La técnica de los insectos estériles con la que Chile controla la mosca de la fruta

La técnica de los insectos estériles con la que Chile controla la mosca de la fruta
La técnica de los insectos estériles con la que Chile controla la mosca de la fruta

Existen varios protocolos que tiene cada país para permanecer libre de plagas de interés agrícola. Ya sea a través de agroquímicos, manejo integrado de plagas o estrategias de control biológico, y dependiendo de lo que se busca tratar, el manejo se diseña y planifica para cada región.

La posición de Chile como país agroexportador a nivel mundial depende en gran medida del manejo de los productos agrícolas, donde el control de plagas y enfermedades juega un papel predominante. Entre las herramientas biológicas disponibles, la técnica de los insectos estériles (TIE) es una forma preventiva y respetuosa con el medio ambiente que se utiliza para controlar y erradicar diversas plagas, como la mosca de la fruta.

Se utiliza en Chile y otros países del mundo, como EE.UU., Australia y Japón, y destaca por su alto nivel de eficiencia. Según la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), esta técnica implica la cría masiva y la esterilización de insectos plaga mediante radiación.

OCHO MILLONES DE PUPAS A LA SEMANA

En Mendoza, en el Departamento de Santa Rosa, Argentina, se encuentra el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria (ISCAMEN), de donde emergen cerca de 8 millones de pupas cada semana.

La esterilización se induce mediante los efectos de la irradiación sobre las células reproductoras de los insectos. Dado que las hembras ponen huevos en frutos sanos, el control se realiza con machos estériles. La tecnología utilizada en ISCAMEN permite separar los ejemplares por sexo cuando los insectos están en huevos y antes de la irradiación, lo que hace que la técnica sea más efectiva, ya que solo se crían machos.

Luego, las pupas se envasan en bolsas de plástico, se irradian y se envasan en cajas, con elementos refrigerantes que regulan o mantienen una temperatura baja necesaria para ralentizar su proceso de maduración.

UTILIZADO EN CHILE POR PRIMERA VEZ EN 1987

Esta técnica de control biológico, también conocida como autocidio, fue utilizada por primera vez en Chile en 1987, en el proceso de erradicación de plagas en Arica, donde en ese entonces se realizaban pruebas TIE con insectos provenientes de Hawaii.

En 1993 se inició la liberación con insectos producidos en Chile y dos años después Chile se declaró país libre de mosca de la fruta, marcando un hito de importancia económica mundial. Para el año 2020, se estableció el TIE como un programa permanente de liberación preventiva para el control y erradicación de la mosca de la fruta en la Región Metropolitana.

PREVENIR LA REPRODUCCIÓN DE LA PLAGA

En Chile, el SAG es la autoridad que lidera las acciones de prevención, control y erradicación de la plaga. Los funcionarios de la entidad instalan bolsas de papel kraft en los árboles, a lo largo de rutas predeterminadas, que contienen moscas ya emergidas y pupas irradiadas, teñidas con un polvo fluorescente.

Las bolsas también contienen un papel almibarado elaborado con agua, azúcar y agar, un tipo de gelatina calórica, que permite a las moscas alimentarse e hidratarse durante unos seis días. Una vez que alcanzan su estado de madurez, están listos para salir al medio ambiente.

El método de reproducción es mediante arrumamiento; Al liberar los ejemplares de la bolsa de papel, la hembra queda rodeada de un mayor número de machos estériles, y al ser ella quien elige con cuál copular, las probabilidades de elegir uno salvaje y fértil son menores.

De esta forma, los machos estériles copulan con las hembras fértiles, normalmente una sola vez, momento en el que el macho transfiere su esperma irradiado a la hembra, que es incapaz de fecundar los óvulos, por lo que la mosca no se reproduce.

UN VIAJE DE 196 KILÓMETROS

Dos veces por semana, Angélica Ávila, encargada de Crianza de Pupas del SAG RM, acude a la Aduana del Aeropuerto Arturo Merino Benítez a buscar las cajas con 4 millones de pupas. Es un recorrido de 196 kilómetros desde Argentina, donde las pupas pasan controles aduaneros hasta llegar a Santiago.

El funcionario traslada las cajas, que tienen una etiqueta con el mensaje “seres vivos, pupas de mosca del Mediterráneo, traten con cuidado” en letras rojas, y en las oficinas del SAG determinan la temperatura y el peso. Posteriormente, el lote es muestreado para realizar controles de calidad y verificar su capacidad de vuelo y resistencia a las condiciones ambientales locales.

Como la TIE es un método respetuoso con el medio ambiente, se reduce la cantidad de productos químicos aplicados en el control de plagas. Además, el control preventivo minimiza el riesgo de multiplicación y supervivencia de aquellas moscas fértiles que podrían ingresar al país.

SALUD NACIONAL DE FRUTAS

Esta técnica, sumada a otras tareas realizadas por el SAG, permiten a Chile mantener la condición sanitaria nacional de la fruta, fundamental para exportar frutas a los mercados internacionales y no incurrir en restricciones. Según estadísticas del SAG, en términos del plan preventivo, el uso del TIE no permitió que durante el año pasado se desarrollaran focos en el área de liberación preventiva, que abarca unas 5.000 hectáreas en Santiago.

“La técnica del insecto estéril es una forma habitual de prevención, mitigación y control de la plaga, que permite desarrollar actividades agrícolas en el país. Esto es muy importante ya que de ello depende el empleo de muchos chilenos, por lo que una vez detectada la plaga se debe controlar y erradicar lo más rápido posible, para seguir manteniendo el estándar de un país libre de moscas de la fruta”, señala. Claudio Ternicier, director regional del Servicio Agrícola y Ganadero de la RM.

 
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