El número de nacimientos se ha desplomado casi un 30% en marzo de 2024, pero el presidente decide que el marco de la discusión debería ser la legalización del aborto.
Si algo se podía esperar de la generación que llegó al poder con el presidente Gabriel Boric era que trajera diagnósticos y soluciones originales. No ha sido así. El tiempo le ha dado la razón al economista José Luis Daza, quien en 2017, mucho antes de llegar al poder, describió así al Frente Amplio: “Son un grupo de personas con ideas viejas, en cuerpos jóvenes.. Con ideas ya probadas y descartadas, alejadas del conocimiento moderno”.
Las viejas ideas no siempre son malas. Hay ideas antiguas muy buenas. Por tanto, como añadió Daza, el problema son las malas ideas que se probaron y descartaron.
Pensé que ese fenómeno de viejas ideas en cuerpos jóvenes sólo tenía que ver con soluciones, pero no, la Cuenta Pública del presidente me ha demostrado que también afecta el diagnóstico de los problemas. Es decir, ya no es que la solución al problema de seguridad sea la vieja solución de aumentar el contingente policial (que puede ser buena o mala, pero es vieja), es también que el diagnóstico de los problemas está desactualizado. .
El ejemplo más claro está en la promesa de Gabriel Boric de presentar un proyecto de ley sobre el aborto legal durante el segundo semestre de este año.. El presidente justifica esta iniciativa diciendo que es necesario tener un debate democrático sobre los derechos sexuales y reproductivos en el país.
A primera vista, veo dos cuestiones importantes: la parcialidad del presidente y el momento oportuno.
La primera tiene que ver con que antes de iniciar el debate, el presidente ya decidió que hay que avanzar por el lado del aborto.. Ni hablar de las cifras de natalidad del país que anticipan que tenemos un problema algo más grave que el ‘invierno demográfico’ que están viviendo las sociedades ricas del hemisferio norte. El problema no es cómo facilitar la eliminación de más hijos, sino cómo tenerlos.
La tasa de fertilidad de Chile (número promedio de hijos por mujer) en 2023 se estima en 1,2 y es muy cercana a la de España (1,16 en 2022), que es la más baja de Europa con excepción de Malta y El Vaticano. Se estima que la fecundidad de reemplazo es de 2,1 hijos por mujer.
Pero los cambios que se observan en el corto plazo en Chile son enormes. A finales de marzo, el Instituto Nacional de Estadística (INE) anunció que publicaría mes a mes datos preliminares de las estadísticas vitales del país. Aunque no sabemos nada de los datos de abril y mayo, La serie numérica de enero a marzo de 2024 define una realidad alarmante. Ya no es que en Chile el fenómeno del ‘invierno demográfico’ se haya dado en muy poco tiempo, sino que La tasa de fertilidad del país se ha desplomado.. El mismo INE se hizo eco en una nota de prensa del 24 de mayo de que los nacimientos han caído casi un 30% en marzo de 2024 respecto al año anterior.
Si se extrapolan los datos de enero a marzo de 2024 al resto del año, la tasa de fecundidad chilena está por debajo de la de España. Chile puede ser el primer país de América Latina en caer por debajo de la tasa de 1 nacimiento por mujer, según me dijo el catedrático de Economía de la Universidad de Pensilvania, Jesús Fernández-Villaverde. Esto debería suceder en 2024 o 2025 a más tardar.
La segunda cosa a tener en cuenta es la oportunidad. El presidente ha decidido que este tema debe debatirse ahora, cuando le quedan menos de dos años de mandato y, en consecuencia, ya estamos en el preámbulo de las próximas elecciones presidenciales. Boric sabe que el tema de los derechos sexuales y reproductivos fue clave para su victoria electoral. Las jóvenes consiguieron su victoria contra Kast. Ahora quiere resucitar el tema para las próximas elecciones en beneficio de su bando. Que esto es puro cálculo electoral del presidente y no una preocupación genuina por las mujeres lo demuestra el hecho de que esta ley no fue llevada al Congreso ni en su primer ni en su segundo año de gobierno. Viejas tácticas en cuerpos jóvenes.
