la fecha en que Colón descubrió la gloria – .

la fecha en que Colón descubrió la gloria – .
la fecha en que Colón descubrió la gloria – .

Martes 4.6.2024

/

Última actualización 23:33

Eran tiempos de pandemia. La gente vivía en soledad, la civilización vivía una cuarentena para la que nadie estaba preparado. La ansiedad y los trastornos de todo tipo modificaban los estados de ánimo de todos. En medio de eso, había un equipo que se preparó para lo que muy pocos pensaban que podía pasar. Eduardo Domínguez se instaló en el predio Sabalero que hoy lleva con orgullo el nombre “4 de Junio”. Y a partir de ahí empezó a armar una estructura de equipo sólida, con muchos jugadores a los que sacó provecho, los mejoró y otros que se sumaron en una misma sintonía de excelente sintonía. El corto torneo le favoreció. Estuvo primero de principio a fin, la gran figura de Burián se presentó en cuartos de final en aquel complicadísimo choque ante Talleres de Córdoba (su primer tiempo, el de Burián, fue excepcional y luego firmó una actuación de 10 puntos en los penaltis). Y después, San Juan fue el lugar de la gloria con dos victorias indiscutibles ante Independiente, en semifinales, y Racing, en la final, que no dejaron lugar a dudas.

Los planetas se alinearon, algo imprescindible para cualquier logro. El claro ejemplo fue lo ocurrido con Facundo Garcés, hoy convertido en un desperdicio inexplicable, para él y para el club. Le tocó debutar en la primera fecha, cuando no iba a ser titular porque en su lugar jugaba Bianchi y se lesionó en el calentamiento previo. Y Garcés terminó siendo un verdadero líder, al punto que, en la final con Racing, Colón no contó con Goltz, Delgado, Meza o Bianchi. Y sin embargo, con Piovi de “6”, con Escobar de “3” y con Mura de “4”, Domínguez armó una defensa muy sólida. Aunque su gran descubrimiento fue esa decisión de titular a Cristian Ferreira, de forma sorprendente. Y Ferreira la rompió en ese partido y fue una de las grandes figuras de aquel 4 de junio de 2021.

Se derramaron lágrimas aquella pequeña noche sanjuanina con las gradas vacías pero en la que se escuchaban aplausos, emociones, gritos de alegría y alivio que llegaban desde Santa Fe, en medio de tantos temores vividos por esa pandemia que se llevó la vida de seres queridos. . Uno piensa en los que se fueron antes de aquel 4 de junio de 2021, de tantas generaciones de hinchas sabaleros que vivieron momentos muy diferentes, con esas tristezas asociadas a los resultados deportivos, pero con el amor incondicional e inquebrantable que permitió el “aguante militar”. “y ser el apoyo de la recuperación necesaria, aunque dure mucho como sucedió en aquellos años de ascenso en los que Colón vivió renovando esperanzas en cada inicio de campeonato.

En algún momento iba a suceder. Domínguez estaba armando un equipo muy serio, con figuras individuales que rindieron como nunca -y algunas de ellas como nunca- para armar un esquema colectivo eficaz, productivo y confiable. Lértora, Aliendro, Pulga Rodríguez, Goltz y Burián fueron grandes arquitectos. Pero Bernardi, Alexis Castro, Garcés, Piovi, Meza, Mura, Pierotti, Delgado y esa aparición con el destino inevitable del estrellato inmediato de Facundo Farías, que luego se vio truncado por esas lesiones que lo castigaron más de la cuenta.

Han pasado tres años. José Vignatti fue el presidente protagonista del logro más importante en la historia de Sabalera, sin luego entender cómo tenía que seguir para que este título de campeonato se convirtiera en un punto de partida y no de llegada. Podría haberse ido y no lo hizo. Decidió quedarse pero no tomó las decisiones correctas a tiempo. Todo lo contrario. Confió en sí mismo. Y en un abrir y cerrar de ojos cerró la gran puerta por la que debería haber salido, para encontrarse con la pequeña puerta de un descenso inconcebible que puso fin a su mandato.

Ver también

Ver también

Esta estrella también es para ti que estás en el cielo.

En cualquier caso, al hincha de Colón, a ese hincha apasionado y con absoluta lealtad, nada ni nadie le quitará lo que vivió. Y tal vez no puedan comprender el significado de haber sido contemporáneos de ese momento, a menos que hayan levantado los brazos al cielo en el momento del pitazo final de Néstor Pitana en el Bicentenario de San Juan, para recordar a ese padre, a ese tío o ese abuelo que se fue de este mundo sin haber visto un campeón. ¡Bastará recordar el momento en que lo tomaron de la mano y lo llevaron a la cancha por primera vez, para agradecerles por haberlos convertido en hinchas de Colón y por permitirles vivir la alegría extrema de gritar Colón campeón! …Bastaba solo recordar mirando al cielo… No lo vieron, pero los que ya no están, desde el más allá y convertidos en recuerdos, contemplaron, también emocionados, lo que les regalaba ese cielo de eternidad.

 
For Latest Updates Follow us on Google News