En vísperas de la reunión de este martes entre las autoridades de Educación y los representantes del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), el Ministro de Capital Humano, Sandra Pettovellorecibió al rector de la UBA, Ricardo Gelpí. Fue un gesto para intentar reconducir la relación con una de las instituciones más atacadas por el presidente Javier Milei. En un gesto adicional, no estuvo presente el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarezcuya participación en las últimas reuniones fue extremadamente irritante para los rectores. “La marcha universitaria no cambió en nada la relación ni el diálogo que veníamos teniendo con los rectores. Como ya dijimos, los fondos habían sido transferidos el día anterior y aun así se llevó a cabo la marcha política opositora”, insistió el ministro tras el encuentro. Sin embargo, A pesar de los buenos gestos y la declaración de buenas intenciones, no hubo avances sobre la cuestión central: el evidente retraso presupuestario que el Gobierno aún no se ha comprometido a corregir.
Luego de la multitudinaria marcha universitaria, el Gobierno intentó cambiar su estrategia aunque no fue de manera coordinada. Si bien midieron los ataques, en medio de intentos de acercar posiciones, Milei dio un informe donde acusó a los rectores de no querer ser auditados y los comparó con ladrones. Sin saberlo, Pettovello intentó tender un puente especialmente con la UBA y recibió a su rector un día antes de la reunión prevista con el CIN. La iniciativa también pretende encauzar todo el diálogo con los responsables de las casas de estudio y dejar otros contactos políticos que se intentaron antes.
Pettovello recibió a Gelpi junto con el Secretario de Educación, Carlos Torrondell, quien será quien lidere las negociaciones a partir de ahora. No estuvo Álvarez, quien tuvo expresiones muy negativas hacia las universidades y cuya participación en las reuniones incluyó, según testigos, gritos y frases desenfrenadas hablando de empleos, muy acordes con el discurso del Presidente pero no con la solución de problemas específicos de gestión.
Pettovello aprovechó el encuentro para volver a hacer una serie de aclaraciones públicas. Dijo, por ejemplo, que “Nunca Libertad Avanza ni el Ministerio de Capital Humano comunicaron que la universidad pública iba a ser cerrada o desfinanciada”. Pero en la reunión no se vislumbraron soluciones concretas al cuello de botella presupuestario que, como vienen advirtiendo los rectores, amenaza con suspender las actividades académicas en los próximos meses.
“La educación para nosotros es fundamental, por eso el Presidente adhirió al compromiso de Argentinos por la Educación cuando aún estaba en campaña. Del Gobierno Apoyamos firmemente la educación pública (tanto de gestión estatal como privada)”, insistió Pettovello, quien no dejó de lado el tema de las auditorías: “Lo que buscamos también es el uso eficiente de los recursos, por eso salvaguardamos el dinero de los contribuyentes para sostener la educación. Sólo se verán resultados óptimos si ese dinero se utiliza para garantizar la educación y no la política partidista.”.
Los rectores se cansaron de explicar que las universidades cuentan con auditorías internas y externas, que por ley corresponden a la Contraloría General de la Nación y cuyo plan de acción es establecido por el Congreso. Sin embargo, hay un grupo de casas de estudio que también firmaron convenios específicos con la Sigen. El Gobierno considera que todo esto no es suficiente y Sueñan con crear una nueva área de auditoría que esté bajo el control de Álvarez.
Desde la UBA publicaron un comunicado muy austero sobre la reunión: “La reunión marcó la primera reunión presencial del rector y el ministro que se presentó, junto a Torrendell, como los nuevos interlocutores por parte del Gobierno. Era sobre una charla de protocolo cuyo objetivo era establecer un canal de diálogo”. Traducido: fue para retomar contactos, no para abordar los graves problemas presupuestarios que tienen las universidades que, esperan los rectores, se abordarán en la reunión del martes.
“La reunión marcó un primer paso en la búsqueda de una solución al problema presupuestario que continúa hasta el día de hoy. La Universidad de Buenos Aires enfrenta una situación crítica por la decisión del Gobierno Nacional de extender los valores presupuestarios de 2023 a 2024, a pesar de una inflación superior al 270 por ciento. Esta medida coloca a la UBA en riesgo de desfinanciarse, comprometiendo sus funciones esenciales como educación universitaria y preuniversitaria, investigación, becas para estudiantes y atención médica a más de medio millón de pacientes anualmente en sus centros hospitalarios”, recuerda el comunicado.
Este martes a las 11 horas Torrendell recibirá a las autoridades del CIN. Se espera que vuelvan a poner sobre la mesa el tema presupuestario y que, desde el Gobierno, insistan en imponer mayores controles y auditorías de los gastos.
