“Desde ayer estoy intentando quitarme los nervios, pero tengo muchas ganas de que llegue la EBAU” – .

Cuando apenas faltaban 45 minutos para que los alumnos riojanos fueran convocados a sus respectivas aulas para participar en la EBAU (Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad), los nervios estaban latentes. Afuera del Polideportivo Universitario UR, que Se convirtió en un aula grande, muchos de los candidatos intentaron superar este lunes su nerviosismo revisando sus apuntes de Lengua y Literatura Española, mientras otros recurrieron a sus celulares y, la gran mayoría, prefirieron hablar con sus compañeros de secundaria. “Ya he intentado dejar de estudiar porque repasar a última hora sólo nos pone nerviosos”, dijo Pepe Ochoa, un estudiante jesuita que intentó mantener la calma, pese a que su compañero “no hace más que repetirme el temario”. «Llevo desde ayer intentando quitarme los nervios, pero afronto la EBAU con ganas. A ver qué pasa”, añadió este joven que aunque ya fue admitido a una carrera internacional en Holanda, iba a afrontar esta prueba “por las dudas, porque nunca se sabe”.

Cerca de él, su pareja Inés Moreno admitió que estaba “muy nerviosa”. “Intenté acostarme temprano, pero me levanté temprano para hacer el último repaso y consolidar mis conocimientos”, dijo esta estudiante que se mostró preocupada por su resultado en la EBAU porque “me piden muchas notas para estudiar Psicología”. Luego, en uno de los grupos que se reunieron cerca del campo del Polideportivo, Sara López confesó que estaba “nerviosa”, porque “aunque al final es un examen más que tenemos que hacer, en el que no hay mucho contenido, influye la presión de arriesgarlo todo en un día”, destaca este alumno del IES Cosme García. En su caso, se mostró agradecida por haber podido optar a presentarse al examen en esta convocatoria de Historia de España o Filosofía. “Es la mejor opción, porque hay gente que, como yo, es mala en Historia”, afirmó esta alumna antes de seguir repasando el temario con sus amigas.

Ya desde uno de los banquillos, Lucía Hermoso de Mendoza reconoció que afrontó esta prueba “con un poco de nervios, pero el esfuerzo ya está hecho. “Solo queda hacer los exámenes”. Esta alumna del IES Batalla de Clavijo aprovechó los últimos minutos que le quedaban antes de los exámenes para dar su último repaso de Lengua y Literatura Españolas. «Ayer estudié un poco y dormí bien. Ojalá entre Buero Vallejo o Gil de Biedma”, dijo con una sonrisa esta joven, que agradeció poder presentarse sola al examen de Filosofía porque “Historia de España es mucho temario”.

En otro grupo, una de las aspirantes a la universidad confesó a sus compañeros que “estoy nerviosa por lo que va a pasar, no por el examen en sí”. “Me ha costado dormir, porque estoy un poco nerviosa”, admitía unos instantes después Inés Carbonell, que trabajó duro durante esta última semana para absorber la mayor cantidad de contenidos posible. “He estudiado esta semana, pero lo he superado todo y afronto bastante bien la prueba, porque sólo llevo cuatro materias”, explicó antes de resaltar que le parecía “bastante bien” que hubiera podido elegir entre Historia. de España o de Filosofía porque «no son comparables en nada. Para mí, con la técnica de la memorización es mucho más fácil estudiar Filosofía, porque cada historia es diferente. “Es más difícil recordar todas las fechas, nombres y épocas de la Historia de España”, concluyó.

Poco a poco, cada uno de los estudiantes comenzó a ingresar al recinto deportivo. Una vez sentados en sus pupitres, los bolígrafos se convirtieron para muchos en su particular antiestrés en esta convocatoria ordinaria, a la que se enfrentan 1.540 alumnos (1.433 de ellos se examinarán en la fase obligatoria y voluntaria que han elegido, y 107, sólo en la voluntaria). fase).

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