Ricardo Cabrisas, el hombre que pasó el sombrero del régimen cubano, sale de escena

Ricardo Cabrisas, el hombre que pasó el sombrero del régimen cubano, sale de escena
Ricardo Cabrisas, el hombre que pasó el sombrero del régimen cubano, sale de escena

La Habana/En una breve nota publicada este jueves por la prensa oficial se dio a conocer que el Gobierno cubano, a petición del Consejo de Estado, “liberó a Ricardo Cabrisas de sus responsabilidades como Ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera”. El hombre que se pasó el sombrero por el mundo para atraer inversiones, condonar deudas o pedir donaciones ha abandonado la escena.

Aunque el texto advierte que Cabrisas seguirá como viceprimer ministro, su fin en la cartera de Comercio Exterior limita las apariciones y viajes de este octogenario de expresión pétrea y lealtad a prueba de balas a la llamada generación histórica del poder cubano. Su discreción y poco carisma le permitieron colarse en palacios reales, cancillerías y salones de negocios de gran parte del mundo en los últimos años.

Como su sucesor ha sido designado Oscar Pérez-Oliva Fraga, quien se desempeñaba como viceministro primero del mismo ministerio. Tiene 53 años y es ingeniero electrónico. Según la nota oficial, “cuenta con una amplia experiencia gerencial acumulada por más de 15 años en la actividad de comercio exterior como director de empresa” y también responsable de Evaluación de Negocios en la Zona Especial de Desarrollo Mariel.

La parsimonia puede estar dada por la misma grisura que ha rodeado el comportamiento del funcionario o una señal de que no ha salido en buenos términos.

El texto no ahonda en calificativos positivos para Cabrisas, y ni siquiera utiliza las conocidas frases de agradecimiento por el trabajo realizado para el ministerio. La parsimonia puede estar dada por la misma grisura que ha rodeado el comportamiento del funcionario o una señal de que no ha salido en buenos términos, pero el hermetismo del idioma oficial en Cuba impide desentrañar los detalles.

Lo que sí se sabe es lo que ya había informado este diario el pasado mes de diciembre, cuando eligió a Cabrisas entre los 14 rostros de 2023. En aquel momento, su perfil destacaba que en casi todas las fotografías oficiales aparecía estrechando la mano de un político o abrazando a un banquero. . Su cara era la de un jugador de póquer, su voz rara vez se escuchaba en los medios. Tras la muerte de Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, que había monopolizado las inversiones extranjeras en Cuba, y tras su nombramiento como Ministro de Comercio Exterior, asumió la iniciativa como negociador.

Dirigió la oficina de Comercio Exterior durante el auge y caída del subsidio soviético, y trabajó bien en el cargo durante el Período Especial, en los años 90. Incondicional de Fidel Castro y sobreviviente de varias oleadas de despidos, parecía estar saliendo de la política. cuando, a los 86 años, recuperó su antiguo ministerio.

Era el hombre que La Habana necesitaba para hablar con Moscú y engrasar el diálogo con acreedores más severos, como el Club de París. Desde abril del año pasado, en las delegaciones presidenciales que han visitado países aliados en busca de dinero, Cabrisas siempre iba. Sibilino, poco dado a sonreír, evitó el protagonismo y firmó múltiples tratados.

Cabrisas había popularizado el término “memorando de entendimiento” en la prensa oficial para describir sus logros.

El avión oficial lo llevó al Kremlin, a Zhongnanhai –sede del Gobierno y del Partido chino–, a la oficina de acreedores parisina, al palacio del jeque de los Emiratos Árabes Unidos y a donde fuera necesario renegociar las deudas y No devolver los dólares. que La Habana pide y nunca paga.

El gran intrigante criollo fue un hombre de firmas, trampas y contratos. Cabrisas había popularizado en la prensa oficial, para describir sus logros, el término “memorando de entendimiento”. Y esa frase es, quizás, la que determinó su pose favorita en las imágenes, más poderosa que cualquier saludo o sonrisa: el papel, guardado en una carpeta de terciopelo rojo, que garantizaba que el régimen aguantaría un poco más.

Se suma, sin embargo, a la larga lista de altos funcionarios cubanos que dejan sus funciones en 2024, desde la destitución, el pasado 2 de febrero, de Alejandro Gil Fernández como ministro de Economía. Investigado un mes después, por “graves errores cometidos en el ejercicio de sus funciones”, aún no se sabe nada de este exministro, más allá de las declaraciones que la contralora general, Gladys Bejarano, dio a la agencia EFE la semana pasada. aprobar. Para el funcionario, se trata de un caso de corrupción que sintió “como una traición”.

El “movimiento de cuadros” previo a Cabrisas fue el de Alexandre Corona, quien el 25 de abril renunció a su cargo de gobernador de Cienfuegos “al reconocer errores cometidos en el ejercicio de su responsabilidad”.

 
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