El momento es terrible tanto en producción como en ventas y empleo, pero todavía hay esperanza. Ésa es la principal conclusión de la encuesta industrial correspondiente a abril de la Unión Industrial de Córdoba, difundida hoy.
El año en curso es “particularmente difícil para los empresarios, lo que refleja las tensiones económicas que atraviesa la sociedad en su conjunto”, resume el trabajo.
La reducción del volumen de producción y la disminución de la rentabilidad “evidencian un tejido industrial presionado, con una demanda interna en caída y una demanda externa que se aplica a pocos y no tiene peso compensatorio”, dijo Josefina Schapira, de la consultora Perspectivas. Social, encargada del estudio.
En medio de este escenario adverso, sin embargo, “existe resistencia a continuar con los despidos y búsqueda de medidas menos drásticas como reducción de jornadas laborales o suspensiones”.
Pese a todo, los empresarios miran con optimismo el año 2025 porque esperan “mejorar los niveles de inversión y anticipar una situación económica más favorable para sus empresas”. “Aunque la insatisfacción con la situación actual es evidente, la esperanza de mejoras futuras resalta no sólo la capacidad de los empresarios para enfrentar la adversidad, sino también su compromiso con una visión de progreso compartido”.
Producción en declive
La industria cordobesa enfrentó un mes de abril desafiante, con un 45% de los industriales reportando una reducción en el volumen físico de producción respecto al promedio mensual del primer trimestre del año.
Este debilitamiento productivo “refleja una importante desaceleración de la actividad manufacturera, que puede tener graves implicaciones tanto para la competitividad de las empresas locales como para los ingresos del sector”, resumió.
Rentabilidad en declive
En el último año, la caída de la rentabilidad “ha sido una constante para tres de cada cuatro industrias cordobesas”. “El 37% de las empresas reporta una contracción sustancial, mientras que el 39% experimenta un ligero descenso”, añade.
Este revés “afecta de forma más aguda a las medianas T2 y a las microempresas, que han resultado especialmente vulnerables en este contexto económico adverso”. “Sólo un escaso 12% de las industrias cordobesas han logrado incrementar su rentabilidad en los últimos doce meses, destacándose como excepciones en un panorama mayoritariamente desfavorable”, destaca la encuesta.
La caída de la rentabilidad no sólo refleja la caída de la demanda interna y externa, sino también el aumento de los costos operativos y las dificultades para mantener niveles de inversión adecuados, analiza.
Deterioro de la demanda interna
El mes de abril fue testigo de una contracción en la dinámica de los pedidos locales. “El 51% de los entrevistados experimentó una contracción en su cartera de pedidos, mientras que el 28% logró mantenerse a flote en un mar de incertidumbre económica”, apunta.
Si bien casi la mitad de las industrias no realizan ventas al exterior, entre las que sí lo hacen, abril para el 55% fue un mes de demanda internacional estable, frente al promedio mensual del primer trimestre del año, aunque para el 31% se contrajo.
Recortes de empleo
Una cuarta parte de las fábricas de Córdoba recortarán empleos, detectó la UIC. Si bien el 70% de las industrias no modificó su plantilla, “la reducción del 24% en el número de empleados refleja un impacto sustancial en el factor laboral, indicando ajustes y posibles dificultades en el lugar de trabajo”.
La situación es particularmente crítica en el caso de las microempresas, donde casi un tercio tomó decisiones que implicaron reducir el número de colaboradores.
Inversiones conservadoras
La estabilidad en el ritmo de las inversiones para el 43% de las industrias, junto con la reducción del 32%, “muestra una postura cautelosa ante la incertidumbre económica, que podría traducirse en un retraso en las decisiones de expansión, modernización u optimización”. de procesos”, añade el estudio.
Luz tenue, al final del túnel
Las expectativas de los empresarios cordobeses “apuntan al futuro con cauteloso optimismo”. Según los datos recogidos, un importante 70% “confía en que la situación de sus propias empresas mejorará durante el próximo año”, indica la encuesta.
Esta confianza se ve reforzada con un 66% que proyecta “una mejora en las perspectivas sectoriales, evidenciando una visión de crecimiento compartido entre los distintos actores industriales”. Además, el 74% de los encuestados mira más allá de las fronteras de su propia empresa y anticipa una mejora en la situación económica general del país.
“Estas expectativas reflejan no sólo un deseo de recuperación, sino también una confianza en la capacidad de adaptación y resiliencia del tejido empresarial cordobés ante los desafíos venideros”, concluye el trabajo.
