En Cuba más de la mitad de los fumadores inician el hábito antes de los 16 años

En Cuba más de la mitad de los fumadores inician el hábito antes de los 16 años
En Cuba más de la mitad de los fumadores inician el hábito antes de los 16 años

Madrid/El tabaquismo es motivo de gran preocupación en Cuba, país en el que cada día mueren 36 personas por consumo activo de cigarrillos y cuatro por tabaquismo pasivo. Pese a la evidente preocupación, las autoridades sanitarias cubanas no se resignan a luchar contra el tabaquismo y prefieren centrarse en el tabaquismo.

“Sabemos que ahora, en este momento, una lucha frontal contra el tabaco en nuestro país es imposible”, admite la doctora e investigadora Patricia Varona Pérez, “teniendo en cuenta la compleja situación económica que atravesamos, y que el tabaco es uno de nuestros artículos exportables. Hablar de eliminar el tabaco no es objetivo, porque no es real, porque miles de personas y sus familias dependen económicamente de este producto en Cuba”.

La especialista prefiere, por tanto, hablar de “tabaco, que es algo en lo que podemos desarrollar acciones concretas para reducirlo y proteger la salud de la población”, afirmó.

La declaración fue realizada este 31 de mayo, Día Mundial Antitabaco, en el que la prensa oficial ha preparado un especial que revela algunos datos preocupantes, entre ellos el que afecta a la edad de inicio del consumo, que demuestra que los jóvenes cubanos parecen ir contra la tendencia del resto. Mientras en Europa y Estados Unidos disminuye el número de fumadores de tabaco entre los adolescentes –quienes, sin embargo, consumen más otras drogas–, en la Isla el porcentaje ha aumentado en diez años.

La prevalencia entre los menores de 15 años fue del 10,5% en 2010, frente al 12,7% en 2020

La prevalencia entre los menores de 15 años fue del 10,5% en 2010, frente al 12,7% de 2020. Los datos, aunque dan pistas de la situación, se han quedado obsoletos, sobre todo ahora que, en los últimos meses, se ha producido un aumento de precios, acelerados por el fuerte aumento de los aranceles a los bienes importados, que repercutió en los precios internos.

Las consecuencias están por verse, pero con las cifras actuales sólo hay un dato positivo, el de la prevalencia del hábito, que cayó del 24% al 21,6% en esa década. Es el único. El aumento antes mencionado es preocupante porque se refiere a un grupo de edad que oscila entre los 10 y los 15 años. Además, el 78% de los fumadores empiezan a consumir antes de los 20 años y el número de grandes consumidores (más de 20 cigarrillos al día) crece, del 10% al 11,4% en 2020.

La más reciente Encuesta Nacional de Salud, realizada en el período 2018-2020 por el Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología (Inhem), mostró que la población cubana presenta importantes problemas de salud asociados a enfermedades no transmisibles, cuyo comportamiento puede modificarse si se cambian hábitos de vida y comenzamos a trabajar en ello desde todos los sectores de la sociedad”, dijo el ministro José Ángel Portal Miranda en el verano de 2022 ante la Asamblea.

Cubadebate Este viernes repasó otros datos fundamentales sobre el tabaquismo en Cuba. Entre ellos, hasta 36 cubanos mueren cada día a causa del tabaquismo, mientras que hay cuatro fumadores pasivos que fallecen diariamente por enfermedades como el cáncer de pulmón o la isquemia. La edad media de inicio en el hábito es de 17,4 años (según la citada encuesta de 2020), con mayor predominio entre las mujeres –porcentaje que se invierte si se tiene en cuenta la población de todas las edades– y distribución similar entre entornos rurales y urbanos.

Las cifras más alarmantes ligadas a la edad se dan en el inicio del tabaquismo, ya que uno de cada diez fumadores empieza antes de los 10 años, cinco de cada diez, entre los 12 y los 16, y dos de cada diez entre los 17 y los 19. “El mayor aumento se observó en el grupo de 10-11 años (21,4%); 12-14 años (10,8%), seguidos de los menores de 10 años (7,8%)”, señala el texto, que rompe con la norma de otros países en los que los jóvenes han dejado de vincularse con el tabaco y prefieren otro tipo de tabaco. estimulantes, incluidos los cigarrillos electrónicos.

Las autoridades sanitarias cubanas consultadas para el texto también advierten sobre estos dispositivos. La doctora Elba Lorenzo Vázquez, coordinadora nacional del Programa de Prevención y Control del Tabaquismo, afirma que estos dispositivos amenazan el avance en la reducción del hábito entre este sector de la población sobre todo. “Se trata de cigarrillos electrónicos, que si bien su ingreso al país está prohibido, su diversidad de formas y tamaños les permite en ocasiones escapar a la vigilancia. Es importante alertar sobre estos productos”, enfatiza.

El experto también hace referencia a una idea ya obsoleta de que estos dispositivos ayudaban a las personas a dejar de fumar y recuerda que no sólo no es así, sino que algunos países han determinado que el consumo de tabaco se triplica entre quienes comenzaron a fumar cigarrillos electrónicos. Además, los sabores y aromas los hacen muy atractivos, pero el aerosol suele contener sustancias nocivas, como nicotina o plomo.

El experto también hace referencia a una idea ya obsoleta que afirmaba que estos dispositivos ayudaban a las personas a dejar de fumar.

“Ningún consumo de tabaco, incluidos los cigarrillos electrónicos, es seguro. Casi todos los productos de cigarrillos electrónicos que se venden contienen nicotina, que es la misma droga adictiva que se encuentra en otros productos”, afirmó Lorenzo Vázquez, quien recordó que muchos países ya prohíben o limitan su venta.

Los cubanos fuman, en promedio, 30,6 años. El número de quienes lo hacen es elevado teniendo en cuenta que son más de dos millones de personas. El 17% de las muertes ocurridas en la Isla en 2020 fueron causadas por cáncer, enfermedades crónicas respiratorias y cerebrovasculares, todas ellas estrechamente vinculadas al tabaco.

El tabaquismo debe definirse como una enfermedad en sí misma, afirma la doctora Patricia Varona Pérez. También es sistémico, porque afecta a todos los órganos y es “transmisible” en sentido cultural, ya que el mecanismo de “contagio” es social.

El experto señala, entre algunos de los riesgos presentes, el hecho de que las mujeres embarazadas persistan en mantener el hábito, así como la escasez de opciones para quienes quieran dejarlo. “Según la Encuesta Nacional de Salud, seis de cada diez personas que fuman en Cuba quieren dejar de fumar y el 92% de los fumadores apoyaría leyes que prohíban el consumo de tabaco”.

Aunque el experto cree que los datos son alentadores, las autoridades aún no tienen a disposición de la población programas para abandonar los hábitos más tóxicos y los tratamientos más utilizados, como los chicles o los caramelos de nicotina, sólo se encuentran en el mercado negro.

 
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