Córdoba, en la carrera por producir etanol para aviones

Córdoba, en la carrera por producir etanol para aviones
Córdoba, en la carrera por producir etanol para aviones

La necesidad mundial de mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero está empezando a involucrar a sectores que desempeñan un papel importante en el calentamiento global.

Una actividad que debe hacer los deberes para descarbonizar su operación es la aviación, que representa aproximadamente entre el 2% y el 3% de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) y el 12% de las emisiones totales producidas por el transporte.

A partir de esta necesidad, las aerolíneas han comenzado a tomar medidas para reducir sus emisiones, logrando la neutralidad de carbono a partir de 2020 y apuntando a alcanzar cero emisiones netas de CO2 en 2050.

Ante la imposibilidad de implementar nuevos paradigmas de movilidad aérea alternativos a la combustión interna, los combustibles de aviación sostenibles (CAS) emergen como una alternativa de alto potencial.

Un estudio del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) asegura que las rutas tecnológicas más prometedoras para la producción de combustible ecológico para la aviación utilizan como principales insumos materias primas de origen biológico. En este sentido, los biocombustibles para aviación son las opciones más desarrolladas por el CAS y Córdoba aparece como un potencial productor del combustible.

Al ser una producción que demandará materias primas a gran escala, el sector agrícola podría ser un proveedor estratégico para la industria aeronáutica, ya que cuenta con disponibilidad de aceites vegetales, grasas animales, azúcares y almidones y alcoholes, todos derivados de la producción. en la provincia. El biocombustible a base de maíz es el que más posibilidades representa.

“Lo estamos viendo como una posibilidad real de generar un encadenamiento productivo en la provincia. Cuando uno observa las rutas tecnológicas que tienen las distintas materias primas para producir biocombustibles para la aviación, se da cuenta de que Córdoba puede liderar al menos dos o tres de esas rutas tecnológicas, asociadas a aceites, grasas y residuos urbanos. A eso se suma la posibilidad de elaborarlos a partir de maíz”, dijo a La Voz.

Sergio Manzur, Secretario de Planificación Energética de la Provincia.

Si bien en el país el negocio aún es embrionario, ya que aún no existe un marco legal ni de promoción, diferentes empresas nacionales vienen analizando la viabilidad de participar en el negocio que, por su magnitud, podría entrar, por ejemplo, dentro del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (Rigi) contemplados en la “ley base” que se debate en el Congreso.

La producción de CAS a partir de maíz requiere de una tecnología totalmente diferente a la que utilizan actualmente las plantas que producen etanol a base de cereal para cortar gasolina.

Para hacernos una idea del tamaño de la inversión, las empresas estadounidenses Honeywell, especializada en la producción de diversos productos de consumo y servicios de ingeniería, y Summit Agriculture, empresa dedicada a la producción de bioetanol de maíz, están construyendo la mayor planta de el mundo para producir CAS. Con capacidad para producir 940 millones de litros, requerirá un desembolso de más de mil millones de dólares y se espera que esté operativo en 2025.

Se estima que existen alrededor de 150 proyectos a nivel mundial, con diferentes grados de desarrollo, para dotar de CAS a la aviación global.

Agustín Torroba, especialista en biocombustibles del IICA, suma una dimensión al negocio.

“Crear una industria CAS masiva con una producción estimada de 449.000.000 de metros cúbicos (equivalentes a 449 mil millones de litros) para 2050 implicará importantes inversiones, compromiso del sector privado y políticas públicas encaminadas a su desarrollo. Este desafío es enorme, ya que al mundo le llevó 20 años desarrollar una industria de biocombustibles terrestres (biodiesel y bioetanol) de 165 millones de metros cúbicos (165 mil millones de litros) y, en poco menos de 30 años, tendrá que construir una industria. casi tres veces más grande”, destacó.

Actualmente, varios países han comenzado a desarrollar políticas para promover el uso de CAS y combustibles de aviación bajos en carbono. La legislación ya está aprobada en Noruega, Reino Unido, Indonesia y los estados de California y Oregón en Estados Unidos, mientras que en Alemania, Francia, España, Portugal, Finlandia, el resto de Estados Unidos, Brasil y Bélgica está en desarrollo. . .

A nivel regional se trata de colocar el primer marcador. En el marco de la Cumbre Mundial de Economía Circular, la liga de provincias bioenergéticas (Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Jujuy, Tucumán y Salta) firmará el 13 de junio en Villa María un acuerdo marco de colaboración recíproca entre muchos actores para promover la producción de biocombustibles para el transporte aéreo, marítimo y fluvial

Para Argentina, y debido a la importancia de la hidrovía Paraná-Paraguay, será clave estar preparados para cuando el comercio internacional comience a penalizar aquellos envíos que no se realicen con biocombustibles.

 
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