La madrugada del sábado 27 de abril, en la provincia de Arauco, al occidente de Chile, tres miembros de la policía militarizada de Carabineros fueron asesinados y sus cuerpos incinerados dentro de un vehículo de esa institución, en una masacre que ha consternado a la comunidad. sociedad del país del sur.
“Es un ataque contra todo el país”dijo el presidente Gabriel Boric, luego de conocerse el grave hecho de violencia.
Ahora puedes seguirnos en nuestro Canal WhatsApp
Los uniformados fueron encontrados quemados en una patrulla en una ruta de la localidad de Cañete, en el límite con la ciudad de Concepción, por lo que Fue necesario iniciar protección militar en la zona ya que allí se reportaron constantes ataques incendiarios que han sido atribuidos a grupos radicales de indígenas mapuche. que buscan reclamar territorios que consideran ancestrales.
Las víctimas fueron identificadas como Carlos José Cisterna Navarro, Misael Magdiel Vidal Cid y Sergio Antonio Arévalo Lobo, cuyos restos fueron encontrados por voluntarios de Bomberos.
Por este ataque casi insólito, justo cuando Carabineros celebraba su 97 aniversario, la Cancillería colombiana envió un mensaje de condolencia al Estado chileno.
“El Gobierno de la República de Colombia se solidariza con el pueblo de Chile y con los familiares de los policías emboscados esta mañana. “Nuestro país llama a que hechos dolorosos como estos nunca más se repitan (sic)”, publicaron en su cuenta oficial en la red social X.
Mientras que el general William René Salamanca, director de la Policía Nacional, también envió sus condolencias y anunció que dejó a investigadores chilenos a disposición para colaborar en el esclarecimiento de este sangriento hecho que enluta a la nación sudamericana.
“Expresa solidaridad al general Ricardo Yañez, director de Carabineros de Chile, en estos momentos de inmenso dolor. Han sido asesinados cobardemente (…) 171.000 policías colombianos a tu lado y ofrecemos todas las capacidades de nuestra institución para encontrar a los responsables”, afirmó el oficial superior.
El sargento primero Carlos José Cisterna Navarro, de 43 años y 24 de servicio en la institución, fue una de las víctimas uniformadas de la masacre. Se le recuerda por ser una figura respetada en la cuarta comisaría del COP en Los Álamos.
Padre de un niño de 6 años, dedicó gran parte de su vida al servicio y protección de su país. Su carrera policial lo llevó a diversos destinos de La Araucanía y finalmente al Bio Bío, donde estableció su hogar. En septiembre de 2016 enfrentó un ataque armado y su valentía fue reconocida por su profesionalismo.
En mayo de 2022 fue ascendido al grado de sargento primero y se especializó en estrategias y tácticas policiales para operaciones rurales, además de recibir capacitación en derechos humanos y técnicas de intervención policial.
Otro de los uniformados asesinados fue el cabo primero Sergio Antonio Arévalo Lobo, quien con sólo 34 años y 14 de servicio, inició su carrera en la Comisaría Quinta de Quirihue y fue reiteradamente elogiado por su profesionalismo y dedicación, especialmente en la detención de delincuentes y la recuperación de ganado robado. En 2022 recibió su reconocimiento definitivo, consolidando así su trayectoria de valentía y servicio.
Finalmente, también le quitaron la vida al Cabo Primero Misael Magdiel Vidal Cid., el más joven de los agentes asesinados el sábado, tenía 30 años y llevaba 10 años de servicio como cabo primero. Inició su carrera en la Comisaría 54 de Huechuraba y luego pasó a la Comisaría Cuarta COP Los Álamos en 2016.
Casado y padre de un niño de 3 años, en 2022 fue reconocido por su “alto grado de profesionalismo, efectividad, compromiso y dedicación”, dejando un legado de dedicación a la seguridad pública en Chile.
Este ataque se produjo la misma semana en que la justicia encontró culpable de “usurpación violenta de bienes”, hurto y “atentado contra autoridad”. en la zona.
Llaitul se enfrenta a una posible pena de hasta 25 años de prisión por estos delitos, y la sentencia se anunciará el 7 de mayo.
