Luego de entonar el Himno Nacional, el Presidente inició su Cuenta Pública el 1 de junio con un homenaje al expresidente Sebastián Piñera. Recordó a los expresidentes, terminando con Patricio Aylwin. La institucionalidad de Chile es notable y no sólo debe ser defendida, sino mejorada cada día.
El adversario es la violencia, dijo, como lo ha expresado toda la sociedad. Reconoció el daño que causa y advirtió que no será fácil combatir el crimen organizado.
Un buen Estado es aquel que suma las acciones y obras de los diferentes gobiernos en un hilo de desarrollo y quien preside el país debe reconocerlo.
El Presidente Boric restableció, con dificultad porque se opuso, el Estado de Emergencia iniciado por el ex Presidente Piñera en la Macrozona Sur. Esta fue la razón de la disminución de la delincuencia en esa zona. Quienes inicialmente no quisieron apoyar esta medida esencial, hoy la sienten como un logro. Sí, es un logro que se ha abierto al uso de las instituciones apropiadas disponibles en nuestra Constitución para combatir la violencia.
Chile cambió. El ciudadano ha manifestado que quiere algo más. Hoy el pensamiento octubrista está desterrado por una gran mayoría. La gente quiere vivir en paz, tener un trabajo, educarse y que sus hijos tengan la mejor educación posible para acceder a más oportunidades. Quieren buena salud y mejores pensiones. No es ideológico ni pasa por la titularidad de las instituciones correspondientes. Quieren un país que crezca y proporcione más empleos. No quieren estallidos de violencia. Aspiran a vivir en paz. Quieren una clase política a tono con las necesidades del pueblo. Es importante que los anuncios tengan posibilidades de materialización desde el punto de vista fiscal, desde la aceptación ciudadana y desde la posibilidad política en la discusión parlamentaria.
Los 30 años recuperaron justamente su gloria, no en las cuentas públicas, sino el día en que los ciudadanos rechazaron la Constitución propuesta por quienes hoy gobiernan.
La institución Carabineros ocupa desde hace tiempo el primer lugar en las preferencias ciudadanas. No así en el caso de quienes la injuriaron y atacaron durante el estallido. Sin embargo, el actual Gobierno ha realizado un cambio significativo en esta materia. En buena hora. La institución ha vuelto a ocupar el lugar que merece, lamentablemente en parte por los sangrientos homicidios de miembros de dicha institución y la violencia que vive a diario la ciudadanía y que es necesario combatir. Las medidas anunciadas son importantes. Se espera su finalización.
Como oposición aprobaron la política de retirada. Como oposición, no aprobaron varias leyes relacionadas con el combate a la inseguridad. Como oposición, no aprobaron las leyes necesarias para que Chile avance en la resolución de las demandas sociales. Rechazaron categóricamente la reforma previsional propuesta por el expresidente Piñera en mayo de 2019, donde el entonces diputado Boric pidió al Presidente aprobar la solidaridad por separado de la reforma. Podría hacerlo él mismo hoy, aumentando el PGU modificando la ley al margen de la reforma previsional.
El estado de la democracia es preocupante. Hay descontento, desconfianza y distanciamiento entre la ciudadanía y toda la clase política. Es crucial mejorar la salud del sistema político de la democracia representativa. Son necesarios buenos gobiernos y buenas oposiciones.
La iniciativa política recae en el Gobierno. Por tanto, es normal que la mayor parte de las críticas recaigan sobre él. La oposición se dedica a reaccionar ante las medidas del Gobierno. El diálogo constructivo y de calidad hace posible el progreso y da eficacia a la democracia.
Es fundamental tener claro que una crítica no es necesariamente un ataque, sino más bien una opinión. La baja tolerancia a las críticas disminuye la calidad de la democracia. ¿O no es característico de dictadores y gobiernos autoritarios impedir la libertad y la expresión?
Hay logros y no los hay en estos 2 años de gobierno. Si, sea cual sea el Gobierno, lograra incorporar que muchos de los logros no corresponden a su propia gestión, sino que son compartidos y consecuencias de políticas públicas anteriores u otras instituciones autónomas, sería un gran aporte a la democracia. Si a esto le añadimos una severa autocrítica sobre responsabilidades pasadas, todo esto sería un partido democrático. Gobernar a largo plazo, más allá del propio periodo de 4 años, es lo adecuado.
Recuperar la confianza y la credibilidad de los ciudadanos debe ser el principal objetivo de toda la clase política, Gobierno y oposición. Quienes gobiernen volverán a ser oposición y los que hoy son oposición es muy probable que vuelvan a ser Gobierno.
Los políticos –Gobierno y oposición– deben pensar en el futuro o, simplemente, ni Chile ni sus habitantes avanzarán.
En esta penúltima Cuenta Pública, el presidente Gabriel Boric habló ante distintos públicos. Conciliarlos no es fácil y forma parte de los continuos cambios de opinión que asistimos.
Es necesario considerar que la vida es continua, que Los aportes en política se hacen, se caminan y se comparten, pensando primero en Chile, segundo en las necesidades colectivas de los ciudadanos, tercero en el respectivo partido político y, finalmente y muy lejos, en los deseos personales.
