Murió Oscar del Barco, el último místico del pensamiento de izquierda

Murió Oscar del Barco, el último místico del pensamiento de izquierda
Murió Oscar del Barco, el último místico del pensamiento de izquierda

El místico y el anarquista, el poeta desgarrado por su trágica visión del mundo, el psiconauta entusiasta, el “maestro zen” que predica el silencio y el pensador díscolo convergen en la figura del escritor, filósofo y pintor Oscar del Barco, quien falleció a los 96 años, este domingo, en la ciudad de Córdoba. El pensamiento de izquierda sería menos complejo sin su influencia intelectual como militante, docente, investigador, editor y traductor. Hace casi veinte años debatió sobre la violencia armada y las organizaciones de izquierda en los años 1970 y generó uno de los debates más intensos de las últimas décadas, “la controversia ‘No matarás’”..

La revista cordobesa El clima A finales de 2004 publicó fragmentos de una entrevista con Héctor Jouvé, en la que el ex miembro del Ejército Guerrillero Popular (EGP) relataba los disparos de dos miembros del grupo (Adolfo Rotblat y Bernardo Groswald) por parte de sus propios compañeros. ocurrido en 1964, en Salta. En el número siguiente apareció una carta de Del Barco en la que afirmaba que ““No existe ningún ideal que justifique la muerte de un hombre” y asumió la responsabilidad de esas muertes., así como el de todos aquellos que participaron, apoyaron o simpatizaron con el EGP, el ERP, las FAR o Montoneros. “Ninguna justificación nos hace inocentes. No hay ‘causas’ ni ‘ideales’ que sirvan para eximirnos de culpa”, agregó en esa carta que generó una galaxia textual de respuestas posteriores de León Rozitchner, Eduardo Grüner, Nicolás Casullo, Horacio González, Jorge Jinkis y Diego Tatián. , entre otros. .

Del Barco, que nació en Bell Ville (Córdoba) el 5 de enero de 1928, Militó en el Partido Comunista Argentino hasta que fue expulsado en 1963 por su postura crítica hacia la Unión Soviética junto a José María Aricó y Héctor Schmucler.. Como miembro fundador de la revista y editorial. Pasado y presente apoyó al EGP, Grupo guerrillero de orientación guevarista. La carta de Del Barco, en la que cuestionaba especialmente al poeta Juan Gelman por el papel que había desempeñado en Montoneros, agitó el avispero de una izquierda refractaria a una profunda revisión crítica del pasado. Desde las primeras páginas de El clima La polémica se extendió a otras publicaciones como revistas. Conjetural, Fronteras, Conflicto armado y el ojo grande. Las cartas, columnas de opinión y ensayos que provocaron la polémica fueron recogidos en 2007 en el libro No mates. Sobre la responsabilidadd.

El escritor, filósofo y pintor cordobés desarrolló una importante labor como editor y traductor de pensadores como Antonin Artaud, Roland Barthes, Georges Bataille, Maurice Blanchot, Jacques Derrida. Louis Althusser y Julia Kristeva. En el exilio mexicano (1976-1983) trabajó como profesor y editor de una colección de libros sobre marxismo y teoría política en la Universidad Autónoma de Puebla. Cuando regresó a Argentina, enseñó en la Universidad Nacional de Córdoba y fundó la revista de filosofía. Nombres. Publicó libros de ensayos. Esencia y apariencia en Capital (1977) y Esquema de una crítica de la teoría y la práctica leninistas (1980), reeditado recientemente por la editorial Tercero, incluido con motivo del centenario de la muerte de Lenin, en una cuidada edición de Pablo Lovizio y con texto introductorio de Luis Ignacio García.

También es autor de El otro Marx (1983), El clima interminable (1985), Juan L. Ortíz. Poesía y ética. (mil novecientos noventa y seis), Exceso y donación. La búsqueda del dios impío (2003), Alternativas a lo posthumano (2010) –que incluye un diario de viaje en el que relata sus experiencias con el peyote y el LSD– y Un resplandor sin nombre (2022); y de los libros de poemas Variaciones sobre un tema antiguo., Infierno, dicho, espera la piedra y sin nombre, entre otros. Durante tres décadas sumó una voluminosa obra plástica. Por iniciativa del sociólogo y escritor Horacio González, la Biblioteca Nacional publicó el libro en 2012 Escriturasun volumen con prólogo de González que trazó el recorrido de las inquietudes de Del Barco, desde la crisis del marxismo hasta sus acercamientos a la literatura y el arte.

Como extensión de la discusión sobre responsabilidad, a través de un comunicado, esta vez dirigido al diario cordobés La voz del interior, rechazó premio Fundación Konex en la categoría ensayo filosófico en 2014. “No puedo participar de ninguna manera en premios que se han otorgado a personas como Amalia Fortabat, quien fue cómplice de la dictadura militar genocida de nuestro país, a Mariano Grondona y otros que no conozco sus posiciones frente a dicha dictadura”, argumentó. “No me considero de ninguna manera un ejemplo ético para proponer a los ‘jóvenes’ porque no sólo apoyé la dictadura totalitaria de la Unión Soviética y la falta de libertades en Cuba, sino que acepté en 1964 el asesinato de dos miembros del llamado Ejército Guerrillero Popular.

Su obra, escrita en contra de cualquier ortodoxia, no ha recibido la atención que merece. Su extensa carrera no debe verse ensombrecida por la tentación de llamarlo “el filósofo del ‘No matarás’”. “El principio de no matar, así como el de amar al prójimo, son principios imposibles. Sé que la historia es en gran medida una historia de dolor y muerte. Pero también sé que defender ese principio imposible es lo único posible. Sin él la sociedad humana no podría existir. Asumir lo imposible como posible es sostener lo absoluto de cada hombre, desde el primero hasta el último”. Del Barco fue el último gran místico del pensamiento de izquierda.

 
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