Mañana jueves 9 de mayo la Confederación General del Trabajo (CGT) realizará un paro general que afectará significativamente el transporte público en Argentina. Conductores de autobuses, conductores de metro y maquinistas de ferrocarriles se sumarán al paro, lo que implicará la suspensión de los servicios de transporte durante esa jornada.
Esta medida de fuerza plantea un desafío para los trabajadores que necesitan viajar para llegar a sus puestos de trabajo. Una de las dudas más recurrentes es si las empresas podrán descontar la jornada laboral a aquellos empleados que no puedan asistir debido a la desempleo.
Tal como lo establece la Constitución Nacional en su artículo 14 bis, los trabajadores tienen derecho a hacer huelga sin ser sancionados por sus empleadores. Sin embargo, el principio generalmente aceptado es que “sin trabajo no hay salario”, que Significa que si un trabajador no presta su servicio, el empleador no está obligado a remunerarlo por ese día.
En ese contexto, Manuel Adorni, vocero presidencial, anunció que se descontará la jornada laboral a los empleados estatales que se sumen al paro. Sin embargo, aclaró que esta medida no aplicará para aquellos trabajadores que no puedan llegar a sus lugares de trabajo por falta de transporte público.
En cuanto a los servicios de transporte, la empresa DOTA podría ser la única que opere durante el paro, ya que gestiona más de 50 líneas de colectivos en la Ciudad y Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, en caso de que sus trabajadores se sumen a la huelga, la empresa deberá cumplir con el 50% del servicio previamente establecido.
El paro general del próximo 9 de mayo contará con el apoyo de diversos sindicatos, entre los que se encuentran La Fraternidad, el Sindicato Ferroviario, la Unión General de Asociaciones Sindicales de Trabajadores del Transporte (Ugatt), la UTA, los Metrodelegados y la Confederación. Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), entre otros.
