Han pasado más de dos meses desde que se abrieron los sobres con las 19 ofertas de empresas interesadas en las obras de repavimentación de las rutas provinciales 6 y 8. Y el escenario político-económico anticipa una espera más larga antes de comenzar a trabajarporque aún no están garantizados los fondos externos que espera recibir el Gobierno de Río Negro para ese proyecto.
El principal motivo de este nuevo aplazamiento aparece en el cupo asignado a Argentina dentro del programa del Banco Interamericano de Desarrollo que contiene esta iniciativa.
Según funcionarios del gobierno provincial, los representantes de la Unidad Provincial de Coordinación y Ejecución del Financiamiento Externo (UPCEFE) fueron advertidos por la Nación que Los US$ 250 millones inicialmente previstos para financiar distintas obras en el país se redujeron a US$ 150 millones. Y tras esta poda, la Casa Rosada decidió priorizar los proyectos en ejecución o licitados, dos condiciones que en el caso de las rutas rionegrinas no están completas.
Cabe recordar que el plan original para renovar las vías que conectan el Alto Valle con la Región Sur fue presentado en Mayo de 2019. Mediante la pandemia, se ampliaron los plazos y la primera licitación estaba prevista para 2022. Sin embargo, ese proceso fracasó por las diferencias entre los fondos aportados por Vialidad Rionegrina y los montos ofrecidos por el sector privado.
Esto se logró a principios de 2024, cuando el 28 de febrero finalmente se conocieron las propuestas de 19 constructoras, interesadas en las dos etapas de la licitación.
En una primera etapa se inician las obras en la Ruta Provincial 6 y su intersección con la Ruta Nacional 22, en la zona de General Roca. Comprende la repavimentación de 57 kilómetros y en su desarrollo atraviesa la zona de Paso Córdoba, la pared Sur del Río Negro y Cerrito La Cruz.
El segundo tramo comprende obras en 128 kilómetros. De ese total, 97 kilómetros corresponden a la Ruta Provincial 6, desde el cruce con la Ruta Provincial 68, pasando por Tricaco y El Cuy; y los otros 31 kilómetros se extenderán por la Ruta Provincial 8, hasta la zona de La Esperanza en su intersección con la Ruta Provincial 67 y cerrando todo el recorrido.
El proyecto fue importante desde el principio por la conexión entre el Alto Valle y la Región Surpermitiendo no sólo sumar seguridad a los vecinos que deben unir estas dos regiones sino también abrir las puertas al turismo, para llegar a la zona montañosa a través de la Ruta 23.
Pero en los últimos años también ha ganado relevancia para la actividad relacionada con Vaca Muerta, ya que decenas de camiones utilizan la Ruta 6 para conectar las canteras de la zona sur con las plantas de tratamiento de arena para fracking.
