En medio de la preocupación por el estado de los embalses del centro de Colombia, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha arrojado luz sobre el fenómeno que podría ser clave en su recuperación: las lluvias nocturnas. Según los expertos de la CAR, estas precipitaciones desempeñan un papel fundamental en el aumento del nivel de agua de los embalses, fundamental para el abastecimiento de la región.
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El director del CAR, Alfred Ignacio Ballesteros, explicó que la ausencia de radiación solar durante la noche reduce significativamente la evaporación del agua. Esto, sumado a una menor absorción de agua por parte de la vegetación que rodea los embalses, permite que fluya hacia ellos una mayor cantidad de recursos hídricos, aumentando así su volumen. La situación contrasta con las lluvias diurnas, cuyos beneficios suelen verse minimizados debido a la evaporación provocada por el sol.
Este año, la expectativa de un período húmedo se ha visto disminuida por el fenómeno de El Niño, que ha traído consigo mayores temperaturas y ha afectado la regularidad y cantidad de precipitaciones esperadas. Aunque ha llovido, el aumento de temperatura al día siguiente provoca una evaporación acelerada, reduciendo el impacto positivo en los niveles de los embalses.
El CAR destaca la importancia de que las precipitaciones se produzcan tanto durante el día como durante la noche, concretamente en las zonas periféricas y en las cuencas que alimentan los embalses. Sin embargo, la población está llamada a hacer un uso responsable y moderado del agua, para mantener un equilibrio entre oferta y demanda. La meta establecida por la Alcaldía Mayor de Bogotá de un consumo de 15m3 sigue siendo un objetivo lejano.
Cada embalse se encuentra en una situación particular, influenciada por la vegetación que lo rodea y las condiciones climáticas de su ubicación. Por lo que se reitera la necesidad de adaptar las estrategias de conservación del agua a cada contexto específico, con el fin de optimizar la captación de agua durante los eventos de lluvia.
El director Ballesteros resalta la importancia de entender que no sólo la cantidad, sino también el momento y lugar en que caen las lluvias son factores críticos para la recuperación y mantenimiento de niveles adecuados en los embalses. La esperanza de recuperación de estos sistemas vitales para el centro del país radica en una gestión del agua que tenga en cuenta estas variables, junto con un compromiso comunitario constante para reducir el consumo de agua.
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