los subsidios más jugosos para sus beneficiarios.

Secretario de Hábitat de Bogotá del alcalde izquierdista Samuel Moreno, y vicepresidente de la Empresa de Energía de Bogotá durante la alcaldía de Petro, con dos meses en el cargo, el ministro señaló que el Gobierno anterior había agotado el presupuesto del programa Mi Casa Ya, que subsidia la compra de viviendas por parte de las familias más pobres. Para 2023 obtuvo más recursos, pero el cambio que hizo a las reglas para recibir subsidios retrasó la transferencia del dinero por más de un semestre. “Ella es en parte responsable del colapso del sector construcción del país por haber cambiado las condiciones para la transferencia de los subsidios a la vivienda”, dice el analista Sergio Guzmán. El propio Petro lo ha criticado en público; A finales de enero, en una reunión oficial en Quibdó, la cuestionó sobre la falta de avances en el acueducto de la capital del Chocó. “La verdad es que no me estoy conociendo. Eso es lo primero que se hace al entrar en un despacho ministerial. “¿Dónde están los acueductos para la gente pobre?”, dijo refiriéndose a Velasco.

No ha sido el único origen de las acusaciones. El ministro ha enfrentado debates sobre el control político de la oposición y críticas permanentes de Camacol, el gremio de constructoras que Petro ha señalado como muy cercano a la derecha. Su actual titular, Guillermo Herrera, fue ministro de Deportes durante el gobierno de Iván Duque, con el apoyo del partido Cambio Radical, y trabajó en la alcaldía de Bogotá de Enrique Peñalosa, némesis en la política capitalina del actual presidente; Su predecesora, Sandra Forero, fue elegida concejala de Bogotá en octubre por el Centro Democrático Uribista. El trabajo de Velasco para enfrentar a esos sectores críticos del Gobierno, y su lealtad al presidente ante la renuncia de sus viceministros menos políticos, le han permitido mantener el apoyo del presidente.

Néstor Osuna, el liberal que se mantiene firme

​​​​​​​​​​Néstor Iván Osuna​ Patiño en Bogotá, en febrero de 2023Chelo Camacho

El Ministro de Justicia es el superviviente de mayor edad. Néstor Iván Osuna (Bogotá, 62 años) es un académico sin apoyo político ni militancia de izquierda que representa más la visión de valores socialdemócratas propias de un ala del tradicional Partido Liberal que la de Gustavo Petro. No forma parte del círculo más cercano a Petro y ha enfrentado crisis y desafíos como el asesinato del director del penal La Modelo de Bogotá o la dificultad para sacar adelante proyectos de ley como el de jurisdicción agraria. Además, recientemente ha fungido como traductor o rectificador de declaraciones hechas por Petro o sus aliados, por ejemplo, al negar que busque la reelección.

Pese a todo ello, mantiene el apoyo del presidente, con quien comparte el alma máter de la tradicionalmente liberal Universidad Externado de Colombia. Sin conocerse, una decisión judicial los acercó en 2014. La Fiscalía General del Estado, al mando del conservador Alejandro Ordóñez, había suspendido a Petro de sus funciones como alcalde de Bogotá, y una avalancha de acciones legales buscaba restituirlo en el cargo. Entre ellas, cientos de acciones de protección pedían respeto a sus derechos como elector, y entre sus idas y venidas, la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura decidió denegarlas. Osuna, juez de ese Tribunal, se opuso. Petro recordaría ese nombre.

Ya como ministro, Osuna ha liderado iniciativas garantistas y progresistas, especialmente penales y penitenciarias. Ha defendido que el Gobierno es ideológicamente liberal, socialdemócrata, precisamente la visión con la que coincide este constitucionalista. También ha ejercido de escudero del presidente, especialmente en la pelea que tuvo con el anterior fiscal, Francisco Barbosa.

Iván Velásquez, a prueba de turbulencias

Iván Velásquez Gómez en septiembre de 2022.Diego Cuevas

Gustavo Petro ha cerrado filas en más de una ocasión en defensa -nunca mejor dicho- de uno de los miembros clave de su gabinete, muy criticado por la delicada situación de orden público. Colocar a un jurista de renombre al frente del Ministerio de Defensa es inusual en Colombia, pero esa fue la decisión del presidente con Iván Velásquez (Medellín, 69 años), a quien ha apoyado en su cargo mientras se acerca a la mitad de su mandato de cuatro. -año de plazo. En marcado contraste, el predecesor de Petro, Iván Duque, tuvo tres ministros de Defensa cuestionados que no igualaban la longevidad de Velásquez.

El presidente Petro lo considera un “hombre justo”, palabras con las que lo defendió cuando la Fiscalía de Guatemala lo atacó por su reconocido rol al frente de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICG). El ministro, quien también fue el investigador estrella del escándalo de la parapolítica, que lo convirtió en némesis del expresidente Álvaro Uribe, se ha visto obligado a navegar en aguas turbulentas, a pesar de que Petro ha buscado suavizar sus relaciones con militares y policías desde la campaña. que lo llevó al poder.

La paz total es una de las apuestas más ambiciosas del presidente, lo que representa un desafío adicional para los militares. Su plan siempre ha sido ampliar el concepto de negociación para dialogar simultáneamente con la guerrilla del ELN, los disidentes de las extintas FARC, grupos narcotraficantes, pandillas y bandas criminales, a menudo también en conflicto entre sí. Las mesas con el ELN y las disidencias del llamado Estado Mayor Central enfrentan sus propias crisis. El elenos Se resisten a renunciar al secuestro y el grueso de los disidentes abandonó la mesa. El propio Petro ha declarado una “ofensiva total” en el departamento del Cauca ante el reciente ataque de la EMC. Hay una sensación de deterioro de la seguridad que la oposición atribuye en gran medida a Velásquez. “Petro no confía en mucha gente, y todo indica que no confía en nadie más para tener esa cartera que no sea Iván Velásquez”, dice el analista Sergio Guzmán.

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