historia, cultura y tradición – .

El pueblo de Guayacán es sin duda un destino imperdible para quienes quieran conocer la historia y el apogeo económico de la ciudad portuaria. Cuando se camina por él destaca por su belleza arquitectónica y entre sus calles parece que aún se puede ver el esfuerzo de miles de trabajadores que forjaron en este lugar una de las empresas mineras más prósperas de nuestro país a finales del siglo. Siglo 19.

Los textos indican que el pueblo nació en 1846 como establecimiento marítimo-minero, impulsado por el señor Robert Edward Alison. Fue construida por la Sociedad Comercial Urmeneta & Errázuriz, convirtiéndose en la refinería de cobre más grande del mundo, con 35 hornos de reverbero y tres chimeneas de ladrillo de 40 metros de altura. Gracias a esta obra, Chile se convertiría en el primer exportador de cobre del mundo en 1876.

Clave en esta tarea fue el trabajo del industrial chileno José Tomás Urmeneta, quien en la década de 1820 inició la explotación de un pozo indígena en Talinay y exploró la zona en busca de nuevos yacimientos. “En 1830 se descubrió el yacimiento de Tamaya, una extensa y riquísima veta de cobre, que a partir de 1840 daría un importante impulso a la minería y a la economía de la zona, gracias a la instalación de fundiciones e infraestructura portuaria en la costa del Región de Coquimbo”, indica la reseña del Consejo de Monumentos Nacionales.

Este hecho fue decisivo en el surgimiento de este poblado y su infraestructura, ya que fue necesario construir su propio puerto y poblados para trabajadores y técnicos, además de una fundición de cobre y una línea de ferrocarril para conectar la fundición con la mina de Tamaya en 1862. .

Entre sus habitantes se encontraban chilenos, pero en su mayoría europeos y norteamericanos, quienes influyeron y determinaron la tipología arquitectónica del lugar, que destaca hasta el día de hoy por su belleza. Para sus construcciones se utilizó churqui y barro con estuco de tierra, aunque también existen construcciones de adobe tendido. Los muros que cierran el terreno son de piedra (pirca) y también de adobe. Los techos son a dos aguas con tejas de pino de Oregón y cubiertos con tejas de alerce. La carpintería es de madera de pino oregón, mayoritariamente puertas, ventanas, suelos, techos y estructuras de tejado. Las protecciones de las ventanas están fabricadas en hierro fundido y forjado.

Iglesia Guayacán

Uno de sus principales atractivos es su iglesia, la cual fue declarada Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico en 1997.

Por orden del empresario Maximiano Errázuriz, fue erigido en 1889 por una empresa belga y tiene una estructura exclusivamente metálica diseñada por Alexandre Gustave Eiffel.
Respecto al estilo predominante de arquitectura gótica de la iglesia de Guayacán, el sistema constructivo tiene como elementos principales la “bóveda de crucería”, el arco apuntado (ojival) y el contrapunto de bóvedas y arcos independientes del espesor de los muros. , que lo hacen único en su estilo arquitectónico en nuestro país.

La Casa de Administración del Establecimiento Guayacán

Fue construido por Carlos Lambert en 1840 durante su estancia en la región. Inicialmente sirvió como laboratorio para investigaciones relacionadas con la minería del cobre en la zona, sin embargo, luego sería adquirido por José Tomás Urmeneta y luego por Maximiano Errázuriz, quienes lo utilizaron como vivienda y casa comercial.

Arquitectónicamente es un edificio de una sola planta construido con materiales locales, que tiene una fachada continua con un corredor portado hacia la calle. En 1990 fue declarado Monumento Histórico por sus méritos arquitectónicos y por constituir un vestigio del apogeo de la minería del cobre en la Región de Coquimbo.

La lucha por su preservación

El 13 de diciembre de 2005, la localidad de Guayacán fue declarada Zona Típica por el Consejo de Monumentos Nacionales de Chile, lo que buscó velar por su preservación histórica y el desarrollo de políticas para mantener la cultura e idiosincrasia del sector.

En esta línea, en los últimos años se han realizado esfuerzos para desarrollar iniciativas encaminadas a su recuperación. Así, en 2014, el municipio de Coquimbo solicitó un fondo a través del Gobierno y el Banco Interamericano de Desarrollo para realizar un rescate patrimonial de la localidad, cuyas intervenciones comenzaron en 2015.

Entre las obras se encuentran la inauguración de la Plaza de los Pescadores y la Plaza del Tesorito y la compra de dos predios para la construcción del Centro Artístico y Cultural Guayacán. También se realizó la rehabilitación y mejoramiento de la Plaza Maximiano Errázuriz.

En agosto del año pasado, en tanto, se anunció el proyecto “Iglesia de Restauración de Guayacán-Pueblo de Guayacán”. La iniciativa contemplaría una inversión de más de $1.850 millones y forma parte del portafolio de inversiones del programa “Dinamización de Barrios e Infraestructura Patrimonial Emblemática (PRBIPE)”, ejecutado por la SUBDERE y el Municipio de Coquimbo.

Las obras consisten en una restauración total de la iglesia (258,08 m2), además de la ejecución de una pequeña edificación (35,36 m2) para servicios sanitarios, bodega y arreglos florales, ubicada en un lateral del templo.

También se recuperarán los jardines, se instalará un nuevo vallado perimetral y se sustituirá el histórico reloj de la torre. Todas las esculturas y elementos religiosos que se encuentren en el interior del templo serán debidamente protegidos durante la obra, para luego ser reubicados en su mismo lugar.

A la fecha, según el municipio, la transferencia de recursos de la SUBDERE para este proyecto se encuentra en trámite de aprobación en la Contraloría y una vez culminado este proceso se espera licitar las obras a través de la Dirección de Arquitectura.

 
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